Andrés Olivera es humorista y vive enfrente de un restaurante llamado Perón Perón. A pesar de que está ubicado a pocos metros de su casa, nunca comió allí. Pero más de una vez se quedó fantaseando sobre cómo sería el menú.
Cuando se inscribió en un taller de escritura humorística, Andrés terminó de darle forma a esa idea. Junto al guionista Javier Llada, trabajaron sobre uno de los recursos más clásicos del humor: mezclar cosas que en principio no están relacionadas.
“Hay un montón de términos gastronómicos que se pueden vincular con la política. Estuve mucho tiempo anotando ideas y finalmente cerré el guión en dos días”, explicó a Infobae el autor del sketch.
A la hora de pensar en los actores principales, Olivera recurrió a dos de los economistas liberales más conocidos de la actualidad: Javier Milei y Miguel Boggiano. No hizo falta casting, ya que ambos tienen un costado histriónico, fuerte presencia mediática y en las redes sociales y, a su modo, ya han incursionado en lo escénico: el primero es famoso por sus diatribas y sus respuestas temperamentales a la hora de discutir de economía, mientras que los videos de Boggiano tocando la guitarra eléctrica y haciendo karaoke se han viralizado en más de una oportunidad.
Ahora bien, además del humor, Olivera tiene afinidad con el ideario de estos economistas y es amigo personal de Boggiano, que incluso es socio de su hermano en un proyecto relacionado con el mundo de las finanzas. Además, no es la primera vez que trabajan juntos en clave humorística. En 2019 ya se había viralizado un doblaje hecho por ellos de la película Titanic que ironizaba con la subida del dólar y el “Plan Vidal”; y a principios de año también causaron revuelo con un falso video de la BBC que describía los problemas de la Argentina. Esta última producción fue tan lograda que mucha gente creyó que era auténtico.
“A Boggiano le pegaron por todos lados por ese video”, recuerda Olivera divertido, porque en realidad la idea del documental parodiado de la BBC fue suya. “Yo soy como el escritor fantasma”, bromea.
“En los anteriores capítulos hablamos de una de las culturas más extrañas del mundo. Sin embargo, ninguna de las 194 naciones soberanas del planeta Tierra ha tenido una serie de políticas públicas tan extravagantes como este país llamado Argentina”, comienza la voz en off de la parodia del documental de la BBC. El impacto mediático fue tal que la cadena británica se comunicó con el economista y le pidió que bajara el contenido de sus redes sociales.
Por su ideología liberal, la sintonía con los dos protagonistas fue inmediata. Aunque Olivera no conocía previamente a Javier Milei. Eso sí, le advirtieron que tenía sus cosas, como las divas del cine... “Parece que Milei es muy calentón, entonces Miguel me dijo que tenía que tener todo listo y preparado para la hora acordada porque se podía calentar e irse”, recuerda y se ríe.
La locación elegida fue Pizza Piola, sobre la calle Libertad, en Recoleta. El elenco se completó con el mismo Olivera que en el corto interpreta al mozo que atiende a los dos economistas en el restaurante rebautizado como La Argentina de Siempre.
Junto al director de fotografía Gastón Dartevelle, el trío realizó casi una decena de pasadas del guión completo en busca de las mejores tomas. “En el video, parece que hay varias cámaras, pero en realidad es una sola que va cambiando de posición. La magia está en la edición”, dijo el guionista.
El sketch ironiza sobre los problemas económicos y políticos del país, vinculándolos al menú del lugar. “Corte de ruta”, “carne sindical”, “Menú militante con mucho perejil”, son algunos de los platos ofrecidos a los dos comensales instalados en una mesa del restaurante La Argentina de Siempre. Cuando preguntan qué hay para tomar, el mozo les contesta: “Para tomar tengo terrenos: Guernica, El Bolsón, Mendoza, Entre Ríos”. Luego, recita la carta de vinos: “vino La Pobreza, vino La Inflación, vino El Desempleo”. Y aclara: “Si les gusta con mucha graduación les puedo ofrecer el vino La Pobreza, que tiene más del 50%”.
Y cuando, ya impacientes, preguntan “¿qué sale rápido?” “Los presos”, es la réplica de Olivera.
Acostumbrados a las cámaras, no hubo nervios ni demasiados errores. Tres horas bastaron para completar el rodaje.
Según reveló el humorista, uno de los temores del trío era que se malinterpretara el mensaje del sketch. “No queríamos decir que la única salida es irse del país. Ellos querían poner que ‘la única salida es liberal’, pero no cerraba con el resto del guión. Por eso jugamos con la idea del Tenedor Libre”.
Todo el diálogo de los dos economistas con el mozo del lugar transcurre con la mayor seriedad. Muy profesionales, en ningún momento se tientan de risa mientras van soltando con naturalidad un gag tras otro...
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