El panorama de los incendios de Córdoba parece verse cada vez más complicado. Algunos especialistas consideraron que la jornada del miércoles fue la más dura de los 10 días de llamas continuas y hasta un experto consideró que uno de los focos es uno de los fuegos más complicados para extinguir en todo el mundo.
Mientras el clima sigue sin ayudar, la situación se está volviendo límite. Tal es así que el propio Gobierno de la Provincia lanzó por primera vez en muchos años la “alerta amarilla” al Consejo Federal de Bomberos Voluntarios, lo que advertiría un potencial pedido de ayuda y de requerimiento de la llegada de especialistas por parte de otras provincias.
“La zona que se está quemando está entre los 10 lugares del mundo de mayor dificultad con el fuego, al nivel de California, España, Portugal, Australia, por citar algunos, que tienen realmente incendios muy complicados también”, afirmó el titular de Defensa Civil de la provincia, Diego Concha, en declaraciones a medios locales.
“Estos lugares son muy complicados porque tienen mucha interfase, donde el fuego propiamente dicho llega a zonas urbanas o pobladas”, añadió.
Según informó el propio Gobierno de Córdoba, las zonas más afectadas durante el miércoles fueron Villa Carlos Paz y Parque Síquiman. El punto medio entre esos dos lugares ardió durante todo el día, casi fuera de control.
Una vez que el viento viró hacia el sur, el incendio se perfiló hacia Parque Síquiman y puso en jaque a muchas viviendas que se encontraban en la zona.
Así, la Policía cordobesa debió iniciar un relevamiento de toda el área para promover la autoevacuación de los vecinos y para cotejar el estado de las casas ante el paso del fuego.
En principio, el reporte oficial indicó que tres menores de edad tuvieron que ser derivados por la Policía a un centro de salud cercano, donde ya se recuperan de la inhalación de humo.
Precisamente, el titular de Defensa Civil también hizo un llamado de atención a los propios pobladores de las zonas afectadas, a quienes les solicitó colaboración en las evacuaciones.
“La gente es siempre solidaria, pero con el afán de querer colaborar realmente pone en riesgo su integridad física”, advirtió Concha.
Y criticó: “En Estados Unidos cuando se da una orden de evacuación la gente se sube a su carro, sabe cuáles son las vías de escape y se va (...) En Argentina se da una orden de evacuación y la gente que no debería viene a la zona del incendio. Entonces algo nos pasa como sociedad. Es un serio problema de educación, si como sociedad no tomamos esto en serio, no podemos tener un bombero en la puerta de cada casa. Tenemos que ser todos responsables para evitar que todo nuestro monte nativo se siga quemando”.
Otro de los focos de incendio se originó en el sur de la provincia, más precisamente en las zonas de Alpa Corral, Villa El Chacay y Las Albahacas. A su vez, en las zonas de La Paisanita y Falda del Carmen, el cuerpo de bomberos debió ser asistido por dos helicópteros y un avión hidrante.
Algo similar ocurrió en la zona de Tanti, donde se debió atender un incendio que bajó desde “los gigantes” hacia Cerro Blanco y luego en dirección a Durazno.
Durante todo el miércoles trabajaron 443 bomberos voluntarios, 10 aviones hidrantes, un vigía y dos helicópteros de la provincia.
Claudio Vignetta, secretario de Gestión del Riesgo Climático y Catástrofes de la provincia aseguró que el “alerta amarilla” es por ahora un llamado de atención a los bomberos de todo el país y que existe la posibilidad de declarar el “alerta roja”, lo que significaría un pedido de presencia de bomberos que lleguen desde otras partes de la Argentina.
Concha, a su vez, advirtió que en 2009 y 2013 se generaron graves incendios en Córdoba pero nunca presenció algo como lo que está ocurriendo ahora mismo.
El incendio que se acercó a Tanti, que todavía sigue activo, se estima que ocupa una superficie de 70 mil hectáreas.
La provincia de Córdoba cuenta con 4.500 bomberos voluntarios distribuidos en 190 cuarteles. Hay algunos de esos especialistas que duermen apenas entre 3 y 5 horas por día y que permanecen en las zonas de lucha directa con el fuego durante más de 12 horas.
Además de confirmar que el 98% de los incendios en la provincia fueron provocados por la mano del hombre, el clima ni siquiera ayuda: “Hubo temperaturas que llegaron a los 35º C, con un 18% de humedad y un viento fuerte desde el norte con ráfagas de hasta 45 km/h. Eso es un cóctel explosivo, sumado a que hace cuatro meses y medio que no llueve”, se lamentó Diego Concha.
En las últimas horas, se analizaba la posibilidad de realizar pequeños cursos para voluntarios que puedan ayudar a los bomberos desde una segunda línea de combate contra las llamas.
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