El proyecto para la reintroducción del yaguareté en los Esteros del Iberá, en la provincia de Corrientes, sigue dando sus frutos y recientemente se anunció que una pareja de esta especie que estaba siendo monitoreada por la fundación Rewilding Argentina, que impulsa la iniciativa, logró el nacimiento de dos cachorros, por lo que ya suman siete ejemplares al plantel destinado a repoblar la región.
“Teníamos indicios de que la hembra había parido, ya que pasaba mucho tiempo en un mismo sector del monte que se encuentra al norte del gran corral, hasta que un día pudimos observarla y vimos que tenía los pezones hinchados, signo bastante inequívoco de que habría parido”, explicó a través de un comunicado de esta organización la especialista Magalí Longo.
Según precisó la entidad, se trata de dos cachorros nacidos de la unión de los ejemplares Mariua y Jatobazinho, llegados de Brasil en 2019, en el marco de los trabajos para volver a poblar la zona de estos animales.
“Ella es madre primeriza, así que tampoco era raro que perdiera la camada”, advirtió Longo, a cargo de los proyectos en la isla San Alonso, donde se encuentra el Centro de Reintroducción de Yaguareté.
Por su parte, Pablo Guerra, que se encarga del manejo de los yaguaretés que habitan en el Centro, mencionó que habían puesto cámaras-trampa para tratar de confirmar el nacimiento.
“Y después de varias semanas sin ningún registro pudimos observar a los dos cachorros: cuando vimos los videos saltamos de alegría y emoción y ahora estimamos que tienen entre uno y dos meses y aparentan estar en perfectas condiciones”, aseguró el especialista.
Según indicó a la agencia Télam la representante de Rewilding Argentina en Corrientes, Marisi López, estos nacimientos permiten alcanzar los siete ejemplares en el plantel poblacional de yaguaretés del proyecto, es decir, que pueden ser liberados a la vida silvestre.
Los primeros de estos felinos en arribar a Corrientes fueron reproductores, llegados desde zoológicos, por lo tanto no liberables, y se llamaban Tobuna, Tania, Nahuel, Chiqui e Isis, todos adultos que vivían en cautiverio.
“De esos, en el centro de cría están Isis y Nahuel, porque Tobuna está en un santuario del centro Aguará, en Corrientes capital y Tania está en Chaco cumpliendo su nueva misión con un macho aparecido en el bosque El Impenetrable”, explicó López. En tanto, Chiqui volvió al centro faunístico Atinguy de Paraguay, desde donde había llegado con fines reproductivos.
De la unión entre Tania y Chiqui nacieron en el Iberá los cachorros Mbareté y Aramí y en 2019 llegaron desde Brasil los hermanos Juruna, Mariua y Jatobazinho: las dos hembras fueron rescatadas de cazadores furtivos y el macho estaba en muy malas condiciones físicas.
“Ahora, a Mbareté, Aramí, Juruna, Mariua y Jatobazinho, se suman los nuevos cachorros que pueden llegar a ser liberados porque los consideramos del primer plantel poblacional de yaguaretés libres en el Iberá”, precisó Marisi López.
Recientemente, el trabajo de esta fundación fue citado como uno de los tres ejemplos mundiales de reinserción de depredadores en su ambiente por la revista científica The Scientist, junto a las experiencias del lobo gris, en el Parque Nacional Yellowstone, en Estados Unidos, y de perros salvajes y el leopardo en el Parque Nacional Gorongosa, en Mozambique.
Los científicos saben que la pérdida de grandes depredadores puede tener efectos de gran alcance y perturbadores en los ecosistemas a través de fuerzas en cascada que reverberan desde los depredadores a altos niveles tróficos -la cima de la red alimentaria- hasta sus presas y más allá, e incluso cambiar la estructura de la vida vegetal.
En el 2017 se calculaba que quedaban en la argentina apenas 250 ejemplares de yaguareté, los cuales estaban presentes sólo en el 5% de su área de distribución original en el país, por lo que la especie está en peligro de desaparecer a nivel local.
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