Frustrado por la falta de trabajo en Formosa y angustiado por no contar con el dinero suficiente para mantener a su mujer y su hija de 3 años, Mauro Ledesma (23) aceptó la propuesta de un productor rural para trabajar en el Tambo La Cautiva, situado en Córdoba. Fue así como a principios de enero partió de su humilde casa del pueblo de El Colorado, situada a tan solo 150 metros del río Bermejo, en busca de una nueva oportunidad para darle un futuro mejor a su familia. Lo que nunca imaginó es que la cuarentena por coronavirus que decretó el gobierno el 20 de marzo iba a frustrar su planes de progreso y atentar contra su propia vida.
A pesar de que los primeros 7 meses Mauro pudo cumplir con su promesa de enviarle dinero a Tamara (20), todo se complicó a partir del 21 de agosto cuando lo echaron del establecimiento ganadero donde se dedicaba a ordeñar vacas.
Sin plata para pagar un alquiler ni solventar sus gastos, el joven decidió volver a su provincia y para eso tramitó la solicitud de ingreso en la página web, el 25 de agosto. Como pasaban los días y no obtenía ningún tipo de respuestas, emprendió el regreso por su cuenta y tras atravesar toda la provincia de Santa Fe a dedo quedó varado en la ciudad de Basail, en el límite con Chaco, sin posibilidad de avanzar debido a las restricciones interprovinciales.
Allí se encontró con un grupo de varados formoseños que estaban en su misma situación, y se sumó a una especie de campamento que habían armado mientras trataban de buscar una solución al problema. Se contactaron con la concejal de la ciudad de Formosa y también abogada Gabriela Neme, quien elevó un pedido al defensor del pueblo de la Provincia y a la Subsecretaría de Derechos Humanos para que intercedieran por ellos ante el Poder Ejecutivo.
“Actualmente hay 10 mil solicitudes en curso pero no hay transparencia por parte del gobierno. Nadie sabe a quién se le autoriza la entrada y en qué fecha. No hay un orden. El permiso se puede solicitar una sola vez y hay que esperar a que te respondan, porque si lo volvés a pedir te salta que la solicitud está en trámite. Hay gente que lo solicitó en abril y todavía no le salió. No hay certezas y la gente varada está desesperada”, precisó a Infobae el abogado Daniel Suizer, quien trabaja en conjunto con la doctora Neme.
En esa misma desesperación cayó Mauro que, cansado después de dos meses de espera, decidió tomar una drástica y peligrosa determinación. “Cruzó a Chaco de manera clandestina y se instaló en el pueblo de San Martín, que está justo a la misma altura del pueblo formoseño de El Colorado, con el río Bermejo de por medio, donde viven su mamá y su hermana”, contó Suizer.
En ningún momento Mauro perdió comunicación con Tamara. La mantenía informada todo el tiempo de sus movimientos y ella se puso muy contenta cuando se enteró de que faltaba poco para el reencuentro. “A cada orilla las separan apenas 100 metros. Hubo mucha gente que se animó a cruzar nadando. Él sabía nadar, estaba confiado en que lo podía hacer pero no quiso contarle a su mujer para no preocuparla”, recordó el abogado.
“En cada mensaje que Mauro le enviaba a su amigo Luis Galeano, otro de los formoseños varados, él lo notaba más angustiado y desesperado. Y en el último Whatsapp que le envió, el miércoles 7 de octubre, le contó que iba a cruzar a nado el río sí o sí para estar con su familia”, señaló Suizer, haciendo hincapié en prefería poner en peligro su vida antes que seguir varado.
Mauro vivía en una casita muy humilde que construyó sobre un terreno fiscal en una zona periférica de El Colorado. Siempre vivió de changas y su mujer cobraba el Plan Alimentar. “En Formosa, o dependés del Estado o de alguna cooperativa. No hay posibilidad de trabajo en el ámbito privado y mucho menos en ese pueblo del interior que está a 130 kilómetros de la capital”, aseveró con sinceridad el abogado. Y agregó: “Él sabía que una vez que cruzara el río nadando caminaba una cuadra y media y llegaba a su casa. Tenía pensado darles la sorpresa a Tamara y a su hijita”, se lamentó.
El cuerpo de Mauro fue hallado el domingo 11 de octubre por un pescador a la vera del río Bermejo, del lado de Chaco. “El gobierno argumentó que se trataba de un joven que tenía una novia chaqueña y que había cruzado nadando para verla. El mensaje que pareció dar es ‘calavera no chilla’. Eso lo dijo para desviar su responsabilidad y negar que se tratara de un varado”, precisó Suizer, quien enterado de la noticia acudió al lugar y filmó todo con su celular.
“El cadáver estaba boca abajo, hinchado y en estado descomposición. Luego de hacer las investigaciones pertinentes descubrimos que se trataba de Mauro, uno de nuestros representados”, se entristeció el letrado, quien inmediatamente se puso en contacto con su mujer.
Este lunes por la mañana, los doctores Suizer y Neme presentaron una denuncia ante el Juzgado Federal de Formosa por un presunto delito de “acción pública” perpetrado por el gobierno provincial. “El DNU presidencial de la cuarentena no sólo establece normas para el ciudadano de pie sino también para cada distrito. Una cosa es garantizar un ingreso ordenado a una provincia y otra cosa es la limitación de un derecho, cuando hay gente esperando siete meses una contestación”, explicó Suizer.
Y concluyó: “Un mes atrás, ese mismo juzgado le había ordenado al gobierno que regularizara la situación de los 10 mil varados formoseños siguiendo todos los protocolos sanitarios vigentes y todavía no lo hizo”.
Lo curioso es que la situación sanitaria de Formosa no es tan crítica como sí lo es en otras provincias del norte del país. Tiene sólo un muerto y 138 casos positivos.
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