Ni siquiera se había atrevido a soñarlo, pero durante la tarde del miércoles 11 de noviembre el Salón Dorado del Teatro Colón fue el escenario donde interpretó tres de sus piezas. Eligió las más conmovedoras sin pensar tampoco los dedos de quiénes habían tocado antes las teclas de aquel legendario piano de cola, que engalana una de las salas más hermosas que hubiera visto jamás.
Pero allí estaba la pianista y compositora Calena Garbà, siendo elegida además como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad. Garbá es una reconocida figura cultural comprometida por los derechos del colectivo LGBTIQ+ que llevó su mensaje de diversidad no sólo a los rincones de Argentina sino que traspasó la frontera y conquistó al mundo.
En 2018, por invitación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llevó sus composiciones a Nueva York, donde la Queer Urban Orchestra interpretó algunas de sus piezas y ella se convirtió así en la primera persona trans que estrenaba música de cámara en otro país, nada menos que en esa capital cultural.
“Esta distinción fue como un mimo que me dieron. Y la gratificación fue doble porque después de la ceremonia toqué tres piezas”, señaló.
La ceremonia se realizó en el emblemático teatro y de ella participaron la legisladora porteña Ana María Bou Pérez y el legislador Matías López junto al Secretario de Desarrollo Ciudadano, Gustavo Gesualdo; la subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Pamela Malewicz, y la directora de Convivencia en la Diversidad, Natasha Steinberg. Esta fue la antesala de la semana del OrgulloBA, que comienza la semana que viene.
Luego del evento, que se realizó respetando los protocolos sanitarios oficiales, Calenna siguió rumbo a la Usina del Arte donde un nuevo escenario la esperaba, esta vez con la sala completamente vacía.
—¿Cómo fue volver a un escenario pero ante una sala vacía?
—Fue algo diferente ver todas las butacas vacías y la sala en completo silencio. Fue como un ensayo de lujo porque era terminar una pieza y el silencio. Pero estos son momentos muy particulares, históricos, los que estamos viviendo y nos toca atravesarlos en distintas fases y generaciones, y la distancia es imprescindible. Me sentí muy bien, muy contenta de poder hacerlo.
—¿Hubo alguna elección especial de piezas para la Usina del Arte?
—Toqué ocho composiciones, todas piezas mías, y arreglos orquestales. Mi música es instrumental, orquestal, porque tengo una gran influencia de los músicos de películas ¡así que podríamos decir que mi música es música de película! (se ríe). Para la grabación en la Usina seleccioné, te decía, ocho piezas del repertorio y las ejecuté en piano con una base de orquestación porque ya que era grabado pudimos permitirnos que suene una orquesta de fondo.
Al momento de recibir la distinción durante una emotiva ceremonia, Calenna Garbä aseguró: “El arte es diverso y es una materia que la podemos enseñar, la podemos disfrutar, pero no la podemos explicar; es una forma de atravesar barreras sociales”
—Además de ser una extraordinaria artista sos considerada una gran activista por los derechos LGBTIQ+ ¿te sentís así?
—Primero nace la artista y, bueno, hubo una etapa en la que terminé comprendiendo que de alguna manera u otra mi carrera artística también impactaba en la visibilidad social de una porción de la sociedad. Y de a poco fui amigándome con esa faceta de activista, entendiendo que era importante. Lo hice por medio de charlas y en hacerme una agenda de charlas cada vez que viajo y teniendo un lazo estrecho con Naciones Unidas, de hecho, este año tenía planeado dar un discurso en Naciones Unidas y lo di por zoom, en junio. Creo que está bien si mis logros, que representan un crecimiento en mi carrera artística, son logros para visibilizar y construir puentes y atravesar fronteras sociales me parece que es un acto sumamente egoísta no entender ese potencial y no hacerme cargo.
—Justamente en reconocimiento a la artista y también al símbolo que sos para el colectivo, ayer te distinguieron como “Personalidad de la Cultura de la Ciudad” en una ceremonia en el Teatro Colón donde también tocaste unas piezas ¿cómo viviste ese momento?
