El calentamiento global y el cambio climático han provocado todo tipo de perjuicios. Pero también han tenido una consecuencia positiva, al menos, para la vitivinicultura.
Los científicos norteamericanos Gregory Jones y Michael White fueron los primeros en decirlo, cuando en 2003 afirmaron que el alza de las temperaturas había ampliado las cosechas de vino en regiones del mundo hasta entonces infértiles.
Es por eso que el sur de Inglaterra, a una hora de Londres, se ha convertido en la zona más cálida, seca y soleada del Reino Unido. Y en los condados de Kent, Sussex, Surrey y Buckinghamshire se dan las condiciones para el cultivo de uvas que jamás habían crecido allí: nada menos que Chardonnay, Pinot Noire y Pinot Meunier, las tres variedades clásicas que los franceses usan para su célebre champagne.
-Hasta la Reina Isabel produce su vino espumante inglés. Es el “Windsor Great Park”, lo sirven en los banquetes oficiales, como cuando vino Trump.
Me lo dice el argentino Javier Durán, desde Radnage, en Buckinghamshire, mientras esperamos el horario para grabar nuestra conversación por zoom.
Y agrega:
-Por aquí hay montones de viñedos y bodegas. Todos hacemos ese espumante con el mismo sistema clásico del champagne.
Que en realidad es igual al champagne, pero como esa palabra es una Denominación de Origen exclusiva de Francia, se denomina “english sparkling wine”.
En el mundo de los espumantes -o de los espumosos, como dicen los entendidos- los españoles no ocultan su orgullo por el cava, de la misma manera que los italianos celebran el avance incesante del prosecco. Ambos tienen mucha aceptación, aunque parecen estar un peldaño más abajo que el auténtico champagne.
La inesperada novedad es que el “english sparkling wine” está provocando una revolución. Y el sudeste de Inglaterra es la zona de producción que más crece en el mundo, con 600 viñedos en 3.500 hectáreas.
Esa tierra que hasta hace pocos años era inservible para para plantar vides y que hoy llama la atención de los bodegueros y de los inversores. También de los propios franceses.
La prueba es que Tattinger, una de las más famosas marcas de champagne del mundo, ha hecho un acuerdo con productores ingleses y comenzó a plantar Chardonnay, Pinot Noire y Pinot Meunier en Kent.
Allí, en ese mismo condado, donde se produce el espumante de la Reina Isabel. Y muy cerca del viñedo del argentino Javier Durán.
Lo veo en la imagen previa, en su lugar de trabajo, rodeado de botellas colocadas boca abajo. Insisto, para confirmar si utilizan el método de elaboración de los franceses:
-Sí Julio, usamos el mismo sistema, con la segunda fermentación en la botella.
Ya llega el momento de la conexión, estamos por grabar.
Pero antes, repasemos unos pocos datos que nos ayudarán a comprender el alcance de esta novedad.
En Reims, la zona privilegiada de Francia donde está la bodega Tattinger, la hectárea cuesta el equivalente a 870.000 libras esterlinas. En Kent, el precio es de 25.000 libras esterlinas. El propio Pierre Emmanuel Tattinger dueño de la bodega, decidió la compra de 70 hectáreas. A un par de horas de Reims, con un costo muchísimo menor, obtendrá el mismo producto.
Las condiciones del clima y de la tierra se lo aseguran. Mientras tanto, las marcas inglesas ganan prestigio: Ridgeview, Nyetimber, Chapel Down, Hambledon, Hattingley, Fortnum & Mason y Gusbourne se consumen en toda Europa.
Entre todos esos gigantes, ahora está Daws Hill. Esa es la marca del english sparkling wine artesanal hecho por un argentino que se mete en la pelea.
Agregamos una luz, controlamos el micrófono. Listo. Conversamos con Javier Durán:
-Vos estás en el Sur de Inglaterra... Y efectivamente es un lugar de sol, de viñas. Pero el Reino Unido no pareciera ser el lugar propicio para la elaboración de vinos.
-Bueno, como sabrás en Inglaterra mucho el sol no aparece. Pero sí, es un lugar propicio para plantar uvas y para hacer lo que creamos nosotros que es lo mismo que el champagne. Es el método tradicional pero en Inglaterra se le dice “english sparkling wine” solamente porque no es de origen de Champagne de Francia.
-O sea que cuando en la etiqueta dice sparkling wine uno debe pensar que es como el champagne pero hecho por los ingleses....Ahora, en este caso, hecho por vos que sos argentino. Javier, ¿cómo llegaste…?
-Argentino con pasaporte italiano. Ítalo argentino.
-Con pasaporte italiano... ¿Ahí fue que empezó tu aventura por el mundo?
