Bajo la consigna #LetThereBeLight, la comunidad judía conmemoró un nuevo aniversario de la Noche de los Cristales Rotos. Aquel sangriento 9 de noviembre de 1938 pasó a la historia por ser el preludio del Holocausto: simpatizantes y miembros del partido Nazi salieron a las calles para destrozar los comercios judíos, linchar a sus propietarios e incendiar sinagogas en toda Alemania.
Este lunes, la organización internacional Marcha por la Vida impulsó una iniciativa interreligiosa para “unir al mundo en contra del antisemitismo y la intolerancia prendiendo una luz que brille por sobre la oscuridad del odio”.
Debido a la pandemia de coronavirus, este año no se pudo realizar la tradicional marcha anual en Polonia, que recorre la ruta del tren (3.2 kilómetros) que une Auschwitz y Birkenau. Sin embargo, la conmemoración se adaptó a la emergencia sanitaria que atraviesa el mundo.
Para participar los fieles de cualquier religión fueron llamados a mantener sus luces encendidas durante la noche como símbolo de solidaridad y compromiso en la lucha contra el atisemitismo, el racismo, el odio y la intolerancia.
En Argentina la comunidad Bet Hilel en conjunto con el Congreso Judío Latinoamericano, la Embajada de Alemania en Argentina, DAIA, el Museo del Holocausto, la Red de Mujeres Judías, Marcha por la Vida, el Centro Simon Wiesenthal, Wizo, la confraternidad judeo cristiana, el centro ALBA y el Kaiciid Dialogue Centre (Viena) realizaron un acto en el templo Bet Hilel, del barrio de Palermo.
El embajador de Alemania, Ulrich Sante, aseguró que “el resurgimiento de la aversión por personas de otros credos es una advertencia que nos obliga a estar muy atentos y a actuar mancomunados”.
“Tanto en Alemania como en Argentina vivimos en democracias consolidadas. Los derechos que gozamos hoy en día resultan algo obvio. Pero quien cree que los delitos violentos no pueden repetirse, se equivoca; quien cree que no es necesario aprender la historia, se equivoca”, dijo el embajador.
Y agregó: “El racismo, antisemitismo, y la intolerecnia avanzan a nivel mundial. Los partidos nacionalistas están en auge. Debemos estar atentos ante el debilitamiento de la democracia”.
En la misma línea, el Obispo auxiliar de Buenos Aires, Monseñor Gustavo Carrara, pidió recordar que el ser humano “es capaz de lo más bello pero también de las peores atrocidades”, y recordó que el Papa Francisco, en su última carta, dijo que el Holocausto judío “es el símbolo de hasta dónde puede llegar la maldad del hombre”.
Finalmente, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovitz, recordó que durante la Noche de los Cristales Rotos las tropas de las SS mataron judíos y quemaron sinagogas, “pero también hubo testigos silenciosos”.
“Muchas veces somos nosotros quienes nos quedamos callados frente a los actos de violencia. Y terminamos siendo cómplices”, dijo.
“La DAIA entendió que tenemos que estar juntos, pero también entendimos que tenemos que estar al lado de todos los colectivos minoritarios que sufran los episodios de violencia que sufrimos nosotros”, concluyó.
Como parte de la conmemoración, las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén se iluminaron hoy para conmemorar los progromos que marcaron el inicio de la persecución sistemática de los judíos durante el nazismo.
En los muros de la parte antigua de la Ciudad Santa, situados en su zona oriental ocupada, se proyectaron rezos y mensajes de gente de todo el mundo contra el antisemitismo, el odio y la intolerancia, enviados en el marco de la campaña virtual “Hágase la Luz” (LetThereBeLight).
Esta iniciativa, de carácter interreligioso, incluye a sinagogas, iglesias y mezquitas de todo el mundo que hoy también se iluminaron para rememorar la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, cuando los nazis arrasaron más de 1.400 sinagogas y miles de comercios y establecimientos judíos de toda Alemania y Austria.
“La ‘Kristallnacht’ fue el comienzo de la terrible experiencia del Holocausto y del exterminio de seis millones de judíos en Europa”, declaró a Efe Baruch Adler, vicepresidente de la Marcha por la Vida, entidad organizadora del evento que promueve actos y programas educativos para preservar la memoria del genocidio nazi.
Unos 1.300 judíos murieron asesinados aquella noche y otros 30.000 fueron deportados a campos de concentración, lo que marcó un punto álgido en el creciente antisemitismo de la época.
La campaña que recuerda este devastador suceso recibió el apoyo de supervivientes del Holocausto y mandatarios como el primer ministro británico, Boris Johnson, o su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu.
El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, organizó un acto de conmemoración en su residencia oficial de Jerusalén en el que participaron virtualmente sus homólogos de Austria y Alemania, Alexander Van der Bellen y Frank Walter Steinmeier.
“Los hornos de los crematorios nazis se extinguieron hace tiempo”, pero “las llamas que consumieron casas de culto, hogares y comercios judíos” en la Noche de los Cristales Rotos “arden hasta el día de hoy”, remarcó Rivlin.
Para Adler, hijo de supervivientes del genocidio, recordar el Holocausto o la “Kristallnacht” es “un deber”.
“Cada vez hay menos sobrevivientes”, los pocos que quedan son “muy ancianos” y van muriendo, lamenta. Estos son “los últimos años en que tenemos el lujo de escucharles en persona”, agrega.
Cuando no quede nadie, “no será lo mismo”, y entonces se tendrá que hacer un esfuerzo añadido para preservar su memoria, concluye.
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