Quedó lejos su frase del 3 de febrero, cuando dijo “me preocupa más el dengue que el coronavirus” y auguraba que el COVID-19 sería controlado “en 30 o 40 días”. Pero ahora, con la llegada de las temperaturas más altas, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, retoma su inquietud por la aparición del mosquito Aedes aegypti, vector de esa enfermedad. En la ciudad de Posadas, Misiones, y junto al gobernador Oscar Herrera Ahuad, lanzó este mediodía “la campaña nacional para el abordaje integral del dengue, que contará como pilares estratégicos medidas específicas y articuladas con las jurisdicciones para la prevención durante todo el año, la contención frente a los primeros casos y el control de los brotes”, según indicaron en su cartera.
Una de las acciones que llevaron a cabo González García y Ahuad fue supervisar el descacharreo. El ministro de Salud señaló que “La lucha contra el dengue es un tema muy importante para nosotros y por eso decidimos venir aquí a lanzar la campaña con una estrategia clara de contención e intensificar el trabajo entre nación, las provincias y los municipios”. Además, explicó que “la estrategia debe estar acompañada por la participación comunitaria. Desde la nación pondremos en marcha desde este mismo momento promotores, técnicos y vehículos para accionar de forma temprana”.
La planificación -según informaron- incluye la estratificación del riesgo en zonas localizadas ,priorizadas por recurrencia de casos, eliminación y controles de lugares factibles de ser reservorios, vigilancia entomológica, saneamiento ambiental de los espacios públicos, capacitación, articulación intersectorial para motivar la eliminación de criaderos en los hogares, vigilancia epidemiológica y búsqueda activa de casos sospechosos.
El funcionario fue acompañado por agentes sanitarios, que recorrieron distintas manzanas de barrios de Posadas para llevar a cabo el operativo de descacharrado y brindar información sobre cómo prevenir la enfermedad.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti que se caracteriza por presentar franjas negras y blancas en sus patas y abdomen. Para reproducirse elige como criadero cualquier recipiente u objeto con agua quieta para dejar sus huevos (bebederos de mascotas, portamacetas, floreros, botellas, juguetes y todo aquello que pueda acumular agua).
Todas las etapas del ciclo de vida del insecto transcurren en el entorno domiciliario, ya que allí consiguen el alimento, el refugio y los criaderos necesarios para su supervivencia y reproducción. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada de dengue, al cabo de unos días al picar a otras, les transmite el virus. El contagio de dengue sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
Según el último Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación (que alcanza hasta el 12 de septiembre de 2020), entre las semanas 31 y 37 se notificaron 530 casos con sospecha de arbovirosis en el país. Del total de estas notificaciones, 464 corresponden a casos de dengue, mientras que las restantes 66 notificaciones corresponden a casos con sospechas de Enfermedad por Virus de Zika, posibles infecciones por Virus de Zika, Encefalitis de San Luis, Fiebre Chikungunya, y Fiebre del Nilo Occidental. En promedio, para las últimas tres semanas, se han notificado 55 casos semanales, mientras que, para las mismas semanas de la temporada anterior, el promedio fue de 33 notificaciones semanales.
“En lo que va del año 2020 -indica el Boletín en sus conclusiones- se ha registrado la mayor cantidad de casos probables y confirmados de dengue de la historia del país, así como también una mayor extensión geográfica y en el tiempo de los brotes en relación a años anteriores”. Así, el verano suma una nueva preocupación al COVID-19 de la mano de un viejo conocido: el dengue.
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