-Así fue. Mirá, te cuento un poquito. Me fuie en el 2011. Mi hermano vivía (y vive) en Ibiza. Así que me fui a la isla a trabajar con él que tiene una empresa de transportes. Una de mis primeras noches me llevó a uno de los bares de un chico argentino y conocí a una camarera. Me encantó, me enamoré. Y ahí fue que la conocí a Holly. Después ella se fue a trabajar como baby sitter a Argentina, empleada del dueño del bar donde ella estaba trabajando en Ibiza. Salimos un par de veces: a Pinamar, a Mar del Plata, fuimos a la Costa. Y bueno, ocho años después aquí estamos. Vivimos tres años en Ibiza. Después cuando el padre de Holly fallece en el 2016 tuvimos la oportunidad de seguir con este proyecto que era como un hobby para él. Nosotros le estamos poniendo ahora un poco más de pilas, estamos abriéndonos a más mercados, estamos tratando de sacar el barco a flote.
-Daws Hill era del papá de tu novia, de Holly. Y ahora ustedes están al frente de esto. Ahí vos tenés algunas botella y se ve como un águila arriba de la marca...
-Tiene un águila porque en esta región, hace unos 20 años, reintrodujeron este tipo de águilas y ahora son una especie de plaga.
-En ese ambiente en el que estás hay muchas botellas. Y ahí mismo, en la mesa a tu derecha, hay una botella distinta.
-Sí, es una botella de sidra. En la época del año donde las manzanas ya están listas, están cayendo de los árboles, ponemos un anuncio en internet y nosotros vamos a todos los jardines que tienen manzanas de más a recogerlas. Me subo al árbol, muevo para que caigan las manzanas, las recolectamos y después hacemos ésta sidra. Tenemos dos tipos: esta que no es efervescente y otra sidra que la ponemos en el mismo proceso del sparkling wine, o sea la segunda fermentación es en la botella; es jugo de manzana más levadura de champagne. Nosotros lo llamamos apple champagne. Es algo diferente, es una sidra que tiene solo 7.5 de nivel de alcohol. O sea la mitad más o menos de los vinos. Es más para beber durante el día.
-El asunto es que ahí está Daws Hill compitiendo incluso con las grandes bodegas francesas...
-Creo que lo que están haciendo es plantar las uvas acá y después se las llevan para embotellar en Francia. Lo hacen por una cuestión de taxes, impuestos. Pero sí, ya hay varias bodegas francesas que están viniendo. Porque las características hoy en día, con el cambio climático, están favoreciendo a Inglaterra. Están haciendo muchas competencias ciegas, catas a ciegas: te ponen un vaso de champagne y un vaso de sparkling wine, vos no sabés, no ves la etiqueta, lo probás, y el sparkling wine está derrotando al champagne en estos momentos.
-¿Ahí ustedes hacen todo de manera artesanal? Porque vos contaste recién cómo bajas las manzanas del árbol y he visto en algunas fotos en la elaboración con un gotero, probando la bebida...
-Nosotros hacemos todo artesanal menos lo que es prensar las uvas. Pero después es todo artesanal: desde etiquetar las botellas, pulir las botellas, limpiar las botellas, encorchar las botellas.
- ¿Y qué producción tienen en número de botellas, por ejemplo anual?
-Por cosecha. El máximo que podemos producir son 10.000 botellas. Pero bueno, este año tuvimos una late frost, una helada tardía en mayo, que nos hizo perder el 90% de las uvas. Así que este año fue una cosecha muy mala para nosotros. Pero veníamos de dos años rompiendo récords, así que aproximadamente hicimos en los últimos dos años 8.000 botellas, algo así.
- Además de la bodega, un fuerte de ustedes es el turismo, los paseos.
-Hacemos tours los fines de semana. Al ser un viñedo tan chiquito lo que hacemos es mercados, preferimos nosotros vender el producto a la persona y verla a la cara. Entonces vamos a mercados locales, de farmers, de campesinos y también hacemos tours todos los fines de semana. Tenemos más o menos cuatro tours los sábados y domingos donde Holly, que es la experimentada, te da un paseo por el viñedo, le va mostrando a la gente cómo es el proceso de la elaboración de éste vino.
-Javier, ¿yo te puedo pedir que trabajes un poquito de camarógrafo y nos muestres?
