Pornovenganza: murió una policía que se disparó en la cabeza luego de que su expareja viralizara un video íntimo

Ocurrió el viernes pasado en Bragado. La familia de la víctima reclama que se motorice una ley en el Congreso para que se proteja a las víctimas de este tipo de hechos

Guardar
Belén San Román de 26
Belén San Román de 26 años

Belén San Román, un agente de la Policía Bonaerense de la ciudad de Bragado se disparó en la cabeza el 30 de noviembre pasado porque según su familia, la mujer no aguantó más su situación luego de que su ex pareja viralizara fotos y video íntimos suyos. El viernes pasado, San Román falleció en el hospital municipal de la ciudad.

Tras su muerte, la familia de San Román, quien tenía 26 años y era madre de dos hijas, reclama que Diputados apruebe el proyecto de ley contra la “pornovenganza” que ya tiene media sanción en el Senado.

Que la muerte de Belén y otras Belén no sean impunes. Que la celeridad prime por sobre lo conveniente, la violencia machista en distintas modalidades MATA”, escribió en Facebook Jorge San Román, el papá de la víctima, el mismo día que murió su hija.

La víctima se desempeñaba en el Comando de Patrullas Rural desde hacía algunas semanas, cuando su ex pareja Tobías Villarruel, oriundo de Chivilcoy, viralizó un video y fotos íntimas de ella para extorsionarla, por lo que Asuntos Internos le abrió un sumario a la mujer.

Momentos antes de dispararse, San Román le escribió mensajes a sus compañeros de la fuerza policial que, alertados por la situación, fueron inmediatamente a su casa y la encontraron desvanecida en el suelo.

La mujer tenía 26 años
La mujer tenía 26 años y dos hijas

El miércoles pasado, 48 horas antes de que falleciera, Graciela Álvarez, la mamá de la policía que murió, denunció en su cuenta de Facebook: “Tobías Villarruel de la ciudad de Chivilcoy, el que viralizó fotos y videos de mi hija, hostigándola y amenazándola, hizo que ella termine con su vida”.

Según informó La Razón de Chivilcoy, la expareja de la víctima está detenido en Bragado y fue condenado por el robo a un comercio de esa ciudad en 2018.

En ese posteo, Álvarez contaba que Belén tenía “dos pequeños hijos que ama con todo su ser, como así su trabajo, orgullosa de pertenecer a la fuerza policial”. Y continuó: “Tan culpable esta lacra, como todos aquellos que viralizaron. El ser humano es la peor de las especies en este mundo enfermo. Ojalá sus sucias conciencias no los dejen vivir en paz”.

Debido a esto, el sábado se realizó una marcha en reclamo de justicia por Belén, bajo el lema: “Si tocan a una, nos tocan a todas”. Y su familia pidió impulsar el proyecto de ley para incorporar como delito “la difusión no consentida de contenidos sexuales íntimos” que tendrá pena de prisión de tres a ocho años y multas.

San Román cumplía funciones en
San Román cumplía funciones en el Comando de Patrullas de Bragado.

Por este motivo, iniciaron una campaña para pedirle a la presidenta de la Comisión de legislación penal de Diputados, Ana Carolina Gaillard, que dé tratamiento urgente al proyecto de ley contra la “pornovenganza”, que cuenta con media sanción en el Senado desde julio pasado.

El proyecto, cuya autora es la senadora santiagueña Claudia Ledesma Abdala, ya tiene media sanción del Senado desde julio pasado y modifica los artículos 155 y 169 del Código Penal: propone penar la difusión de contenidos no consentidos de desnudez, sexual o erótico, incluso si se han obtenido con autorización de la víctima.

“Belén fue víctima, que quede claro, bajo ningún punto de vista se la puede poner en otro lado. Víctima del perpetrador quien difunde las imágenes compartidas en la intimidad (¿quién no lo ha hecho?), víctima de quien recibe y comparte el material, víctima de quien o quienes pronuncian su nombre apuntando con el dedo o catalogando sin siquiera pensar en el daño que ocasionan, víctima del sistema que carece de leyes y abordaje inmediatos, víctima, víctima, víctima”, publicó Jorge San Román, primo de la policía que murió.

Y concluyó: ”De nada sirve la conmoción colectiva cuando todo está consumado. Sólo sirve entender y enfatizarse que es comprometerse a ayudar a la víctima sin juzgarla. Perdón Belén”.

Seguí leyendo

Guardar