Reinventarse. Esa será, seguramente, una de las palabras que queden al recordar este 2020, el año de la pandemia que azota al mundo y que ya se convirtió en la bisagra de millones de vidas. En Argentina, los más de 7 meses de cuarentena afectan de distinta manera a trabajadores de diversos rubros. Muchos comerciantes debieron cerrar sus negocios, algunos empleados de actividades que aún no retornaron siguen buscando la manera de sobrevivir económicamente y otros que lograron resurgir y hoy tiene nuevos emprendimientos.
A estos últimos pertenecen un grupo de vecinos del Barrio Mugica, ex Villa 31, que ayudados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y alumnos del ITBA, retomaron sus emprendimientos, comos la creación de distintas páginas online que los ayuda a vender sus productos y servicios más allá del barrio y con el objetivo de llegar a cada rincón de la ciudad y dejar atrás la segregación.
Los primeros emprendedores de ese barrio en abrirse camino desde lo digital fue Recoveco, la primera tienda online que reúne a gastronómicos, fabricantes y diseñadores de productos hechos en la ex Villa 31 ya vende en toda la Ciudad y buscar llegar a Zona Norte y el pasado 26 de septiembre se lanzó la página web de Fletes 31 que une a un grupo de doce vecinos y vecinas del barrio que ya realizaban servicios de fletes, transporte y mensajería por cuenta propia.
Hoy ofrecen servicios de mudanzas, fletes, mensajería y traslados en motocarro, este último exclusivamente en el Barrio Mugica. La página funciona con puntuación y comentarios, de manera que cualquier cliente puede elegir a su fletero en base a las experiencias de otros usuarios.
Samuel Cayo es uno de los que se sumó a este proyecto, y como conocedor del rubro (lo desarrolla desde hace más de 15 años) aconseja a los que se inician en el camino. Lo hace recordando cuando a medidos de 1996, él llegó desde su querida Colonia San José, Tilcara (Jujuy), en busca de un sueño y se unió a unos amigos que lo esperaban en Buenos Aires.
Con apenas 18 años, trabajó en distintos lugares, desde restaurantes a fábricas y luego, con su hermano, compró una camioneta para realizar transporte de mercaderías. Más tarde llegó el camión y pudo independizarse de la fábrica en la que, en simultáneo, continuaba trabajando. Hoy es el dueño de El Jujeño Express, uno de los servicios de transporte que se ofrecen como parte de Fletes 31 y con el que ya trabajó en diversos eventos, como el festival Lollapalooza.
“Este nuevo proyecto es una bendición y nos suma mucho porque es una puerta más que se abre, en mi caso, y para otros es la posibilidad de volver a trabajar”, asegura Samuel a Infobae sobre el resultado que comienza a tener la página de contratación de los servicios de fletes que integra y tiene el objetivo de generar empleo para las personas que ya lo integran.
Orgulloso de su camión, dice que “es tan grande que se puede hacer la mudanza de un departamento de 4 ambientes en un solo viaje o de una casa”. El “Jujeño”, como le gusta que lo llamen —tanto así que es el nombre de su camión de mudanzas— es un legendario de los caminos. Hace más de 15 años se dedica al rubro del transporte y en los últimos 7 años reparte alimentos contratado por una empresa que presta servicios al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Desde ese lugar tiene la posibilidad de estar mano a mano con las personas más afectadas por estos meses de cuarentena: reparte alimentos a comedores, iglesias y merenderos. Y con pena, cuenta que también es testigo del incremento de nuevos lugares en los que se ofrece alimentos a personas que se quedaron sin empleo y otros que dejaron de tener los ingresos que le dejaban las changas.
“Desde hace más de 7 años hago los repartos a los mismos lugares, pero ahora hay muchas bocas que se han abierto, incluso lugares que no conocía como comedores nuevos que se abrieron en estos meses de pandemia. Hablo con quienes lo atienden y me dicen que abrieron hace poco porque la gente llega y les piden comida, y deben responder a esas demandas”, lamenta sobre lo que comparte.
Haciendo comparaciones, agrega: “Antes entregábamos a cada comedor 10 mil kilos de mercadería. Ahora ese montón se fracciona y se entrega un poco a cada uno para que alcance para todos”.
Conocedor de distintas realidades, agradece sus trabajo, que lo llevó desde mudanzas a trasladar equipos de sonidos para grandes festivales como el Lollapalloza y obras de teatro: “Como tengo mi camión equipado con plataforma hidráulica también hacemos traslado de equipos de sonidos y filmación, y todo eso está frenado pero se retoma lentamente: llevé equipos para el autocine y el autoteatro de Escobar, por mi parte no me quejo de la pandemia", finaliza.
Igual de agradecido al nuevo proyecto que reúne a los vecinos del Barrio 31 es Ernesto Quispe, que llegó al Barrio Mugica hace 7 años.
El hombre, arribó desde Merlo (Bolivia) hace una década y se dedicó, al igual que toda su vida, a la construcción, aunque a veces aprovechaba su auto para hacer transporte de mercaderías.
“En la construcción me dedico a la mampostería e instalaciones eléctricas, pero por el freno en la actividad me quedé sin esos ingresos y comencé a hacer refrigeración y mantenimiento de aires acondicionados; y desde hace poco más de un mes se sumé a Fletes 31″, cuenta quien también está a cargo de repartir todas las compras de los emprendimientos de Recoveco, el grupo de emprendedores gastronómicos que vende online.
“Allí se trabaja con altas y bajas. Hubo momentos en los que se trabajó mucho y luego decayó, pero volví a levantar la actividad. Ahora, por ejemplo, las ventas están un poco abajo”, admite sobre los vaivenes de aquel emprendimiento que también reúne a los habitantes del Barrio Mugica.
Respecto al servicio de fletes, Ernesto cuenta que "es fácil de contratar: solo hay que ingresar a la página, buscar qué es lo que necesita hacer y una vez que el cliente elige la opción (mudanza, flete, mensajería o motocarro) tiene que completar un formulario (descripción de muebles, dirección de carga y descarga, fecha del servicio) y allí sale el listado de fleteros disponibles, los contacta directamente por WhatsApp y así nos contrata viendo cuál es el servicio que ofrece de cada fletero”.
Al ingresar a la página, es importante detallar cada objeto principal a transportar (heladeras, sofá, mesas, etc.) para así poder encontrar el vehículo más adecuado a la propias necesidades. Los valores dependen de qué medio se asignará para el servicio de fletes.
Hasta el momento, cuentan con cuatro fleteros para el servicio de mudanzas con envío a todo el país en camiones. Otros cuatro ofrecen fletes en camionetas que realizan viajes de mediana y corta distancia. En el servicio de mensajería, que tiene a dos mujeres —una en bicicleta— es para recorrido menores y, finalmente, el servicio de motocarro es exclusivo para residentes del Barrio Mugica y está a cargo de dos hombres.
El hombre, conocido en el barrio por sus múltiples actividades en estos años, había vivido antes en Mar del Plata, pero se instaló en ese barrio de Retiro cuando nació su familia.
“Tengo hijos chicos, de 6 y 3 años, y un bebé de meses. Entre todos nos cuidamos y hacemos todo lo necesario para estar bien y haciendo caso a todo lo que nos explican porque sabemos que es la única manera que hay para salir de todo esto", confía.
En paralelo, trabajando junto al Gobierno de la Ciudad, los emprendedores que forman parte de Fletes 31, como muchísimos otros en todo el barrio, están formalizando sus actividades. Algunos de ellos ya cumplieron con el 100% de los trámites e inscripciones correspondientes y todo el grupo está en el mismo camino.
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