Javier camina por el viñedo celular en mano. Muestra como unas conservadoras, heladeras: “Eeso es para tener siempre vino fresco a mano para los tours y eso. Ésta es la máquina para meter el líquido en la botella. Atrás están los tanques”, se entusiasma. El tour virtual continúa por la prensa. Y se distingue una gran construcción que en otro tiempo fue un establo donde se criaban caballos de carrera. “Bueno, te cuento, ésta es la prensa -señala Javier-. Vos metes las uvas ahí, adentro tiene como un globo que se infla y después te larga el jugo. Una vez que la botella está llena, ésta es la máquina para encorchar... Nueve meses mínimamente tiene que estar el vino en la botella. Pasado ese tiempo vos lo ponés en estos racks. Lo que hace este rack, mirá, es toda la sedamina y todo lo que hay en el pico de la botella... vos todos los días vas girando. Una vez para la derecha y una vez para la izquierda. Entonces va bajando la sedamina ¿no? Y te queda ahí en el pico de la botella. ¿Me seguís Julio? Una vez que ya tenés toda la sedamina en la punta de la botella, la metés en una máquina que enfría a -28º. Y congelás el pico de la botella nada más para no perder el producto. Abrís la botella, sale automáticamente por la presión el corcho de hielo y después ya la encorchas acá", dice.
-Oíme Javier, es extraordinario esto que estás mostrando. Y la cosecha la hacen también ustedes...
-Hacemos todo nosotros con la ayuda de la gente de acá. O sea, llamamos a voluntarios, ya que todos acá en Inglaterra colaboran y les gusta. Es un día al aire libre, la pasan bien. Así que vienen y nosotros les damos el almuerzo. Después paso yo con el tractor, recogemos las uvas, y ese mismo día que se recoge ya estamos con la prensa y haciendo todo.
-¿Qué extensión tiene el terreno?
-Mirá, el campo en total tiene 22 hectáreas. A donde está el viñedo plantado serán alrededor de 1.6 hectáreas.
-O sea que tenés mucho para sembrar todavía.
-Sí, tenemos más lugar para sembrar pero por ahora al ser los primeros años que nos estamos haciendo cargo todavía estamos aprendiendo y queremos esperar un poquito más hasta plantar más. Pero sí, es la idea en un futuro.
-Ahí veo que hay estuches de regalo.
-Sí, tenemos diez boxes. Son cajas que vienen o con tres botellas y también con un tour, el tour voucher. Eesto se vende mucho en los mercados. Y más para la época de Navidad. La verdad que vendemos bastante bien.
-Me imagino que lógicamente la restricción de la pandemia los ha afectado, los ha frenado un poco.
-Sí, como a todos me imagino. No fue nada fácil pero por suerte tuvimos bastantes ventas online. Lo que hicimos fue vender quesos combinados con el vino que hacemos, damos una descripción de más o menos cómo los podés maridar.
Javier maneja muy bien la cámara. Se lo digo. Y cuenta que es periodista: “Estudié en TEA periodismo deportivo, pero nunca ejercí. Solo algún que otro programa de radio hace muchos años. Ahora estoy pensando en abrir un canal de YouTube para contar cómo es la vida acá, qué es lo que hago. Así que estoy ahí, pensando en convertirme en youtuber".
-Muy bien. Javier, y ya que tocaste el tema, en esta vida de inmigrante, de trota mundo, ¿qué encontraste que no tenías y a lo mejor qué perdiste y añorás?
-Encontré calidad de vida. Es inexplicable, tanto acá como en España, en Ibiza, la calidad de vida es totalmente diferente a la Argentina. La tranquilidad de poder ir por la calle y no estar mirando cada dos segundos para atrás. Eso principalmente. Y extrañar se extraña todo. Se extraña a los amigos, a la familia, el fútbol, se extraña a Platense, se extraña ir a la cancha. Hay muchas cosas que se extrañan. Los buenos asados. ¿Qué más?
-Bueno, no te pregunto de qué cuadro sos hincha porque ya lo dijiste, sos calamar.
-Mis amigos me dijeron: “Nombrá a Platense, si no te matamos”.
-(Risas) Ya lo hiciste. Ya lo nombraste. ¿Y en el fútbol inglés?
-En el fútbol inglés sigo al equipo local que ahora subió, viene de dos ascensos consecutivos, ahora está en la Championship, que se llama…
-¿Ese es el Wanderers?
-El Wycombe Wanderers, así es. Los chairboys. Porque antiguamente High Wycombe, que es la ciudad más cercana que tengo aquí, era el lugar donde fabricaban las sillas para toda Inglaterra, entonces el club de fútbol se lo conoce como los chairboys, los chicos silla.
-Los chicos silla. Javier, ha sido un gusto enorme encontrarte, conversar, y descubrir Daws Hill, una marca que vamos a recordar. La aventura de un argentino por el mundo. Gracias Javier. Mucha suerte, hasta muy pronto.
-Hasta pronto Julio, te mando un abrazo grande.
-Chau, chau.
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