—Toque tres piezas que seleccioné especialmente, porque las considero las más emotivas, en el Salón Dorado... ¡Imagínate lo que representó para mí estar en una casa de la cultura de esa envergadura, que es sumamente importante para mí como integrante de la música pero que además lo es para el mundo! Esto está un poco vinculado con lo de antes me decías sobre ser activista. No sé la palabra es activista, sí me considero una persona que aboga por los derechos de las personas LGBTIQ+. Imagínate que recibir un premio como compositora, y además con lo que implica para una porción social, en el Salón Dorado de un teatro de la envergadura histórica y de la importancia musical que tiene el teatro Colón... ¡Es indescriptible!
—Imagino que ese es el escenario al que cualquier artista quiere llegar...
—¡Mirá qué importante que ese teatro para mi que esta mañana pensaba si en algún momento lo tuve en la cabeza! ¡Y no! ¡No no lo tenía!
—¿Por qué no?
—Porque no lo imaginaba... Pero porque creo que como artista me focalizo en llevar adelante mi carrera musical, en hacer música, en componer y tratar de buscar distintos escenarios. Pero, como dirían mis amigos los gringos “Here we are!” ¡Y estuvimos en el Colón!
—Con todo ese peso de no haberlo siquiera soñado ¿cómo fue vivirlo?
—No me imaginaba tampoco ganar un premio “Estrella de Mar”, por ejemplo. Sí me imaginaba estrenar música, pero no concretamente dónde y terminé haciéndolo en una ciudad como Nueva York. como todos los años. Hoy tengo una relación increíble con esa ciudad, que me encanta... ¿Cómo sucedió? Fue de esos momentos que trato de, en lo posible, aprender a disfrutarlo y de hacerlo en tiempo real En el momento hubo una gran responsabilidad con las palabras, de lo que decía; en el piano, tocando en un lugar tan importante como ese. Y tocando en un piano majestuoso como ese, un Yamaha japonés de gran cola que te juro lo primero que pensé y me dije fue “¡No se te ocurra pensar quien tocó antes este piano porque no toco!” Y rezaba para que nadie me dijera “Y, tocó Marta (Argerich) mientras estaba esperando tocar en la sala grande toca ese!” porque pedía ir a tocar a la plaza...
Hace unos años, Calenna decidió mudarse a Mar del Plata para concretar la misión más especial de una persona consigo misma. Había dejado un trabajo en una empresa para intentar encontrarse, conocerse y darse a conocer. Necesitaba probar suerte con la música, una pasión que la acompaña desde su infancia.
Su pasión por la música surgió dentro de su familia: su padre es bandoneonista y desde chica siempre estuvo en contacto permanentemente con ese mundo que ahora es el suyo. Su mamá fue una docente apasionada por la literatura y escritora de relatos breves. De ella heredó su pasión por la lectura. “Amo leer libros, de historia sobre todo”, cuenta sobre la importancia de conocer el pasado para entender el presente y saber, quizás, delinear el furturo.
Respecto al futuro, Calenna deja un mensaje para las nuevas generaciones, especialmente, las que se identifican con el colectivo LGTBQI+. "Que hoy tengamos un momento de pluralidad y diversidad no significa que nos tengamos que relajar significa que sigamos trabajando y abogando para que las políticas a largo plazo. No solamente para nosotros, en tiempo presente sino por el pasado que nos dice de dónde venimos y para las próximas generaciones que tienen que dejar de perder el tiempo con problemas que no lo son; no dejen que ese les ocupe un solo segundo en su mente. No se preocupen con preocupaciones que no existen como, por ejemplo, pensar que es un problema si soy una persona no binaria, si soy una persona lesbiana o si soy una persona homosexual... ¡No! Ocupen su cabeza pensando qué voy a hacer mañana: ¿ingeniera, ingeniera especial, diseñadora, periodista, compositora...? De eso hay que ocuparse.
Durante la ceremonia, para deleite de quienes acompañaron la mención, la pianista brindó un breve recital que fue grabado y se transmitirá la semana próxima a través de las redes sociales de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad, en el contexto de la semana del Orgullo BA, que comienza el lunes 16 de noviembre.
Por eso, del 16 al 22 de noviembre la Ciudad se vestirá con los colores del arcoíris para celebrar otra edición de la semana #OrgulloBA que, por la pandemia, muchas de las actividades de esta tercera edición se mudarán al plano virtual a través de las redes sociales y ofrecerá variadas actividades al aire libre en espacios públicos.
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