Desde hace casi una semana, los incendios volvieron a azotar a las tierras de Córdoba. Esta vez, el infierno se desató al oeste de la provincia, en Salsacate, donde en las últimas horas trabajaron más de 100 bomberos voluntarios de 24 dotaciones y todavía no se pudieron controlar las llamas.
El fuego comenzó a atacar el mediodía del domingo en la zona ubicada a 200 kilómetros de Córdoba capital, más precisamente en las inmediaciones del paraje Mussi. Durante el lunes, las llamas alcanzaron la comuna de Ambul, ubicada a unos 40 km al norte de Villa Cura Brochero.
Según informó el diario La Voz, en el lugar actuaron personal del Plan Provincial de Manejo del Fuego, la Policía de Córdoba, Defensa Civil y camiones cisterna de la comuna de Tala Cañada y de la propia ciudad de Salsacate.
El terreno, de pastizales, monte nativo y palmeras, representa una superficie que complica las posibilidades de controlar el fuego con rapidez. El hecho de que el punto donde se encuentra el actual foco del incendio sea de tan difícil acceso no hace más que ralentizar el control por parte de los especialistas.
Además, las condiciones climáticas para el martes, de 25º y un viento por encima de los 25 kilómetros por hora complican aún más las tareas para resguardar la vegetación, fauna algunos domicilios de la zona.
La provincia de Córdoba sufrió entre agosto, septiembre y octubre las estadísticas anuales más graves en cuanto a incendios forestales se refiera en los últimos 20 años.
En Traslasierra, el fuego llegó a pocos metros antes de varias casas rurales. De manera afortunada, la mayoría de los residentes de ese lugar ya habían sido advertidos y evacuaron la zona. No se padecieron daños estructurales en esos domicilios.
En tanto, la buena noticia es que el incendio que se había generado a inicios de la semana anterior en zonas de norte como Tulumba, entre San Pedro Norte y Quilino, ya pudo ser controlado.
La Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba estableció una guardia de ceniza para constatar que no haya ningún foco que haga renacer las llamas.
Los primeros análisis indicaron que ese fuego del norte arrasó con más de 7.000 hectáreas y en toda la provincia, el fuego cubrió más de 320.000 hectáreas.
Los especialistas esperan que algunas lluvias puedan aparecer en los últimos días de la semana y así poder volver a la tranquilidad que reinó en la provincia durante los últimos 10 días de octubre.
Una situación similar se está viviendo en la provincia de Jujuy, donde varios focos de importante magnitud se desataron en las yungas de la región.
El Ministerio de Ambiente de Jujuy informó el domingo que los brigadistas que combaten los incendios forestales en las yungas jujeñas utilizaron la totalidad de los medios aéreos aportados por la Nación, incluido un helibalde que realizó 60 lanzamientos de agua en zonas específicas identificadas por personal en tierra.
Las labores desplegadas por tierra contaron con el apoyo de aviones hidrantes, un helicóptero Bell 407 / LV-CIB, con 6 plazas y un helibalde o bambi Bucket, enviado por el Servicio Nacional Manejo del Fuego (SNMF). Este último garantiza el traslado y transporte de 1.200 litros de agua que se descarga en lugares específicos para humedecer un perímetro y permitir así el avance de las distintas cuadrillas. Además los dos aviones hidrantes realizaron lanzamientos de agua sobre sectores asignados previamente.
Las llamas, de acuerdo al reporte oficial de las últimas horas del domingo, afectaron hasta el momento una superficie total de 19.745 hectáreas, de las que 13.347 corresponden a la provincia mientras que 6.398 pertenecen al Parque Nacional Calilegua, en el departamento Ledesma.
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