La Legislatura porteña aprobó hoy la ley que formaliza y da nombre a las calles y espacios públicos de la ex Villa 31 y esto es un paso fundamental para la urbanización e integración del barrio ya que, mientras muchos dan por sentado que tener una dirección es una obviedad, hay aún una deuda en los barrios populares del país.
“Esta ley es un paso fundamental en la historia del barrio. Se encuadra en el proceso de formalización e integración social y urbana. Tener una dirección formal es algo que la mayoría de los vecinos de la Ciudad dan por sentado, pero que en el Barrio Mugica era una deuda pendiente, hasta este día”, aseguró Diego Fernández, secretario de Integración Social y Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Infobae.
También sumó su voz una vecina del lugar. “Me gusta esto de que mi casa tenga una calle y un número. Ahora a veces no sabemos qué dirección poner para que nos lleguen cosas del correo”, reconoce Lidia García Hurtado y lo que expresa es el sentir de todos.
Tener una dirección formal representa un hito para que los vecinos y vecinas puedan tener las mismas oportunidades y responsabilidades que cualquier ciudadano ya que facilita la búsqueda laboral evitando la discriminación, mejora el acceso de los servicios y del correo, y evita las confusiones a la hora de identificar domicilios que hasta hoy contaban con números de casa y de manzana repetidos.
Un homenaje a la flora, fauna y música popular latinoamericana
La elección de los nombres comenzó en 2018, en un proceso que se dividió en cinco etapas y en el que votaron más de 4.700 habitantes del barrio. Para lograrlo, se trabajó desde la Secretaría de Integración Social y Urbana en conjunto con la Dirección General de Patrimonio, Museo y Casco Histórico, dependiente del Ministerio de Cultura, la Dirección General de Participación Ciudadana y la Legislatura porteña.
“Los nombres de las calles y los espacios públicos representarán a personalidades, fechas significativas y elementos que representan la diversidad cultural latinoamericana que expresa el barrio”, agregó el funcionario Diego Fernández.
En primer lugar se presentaron y acordaron las categorías para la denominación de las calles y espacios públicos. En segunda instancia se seleccionaron las categorías definitivas: se ubicaron buzones en espacios y edificios públicos, espacios comerciales y escuelas para que los vecinos y vecinas pudieran votar sobre las 14 acordadas. Las categorías que resultaron ganadoras fueron: Reservas Naturales de América Latina, Fauna de América Latina y Danzas, Bailes, Ritmos de América Latina.
La tercera etapa fue la proposición de nombres, de acuerdo a las categorías más votadas, entre los que figuran Colibrí, Palo Santo y Cumbia, por mencionar algunos. Para ello nuevamente se dispusieron buzones en todo el barrio. Además, los vecinos propusieron otros nombres por fuera de las categorías seleccionadas, que fueron sumados.
Todos los nombres
Las nuevas calles que tributa a las Reservas Naturales son Mbaracayú, Talampaya, Isla de Pascua, Cerro de los 7 Colores, Calilegua, Futaleufú, Islas Galápagos y Machu Picchu; mientras que Guacamayo, Yaguareté, Puma, Quetzal, Huemul, Vicuña, Alpaca, Ciervo de las Pampas, Aguará Guazú, y Colibrí son los animales que habitan las tierras de América Latina, algunas de ellas en peligro de extinción.
Además, Guayaba, Cedrón, Guatambú, Jazmín del Paraguay, Ruda, Palo Santo, Alerce, Ciprés, Lapacho Rosado y Orquídeas son los nombres que representan a la flora. También eligieron recordar a los pueblos originarios de Mapuches, Calchaquíes y Tehuelche como a las hermosas localidades de Purmamarca e Iruya, en el norte argentino. No podían quedar de lado los ritmos latinos más representativos y que prefirieron los vecinos para nombrar a los espacios públicos: Bolero, Mambo, Cumbia, Caporales, Ranchera, Rumba, Cueca, Zamba, Pericón y Folklore.
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