Mientras la pandemia de coronavirus avanza considerablemente en la provincia de Chubut, donde ya se contabilizan 4.143 casos positivos y 101 muertos, también crece la preocupación por el aumento de infectados en barcos pesqueros que se encuentran en alta mar frente a su costa.
Desde el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) aseguran que unos 13 barcos, que se encuentran en las inmediaciones de Puerto Madryn, tienen unos 300 tripulantes con COVID-19 a pesar que la mayoría de las embarcaciones llevan un mes y medio sin tocar puerto.
Lo que más preocupa a las autoridades provinciales es que esa ciudad, junto a Comodoro Rivadavia, son las que presentan más casos activos en Chubut por lo que pusieron reparos para permitir que la tripulación haga la cuarentena en tierra.
Juan Navarro, Secretario de Pesca del SOMU, advirtió que “hay toda una psicosis” debido a que muchos hoteles no quieren abrir sus puertas para alojar a los marineros que necesitan transitar la enfermedad ante posibles casos de gravedad.
“Estamos en alerta, porque no vemos por dónde vienen los contagios. Hay barcos que no han hecho relevo, los muchachos llevan 45 días arriba del barco y han tenido contagios. No sabemos por dónde vienen”, dijo Navarro a FM del Viento.
Asimismo, el dirigente gremial aclaró que la mayoría de los infectados son asintomáticos y no revisten gravedad. “Muchos prefieren quedarse en los barcos, pero necesitamos bajarlos”, indicó.
Conscientes de la delicada situación sanitaria que atraviesa Madryn, sumada a que no tiene la infraestructura hotelera para albergar a todos esos trabajadores, Navarro aseguró que están tratando de gestionar con Nación para que deriven los barcos a otros puertos.
Frente a este panorama, el SOMU amenazó con un paro de actividades y le envió una carta al presidente Alberto Fernández, donde solicitó las “garantías necesarias” para seguir desarrollando la actividad.
El documento lleva la firma del Secretario General, Raúl Omar Durdos; el Secretario de Pesca, Juan Navarro; y el secretario del Interior, David Villalba. En la misiva, los dirigentes también manifestaron su preocupación por las dificultades que atraviesan para poder cursar la enfermedad en tierra debido a las medidas que toman las provincias para prohibir el ingreso de personas oriundas de otros distritos.
“En los últimos días ha escalado de manera exponencial la cantidad de tripulantes embarcados infectados por covid-19. Hoy son más de mil las trabajadoras y trabajadores a bordo de buques pesqueros en todo el país”, señaló el SOMU.
Para graficar la situación que atraviesa el sector, ejemplificaron con lo que está ocurriendo actualmente en la rada Golfo Nuevo de la Ciudad de Puerto Madryn, provincia de Chubut, donde actualmente hay fondeadas 13 embarcaciones en las que todos sus tripulantes.
“Ante ello las empresas pretenden se mantengan en rada sin asistencia médica por el término de 14 días más, lo que desde luego atenta contra todo protocolo sanitario conocido y el mínimo sentido del respeto por la salud de los trabajadores”, indicaron. También destacaron las complicaciones que derivan de la escasas dimensiones de la “vetusta flota”.
En este sentido, solicitaron al Presidente “la inmediata intervención a los efectos de obtener las garantías necesarias para poder seguir desarrollando nuestras tareas”. Y agregaron: “Hablamos de trabajadores esenciales, así declarados desde el inicio de la pandemia, que literalmente le están poniendo el cuerpo día a día, no solo por su compromiso profesional, sino también por el compromiso que tienen con el país, que más que nunca nos necesita a todos”.
Así las cosas, aseguraron que el panorama es “insostenible” y que el gremio se ve “en la obligación de decretar el cese de toda actividad pesquera”.
El primer caso de marinos embarcados con coronavirus se produjo a bordo del pesquero Echazú Marú, en julio de este año, que llegó al puerto de Ushuaia con toda su tripulación infectada luego de permanecer 35 días en alta mar.
La particularidad de este caso es que los primeros síntomas lo tuvo el médico de la embarcación a los 32 días de haber partido pese a que en ningún momento nadie tuvo contacto con otros pesqueros. La única explicación que se encontró fue que algunos marineros embarcados habían viajado a Tierra del Fuego en avión. En esa máquina viajaba un hombre que se convirtió en la primera víctima fatal de la provincia fueguina afectada por el COVID. Pero eso ocurrió días antes de embarcarse y todos los marineros habían sido controlados antes de subir al pesquero. Después siguieron casos en los puertos de Comodoro Rivadavia, Rawson y Puerto Deseado.
A pesar del creciente número de casos, Jorge Frías, Secretario General de la Asociación Argentina de Capitanes de Pesca y delegado de la Liga Naval Argentina En Mar del Plata, destacó que los protocolos puestos en marcha hicieron que desde el inicio del pandemia no se presentaran -hasta el momento- trabajadores contagiados. “Demasiado que aguantó cinco meses. Ahora hay que atender los problemas a medida que vayan surgiendo. Es decir, dar atención a los buques que se vean afectados”, explicó Frías a Infobae.
“Al principio los barcos permanecían en alta mar y estaban dos mareas sin desembarcar, pero no todos. Estibadores, reparadores, proveedores subieron al barco y ahí está la fisura. Es difícil controlar ya que el COVID camina por las calles y no hay manera de pararlo en los barcos. Ha habido un trabajo satisfactorio ya que estuvimos 5 meses sin casos”, enfatizó Frías, quien alertó que ahora “los barcos están entrando a los puertos cada 5 o 6 días y también está la incursión de los fresqueros que lo hacen cada 2 días”.
“Todo se complica con el desorden que hay en los puertos, dado que todas las actividades se mezclan y a esta altura ya no se puede buscar un responsable en la marinería o capitanía porque también están los estibadores y otros trabajadores y se desmadró”, concluyó.
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