Acaban de conocerse los resultados del estudio global EF Index Proficiency Index, único estudio que rankea el nivel de inglés en el mundo, basado en el análisis de más de 2,2 millones de personas en 100 países.
Según la edición 2020, Argentina es el país con el dominio más elevado del idioma en América Latina. El ranking lo encabeza Países Bajos con un puntaje de 652, equivalente a un nivel C1 del Marco Común de Referencia Europeo (avanzado inferior) siendo el nivel más alto que alcanza un país no nativo.
Detrás le siguen Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega (el conjunto de países de la región escandinava) que lograron un óptimo desarrollo de la segunda lengua, gracias a políticas de Estado, como por ejemplo exposición diaria al inglés dentro y fuera de las aulas en las escuelas.
En cuanto al panorama latinoamericano, el estudio arrojó que Argentina lidera el ranking con un puntaje de 566, equivalente a un nivel B2 (intermedio superior) y es el único país de la región en esta categoría. Si bien tienen un resultado inferior, Uruguay y Bolivia han mejorado su resultado contra años anteriores, lo que refleja el éxito de sus planes de inversión en educación y acceso a nuevas tecnologías, factores clave que se vinculan con la competitividad internacional y la proyección económica.
Además de un cambio en la región en términos de inversión en la educación, el estudio explica que la brecha de género se ha acortado entre hombres y mujeres en el nivel de idioma, consecuente con los esfuerzos globales por lograr entornos profesionales y laborales más equitativos.
Volviendo a Argentina, su situación local muestra resultados significativos. Un ejemplo claro es el dominio de inglés que ha mostrado la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un puntaje de 596, que marca una diferencia notable colocándose por encima de países como Suiza, República Checa y Grecia.
La siguen muy de cerca las provincias de Santa Fe, Córdoba y Mendoza con un puntaje que los coloca en un nivel de alta capacidad y dominio en el idioma. Además, el informe de 2020 destacó a las provincias de Tucumán y Corrientes, que mejoraron significativamente su nivel respecto del año anterior; y las ciudades de Mar del Plata, La Plata y Rosario siguen siendo las más avanzadas en el inglés.
Según Giorgio Iemmolo, Director de Desarrollo Académico de EF Education First Argentina ha implementado diferentes iniciativas y leyes para mejorar la enseñanza de idiomas en las escuelas, como la Ley de Educación Nacional, los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAPs) y programas, como la Jornada Ampliada en Buenos Aires.
“Para lograr estos objetivos, se ha desarrollado un sistema de formación de los docentes de idiomas en metodologías comunicativas. La inversión en el desarrollo profesional de los maestros mejorará el dominio del inglés de generaciones completas de estudiantes”, apunta Iemmolo.
Y agrega: “Nuestra investigación muestra constantemente que la inversión en la formación de profesores es una de las medidas más eficaces para mejorar el dominio del inglés a largo plazo, como se puede ver en Argentina, que sigue siendo el país con el mejor nivel de inglés en Latinoamérica”.
El inglés y la innovación
El EF EPI demuestra una correlación entre el dominio del inglés de los países y su desarrollo a nivel de innovación: los países que mejor hablan el inglés son también son los que más invierten en investigación y desarrollo, y los que tienen mayor cantidad de investigadores per cápita.
Para las organizaciones, contar con un ambiente diverso y una cultura de dominio del inglés es clave para la adquisición del mejor talento; para los profesionales e investigadores, el dominio del idioma es una herramienta fundamental para mantenerse al día con las novedades en su campo.
El inglés y el trabajo
En un mundo tecnológico e hiperconectado, el inglés ya no abre puertas; las cierra. A diferencia de las décadas en las que el dominio de un idioma extranjero era una facilidad para acceder a mejores posiciones, hoy en día es un requisito básico para muchas ocupaciones.
De acuerdo al estudio, las generaciones de entre 21 y 40 años son las que mejor hablan inglés; en cuanto a cargos, los rangos gerenciales son los que destacan, incluso por encima de los ejecutivos. Ambos datos reflejan que hoy, más que nunca, el idioma es un factor clave para crecer y desarrollarse en las organizaciones.
Países como Suiza, Estados Unidos, Singapur, y la región escandinava (Suecia, Dinamarca, Finlandia) se colocan en la cima del 2020 Global Talent Competitiveness Index, demostrando que este último punto es importante para generar, hacer crecer y retener ese talento local.
El inglés y la economía
Si bien no existen pruebas contundentes de que el éxito económico de un país tenga su origen en el inglés, el EF EPI explica una correlación entre el dominio del idioma con indicadores como el producto bruto interno.
Desde la facilidad para hacer negocios hasta la eficiencia del comercio internacional, numerosas variables explican la medida en la que un país con mejor inglés logra insertarse y crecer en el plano global.
Países como Holanda, Alemania, Bélgica y toda la región escandinava, según datos del Banco Mundial de 2018, demuestran que estos países con un alto nivel de inglés generan importantes ganancias en su ingreso neto per cápita con un promedio que ronda los 43.372 USD.
El inglés y la sociedad
Por último, el dominio de inglés es un fuerte indicador de la apertura de una sociedad. Hablar inglés facilita la movilidad internacional, y se correlaciona con otros aspectos como el compromiso con la política y la perspectiva sobre los roles de género.
En este último aspecto, en la mayoría de los países, tanto ricos como en desarrollo, las mujeres son más educadas que los hombres. Sin embargo, sus oportunidades de trabajo están limitadas por brechas en los salarios, desequilibrios estructurales y expectativas culturales.
Pero está visto que en las sociedades con roles de género más progresistas, las personas hablan mejor inglés. Esto se ve en el Informe Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial, que mide qué tan bien les va a las mujeres en relación con los hombres en términos de participación económica, logros educativos, empoderamiento político y salud.
El EF EPI se correlaciona con este índice. De nuevo, aquí no hay una relación sencilla entre causa y efecto. Más bien, se puede establecer que las sociedades que valoran la equidad de género tienden a ser más ricas económicamente, más abiertas y con una mentalidad más internacional, y también son lugares donde las personas hablan mejor el inglés.
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