El velorio de Diego Maradona en la Casa Rosada terminó abruptamente y en medio de incidentes tras el intento de los fanáticos de ingresar por la fuerza al salón donde se encontraba el féretro.
El caos se desató en las inmediaciones de la Plaza de Mayo y sobre la Avenida 9 de Julio cuando la Policía de la Ciudad intentó cortar la fila de ingreso al velatorio. En un clima de tensión, las autoridades decidieron retirar el féretro del Salón de los Patriotas Latinoamericanos al Salón Pueblos Originarios, donde más temprano se había realizado la ceremonia íntima de los familiares.
Temprano por la mañana, las primeras en arribar a Balcarce 50 habían sido Claudia Villafañe, su ex esposa, junto a Dalma y Gianinna, dos de sus hijas. Más tarde se hicieron presentes Verónica Ojeda, otra de sus ex parejas, junto con Dieguito Fernando, el hijo más chico de Maradona. Lo mismo sucedió con Jana, otra de las descendientes del 10. También estuvieron sus hermanos y hermanas.
Minutos antes de las 17, en medio del caos desatado por la represión policial con gases y balas de goma, el coche fúnebre ingresó por la explanada a la espera del féretro. Unos 50 minutos después partió rumbo al cementerio Jardín Bella Vista, donde yacen sus padres.
En la puerta de la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández y su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero acompañaron el féretro hasta el coche y le dieron su último adiós. EL Presidente aseguró que los desmanes ocurrieron “por la desesperación de algunos”.
“Leía a algún opositor que se quejaba y decía ‘cómo puede ser que hayan organizado esto’. Si no organizábamos el velorio todo hubiera sido peor, era imparable”, dijo.
Cuando se produjeron los disturbios, dentro de la sede gubernamental se encontraban tanto Alberto Fernández, que estaba en su despacho, como la vicepresidenta Cristina Kirchner, que permanecía en las oficinas del Ministerio del Interior.
El plan original era que el cortejo fúnebre transitará por la avenida 9 de Julio hasta la subida de la autopista 25 de Mayo Acceso Oeste para que todos tuvieran la oportunidad de despedirse del ídolo. Tras los incidentes, las autoridades decidieron cambiar el recorrido. El coche fúnebre salió por Paseo Colón y fue directo hacia la autopista rodeado por motos de la Policía Federal y efectivos de la Gendarmería.
Una multitud de fanáticos despidió al ex capitán de la Selección. Algunos siguieron al coche fúnebre durante parte del trayecto en motos y autos particulares. Otros miles lo saludaron al pasar, parados al borde de la autovía.
El féretro con los restos de Diego había llegado a la Casa de Gobierno pasadas la 1.30 proveniente desde la casa velatoria ubicada en el barrio de La Paternal. Fue cubierto con una bandera argentina y una camiseta de Boca. Antes que se abrieran las puertas para el ingreso del público, su círculo íntimo y protagonistas del mundo del fútbol despidieron los restos del histórico 10 de la Selección argentina.
Fuentes del Gobierno nacional informaron que fue la familia de Diego Maradona la que decidió dar por concluido el velatorio que se realizaba en la Casa Rosada debido a los incidentes que se registraron en las adyacencias por la gran cantidad de gente.
“Una vez que se controló de manera pacífica la situación, la familia transmitió su deseo y voluntad de dar por concluida la ceremonia”, indicó el Gobierno en un comunicado oficial.
Después de los incidentes, hubo cruces entre las autoridades nacionales y las porteñas en torno al operativo de seguridad. “Les exigimos a Larreta y Santilli que frenen ya esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad. Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona”, aseguró Eduardo “Wado” de Pedro.
Horas más tarde, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, lamentó que el oficialismo haya intentado “politizar” la cuestión y aseguró que el operativo fue organizado por la Casa Rosada. “La orden de interrumpir la fila la dieron las fuerzas de seguridad nacionales”, dijo.
El cortejo fúnebre tuvo algunas dificultades para avanzar en la bajada de la autopista donde se encontró con una fuerte congestión vehicular. Luego, en la puerta del cementerio hubo nuevos incidentes entre fanáticos que intentaban ingresar al lugar y efectivos de la Policía Bonaerense, que arrojaron balas de goma. Un uniformado resultó herido.
Por expreso deseo de la familia y por cuestión de privacidad la ceremonia fue íntima, únicamente para sus allegados y amigos más cercanos.
El féretro fue llevado hasta su lugar de descanso por Guillermo Coppola, célebre ex manager de Diego, sus hijas Jana, Dalma y Gianinna, su ex mujer Claudia Villafañe y también por dos de sus hermanos, Raul “Lalo” y Rita “Kitty” Maradona. También estuvieron sus sobrinos Walter “El Chino” Machuca y Daniel López Maradona, y su ex pareja Verónica Ojeda.
La ceremonia fue breve, duró cerca de unos 30 minutos. Diego Maradona fue inhumado antes de las 20, junto a las tumbas de sus amados padres, Don Diego y Doña Tota.
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