-Agustina Cinthia Vidal, ¿aceptás a Scott Joseph Marman como tu esposo?
-Sí, acepto. Absolutamente.
- Scott Joseph Marman, ¿aceptás a Agustina Cinthia Vidal como tu esposa?
- Sí, acepto.
Ella llevaba puesto un vestido blanco y una corona de flores dorada. Él, un traje negro con una camisa blanca, sin moño ni corbata. A diferencia de un típico casamiento en un Registro Civil, esta unión se realizó vía zoom porque novia y novio estaban a casi 10 mil kilómetros de distancia.
Ella en Rosario; él en Nueva York: el miércoles 21 de octubre de 2020 a las 19 horas, Agustina y Scott se convirtieron en la primera pareja binacional en casarse de manera virtual.
“Fue como un cuento de hadas de la edad moderna”, describe Agustina acerca de la ceremonia poco convencional.
La escena (cada uno en el living de su casa, mirándose a través de la pantalla de una computadora) quedó registrada en un video y bien podría formar parte de una película sobre el amor en tiempos de COVID-19.
Un flechazo
Agustina y Scott se conocieron en la ciudad de Denver, Estados Unidos, donde ella viajó en 2019 para hacer un intercambio cultural. Allí, cuenta la joven a Infobae, se hospedó en la casa de una familia que le presentó a Scott en una cena. "Desde entonces, nunca más nos separamos. Él es una persona muy interesante e inteligente. Además, es cariñoso y super protector”, describe.
En noviembre de 2019, la rosarina regresó a su provincia porque su intercambio había terminado. Dos meses después, en enero de 2020, Scott fue a visitarla y le propuso casamiento.
“Le dije que ‘Sí’. Me gustaría poder expresar lo feliz que estoy en este momento, pero por ahora lo único que puedo decir es que encontré a mi compañero de locuras, mi amigo, mi amor, mi todo y que quiero pasar el resto de mi vida con él. ¡¡¡NOS CASAMOS!!!”, escribió Agustina en su cuenta de Facebook el 16 de enero pasado.
Tras pasar casi un mes en Rosario, el 26 de enero Scott viajó a Estados Unidos para preparar la mudanza y así radicarse en Argentina. Agustina lo llevó al aeropuerto sin saber que esa sería la última vez lo vería en el año.
“Tenía fecha de vuelo para el 22 de marzo, pero el 18 se cerraron las fronteras y quedamos separados”, explica a este medio. “Al principio fuimos medio inocentes y creímos que iba a ser solo por 15 días. La desesperación arrancó el 29 de abril, cuando confirmaron que la medida se extendía hasta el 1 de septiembre”.
A partir de ese momento, recapitula Agustina, empezó su “batalla burocrática” para que Scott pudiera viajar a la Argentina. Se comunicó con los consulados de Dallas, Chicago y Los Ángeles. También se contactó con Migraciones y Cancillería.
“Las respuestas siempre eran negativas. Decían que si no estábamos casados, no podía entrar al país, ni siquiera firmando una declaración jurada. Nunca entendieron que él no viajaba como turista sino que venía a radicarse acá”, dice.
Después de meses, y tras asesorarse con un grupo de parejas binacionales separadas por la pandemia del COVID-19, consiguieron que el Estado de Utah les otorgara la licencia de matrimonio para casarse online. Así lo hicieron, el pasado miércoles 21 de octubre de 2020. “Nuestra idea original era casarnos con una ceremonia religiosa en mayo de 2021”, repasa ella.
Casamiento online
Desde el living de su departamento en Rosario, ese que alquiló con Scott en enero 2020 con la idea de decorar juntos, Agustina rezaba para que no se le cortara Internet. “Hasta ahora el Wi-Fi nunca me había fallado pero ayer, en algunos momentos del día, anduvo medio mal”, cuenta a Infobae la flamante novia.
Agustina es hija única y huérfana de padre desde 2015. El día de su boda, debido al contexto de emergencia sanitaria por el COVID-19 y las restricciones de distanciamiento social, solo estuvo acompañada por su mamá y un equipo de profesionales que la asistieron con el maquillaje, el peinado, las fotos y el video. El resto de su círculo íntimo (familiares y amigos) siguieron la previa y la ceremonia por zoom.
Después, dice, hubo brindis virtual. “Fue medio caótico porque la mitad de los invitados hablaban un idioma y la otra mitad, otro. Así que me la pasé oficiando de traductora”, apunta entre risas.
Aunque su español no es muy bueno, Scott se esfuerza por aprender con una maestra particular. “Él es un ex veterano de Guerra y está acostumbrado a moverse de un lugar a otro. Está muy contento e ilusionado de venirse a la Argentina. Por otro lado, yo estoy estudiando el Traductorado de Inglés en el Instituto Olga Cossettini y para mí es importante poder desarrollarme profesionalmente acá. Los meses que estuve de intercambio afuera extrañé mucho mi provincia y mi país. Los argentinos somos cálidos y familieros”, apunta Agustina.
¿Cuándo podrán tener su noche de bodas? De acuerdo con la rosarina, el vínculo matrimonial ahora será apostillado y, con ese certificado, Scott podrá aplicar una visa de reunificación familiar (que tiene un valor de 850 dólares) para ingresar al país. “No veo la hora de abrazarlo”, se despide ella que, desde el 26 de enero, sueña con ese momento.
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