A partir de la orden de desalojo que dispuso la Justicia de un predio perteneciente al obispado de San Isidro en Villa Mascardi, cerca de Bariloche, una agrupación mapuche envió una carta al Papa Francisco para que intervenga en el conflicto y advirtió que resistirán ante medida, aunque se pueda "derivar en otra muerte”.
El escrito fue entregado al obispo de Bariloche, Juan José Chaparro, para que sea canalizado a través de los canales institucionales de la Iglesia. Además se envió una copia al obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, según lo que reconoció el titular de la Coordinadora Mapuche Tehuelche de Río Negro, Orlando Carriqueo, en diálogo con Infobae.
El jueves pasado, el juez de garantías Martín Arroyo ordenó la restitución al obispado de San Isidro del predio de una hectárea que fue ocupado en abril de este año por la lof Lafken Winkul Mapu. Antes de la usurpación, los querellantes denunciaron saqueos, robos y daños protagonizados por integrantes de esa misma agrupación mapuche.
Tras la decisión judicial referentes mapuches repudiaron a la iglesia católica con una movilización que realizaron a la Catedral de Bariloche. Más tarde, cambiaron de estrategia y optaron por recurrir a Francisco para que medie en el conflicto.
Chaparro recibió el fin de semana a los representantes de la agrupación con quienes dialogó sobre el inminente desalojo del predio ocupado.
“Le transmitimos al Papa nuestra preocupación ante la inminencia del desalojo de la comunidad y nos reunimos con el obispo de Bariloche para buscar una solución alternativa, en la que no se produzcan hechos de violencia” dijo Carriqueo.
El dirigente mapuche cuestionó la decisión judicial de desalojar el lugar e incluso también criticó al obispado de San Isidro ya que se había comprometido a no radicar la denuncia por usurpación.
En la nota describieron que en ese mismo territorio, en 2007 fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel, un integrante del grupo mapuche, en el marco de un intento de desalojo autorizado por el juez subrogante de Bariloche, Gustavo Villanueva: “Es una herida abierta para nuestro pueblo porque es un crimen sin culpables”.
El lote del obispado, donde estaban las cabañas Hueche Ruca, es lindero a las 6 hectáreas pertenecientes a Parques Nacionales, usurpadas en noviembre de 2017 por las familias identificadas con mapuches, en el marco de una supuesta “reivindicación territorial”. Fue en ese predio fiscal donde se produjo la muerte de Nahuel, de manos de un efectivo de la fuerza especial Albatros de la Prefectura Naval Argentina.
“Generar un desalojo en estas circunstancias podría derivar en que se rompa el diálogo con el Gobierno nacional y que el conflicto por las tierras se acentúe en toda la Patagonia, con hechos que pueden ser evitables si se asume una posición de diálogo y reconocimiento de una historia de despojo a la que hemos sido expuestos todos los pueblos originarios de América”, indicaron.
El grupo Lafken Winkul Mapu es uno de los más violentos del sur argentino y fue denunciado en innumerable cantidad de veces por ataques a vecinos de Villa Mascardi, fuerzas policiales, conductores ocasionales que pasaban por el lugar, turistas e incluso funcionarios judiciales de la provincia de Río Negro y del fuero federal.
La Coordinadora del Parlamento hizo alusión a los discursos del Papa en los que habla de “paz social, justicia para los que menos tienen y de no callarse y hacer lío” y mencionaron que “hoy estamos ante un proceso social que tiene que ver con las reivindicaciones de derechos comunitarios que nos da la preexistencia al Estado y sus injusticias”.
“Construir un camino de diálogo y entendimiento para que dos cosmovisiones distintas se encuentren, es una responsabilidad cuyo mayor peso recae sobre quienes han ejercido históricamente la opresión y el poder, en este caso el Estado y la Iglesia. Este es el camino a transitar para alcanzar definitivamente la Paz Social” finalizaron.
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