Los primeros movimientos y los ruidos posteriores confirmaron la sospecha de los vecinos. En Luján de Cuyo, provincia de Mendoza, fueron ellos quienes alertaron al 911 luego de detectar una numerosa cantidad de vehículos y una música que a lo lejos no dejaba de sonar. La presencia de los efectivos policiales confirmó lo imaginado: una fiesta clandestina, con más de 400 jóvenes y una organización que incluyó venta de alcohol, DJ, luces y máquinas de humo.
Ocurrió el sábado a la madrugada, específicamente en un terreno ubicado en Chacras de Coria. Allí, entre el Corredor del Oeste Juan Domingo Perón y el inicio de la ruta Panamericana (a la altura del kilómetro 82), observaron una hilera de automóviles estacionados que precedió a un evento masivo, el cual está prohibido dentro del contexto de lucha que atraviesa Mendoza ante el avance del coronavirus.
Las autoridades arribaron a la zona conocida como “Las Antenas”, cerca del boliche “La Guanaca”. En la orilla del ingreso, al este del terreno, un grupo de personas bebía alcohol alrededor de una fogata.
Por orden judicial se inició el desalojo del lugar, aunque algunos jóvenes insultaron y arrojaron piedras a los policías y a los funcionarios de Diversión Nocturna que habían arribado a la fiesta. Un grupo de personas, ante el temor de ser detenidos, escapó por la montaña a bordo de camionetas 4x4. Cuando los policías mendocinos desactivaron el encuentro continuaron escuchando música. Al adentrarse en la zona se toparon con una fiesta que contaba con una organización específica.
Tres de los participantes fueron aprehendidos por ser los organizadores de la fiesta, aunque ninguno de ellos resultó detenido. También se detalló que se redactaron 16 actas viales, que se retuvieron a dos vehículos y que de la fiesta participaron unas 400 personas de entre 18 y 30 años. En Mendoza, durante las últimas 24 horas se detectaron 771 nuevos contagios de COVID-19 y se contabilizaron 44.372 desde que comenzó la pandemia.
“Esta es la primera fiesta masiva que detectamos. Hacía mucho que no encontrábamos alguna fiesta grande. Las habituales son en casas o bien en algún negocio, como la que se hizo hace poco en un taller de Guaymallén. Esta fue mayor, con unas 400 personas. Por suerte llegamos rápido para poder interrumpirla. Todavía estaba llegando gente; se interrumpió pasadas las 12”, explicó Néstor Majul, subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad provincial, al diario Los Andes.
“Los jóvenes tienen que entender que si bien ellos no corren, en general, riesgos frente a la pandemia, en una reunión masiva pueden contagiarse y llevar el virus a sus casas o trabajos y contagiar así a personas mayores”, sostuvo Majul.
El funcionario provincial no logró explicar cómo se difundió la fecha y el lugar de la fiesta, aunque estima que "haya sido organizada a través de grupos de WhatsApp, ya que en las redes sociales no se publicitaba, por algunas personas que trabajan de relaciones publicas en algún boliche”.
Las personas notificadas fueron imputadas por incumplir con el artículo 205 del Código Penal, el cual establece: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
El operativo obligó a participar a personal de la Subdirección de Control de Eventos y Locales de Esparcimiento, de Policía Vial, agentes de municipio de Luján, uniformados de la comisaría 30 de Luján y efectivos de Cuerpos Especiales.
Este lunes, también en Mendoza, se llevó a cabo otra fiesta clandestina. Fue en Tupungato y dejó un saldo de 11 personas imputadas por violar el artículo mencionado.
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