Los une el amor pero, desde marzo, los separa el cierre de fronteras: el drama de un grupo de parejas argentinas y uruguayas

Se unieron a través de las redes sociales bajo la consigna: “Amor no es turismo”. Sin libreta de matrimonio ni certificado de concubinato, tienen vedada la entrada al país ajeno. Piden flexibilizar el cierre de fronteras para reencontrarse. Aquí, sus historias

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Desde las cuentas de Instagram y de Twitter @ParejasUyArg, más de 50 parejas mitad argentinas y mitad uruguayas, sin libreta de matrimonio ni certificado de concubinato, piden a las autoridades una excepción para poder volver a verse.
Desde las cuentas de Instagram y de Twitter @ParejasUyArg, más de 50 parejas mitad argentinas y mitad uruguayas, sin libreta de matrimonio ni certificado de concubinato, piden a las autoridades una excepción para poder volver a verse.

La lista es de aproximadamente 50 parejas “binacionales no casadas”. Algunos viven en Argentina, otros en Uruguay. Los une el amor pero, desde marzo, los separa el cierre de fronteras implementado para evitar la propagación del COVID-19. Agrupados bajo la consigna: “Amor no es turismo”, que se replica en otros países del mundo, solicitan a las autoridades que les habiliten un permiso para reencontrarse.

“Hace seis meses que estamos desesperados. Los cierres de fronteras no prevén un paso para la reunificación de parejas que no están casadas. Los documentos que nos piden, debido a la situación de la pandemia, no se pueden conseguir. Lo único que queremos reencontrarnos y transitar juntos la cuarentena”, dice a Infobae Iara Villalba (31).

De Lanús, provincia de Buenos Aires, Iara está en pareja con un charrúa hace siete años. “En Europa hay alrededor de doce países que ya tomaron medidas para ayudar a personas que están en nuestra misma situación. Por eso les pedimos a nuestros gobernantes que sigan el mismo ejemplo", explica Villalba a este medio. "Durante el último mes intentamos ponernos en contacto con funcionarios, tanto argentinos como uruguayos, y les presentamos proyectos, basados en las buenas prácticas de la experiencia internacional, para la reunificación de parejas binacionales no casadas. Estamos dispuestos a presentar declaraciones juradas que acrediten nuestras relaciones y cumplir cualquier protocolo que se nos pida”, agrega.

A continuación, cinco historias que reflejan cómo intentan achicar a distancia, mientras esperan que les den luz verde para poder volver a verse, besarse y abrazarse.

JUAN LUIS ESPASANDÍN (57) Y PATRICIA SCHILD (47)

Juan Luis Espasandín (57) y Patricia Schild (47) en una de sus tantas videollamadas diarias. Durante estos meses, un familiar de ella falleció de coronavirus y él no pudo estar a su lado, ni abrazarla.
Juan Luis Espasandín (57) y Patricia Schild (47) en una de sus tantas videollamadas diarias. Durante estos meses, un familiar de ella falleció de coronavirus y él no pudo estar a su lado, ni abrazarla.

Él es empresario y vive en Montevideo. Ella es fotógrafa y reside en Capital Federal. En diciembre de 2020 van a cumplir cinco años de relación. Como el resto de las parejas que integran el grupo “Amor no es turismo”, Juan Luis y Patricia no están casados. La última vez que se vieron, cuenta él, fue el 9 de marzo de 2020 cuando ella viajó a Uruguay para celebrar el cumpleaños de las hijas de él.

Se despidieron creyendo que se reencontrarían a la semana en Buenos Aires, pero el charrúa no pudo volver a cruzar el charco. “Jamás pasamos tanto tiempo sin vernos”, dice Juan Luis a Infobae. “Acá en Uruguay el COVID-19 ha sido mucho más leve que en Argentina. En este momento yo voy a trabajar, puedo ver a mis hijas y juntarme a cenar con mis amigos. Para Pati, en cambio, la situación es mucho más dura y yo quiere acompañarla. Durante estos meses, un familiar suyo falleció de coronavirus y no pude estar a su lado ni abrazarla”, lamenta.

Aunque mantenían una relación a distancia, Juan Luis y Patricia no pasaban más de diez días sin verse. “Nunca creímos que necesitaríamos papeles para vernos. Compartimos hogar aquí en Capital y allá en Montevideo”, apunta Pati. “Yo intenté tramitar mi residencia en Argentina y no hubo forma. Incluso, hasta me presenté ante un funcionario del Consulado Argentino. Lo primero que me preguntó es si estábamos casados. Le dije que 'No’ y me respondió: ‘Arrancamos mal desde la base Sin libreta es muy complicado’”, agrega el uruguayo afligido.

DANIEL MONTERO (26) Y GABRIELA D’AMICO (27)

Daniel Montero (26) y Gabriela D’Amico (27) están en pareja hace dos años. Antes de la pandemia y del posterior cierre de fronteras se veían una vez por semana.
Daniel Montero (26) y Gabriela D’Amico (27) están en pareja hace dos años. Antes de la pandemia y del posterior cierre de fronteras se veían una vez por semana.

Se conocieron en 2018, durante un viaje a Colonia, que Gabriela hizo con amigas. Después -cuenta ella- continuaron la relación a través de redes sociales hasta, que un mes más tarde, concretaron una primera cita. Desde entonces -asegura- se volvieron inseparables.

Antes de la pandemia nos veíamos todos los fines de semana: o venía él o viajaba yo”, apunta la joven de 27 años, oriunda del conurbano bonaerense, acerca del vínculo con el uruguayo (que reside en la ciudad de Carmelo), a quien vio por última vez el domingo 8 de marzo.

Licenciada en Administración Agropecuaria, a Gabriela le falta una materia para recibirse de Contadora en La Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y eso la retenía en el país. “Nuestro plan era comprometernos en enero de 2021 y casarnos a fines de ese año; pero considerando todo esto, la idea es adelantar las cosas y radicarme allá en cuanto abran las fronteras”, dice. ¿Por qué no pueden hacerlo ahora? A los argentinos que quieren entrar a Uruguay se les solicita un certificado de concubinato. Para acceder a éste, se precisan al menos cinco años de relación comprobable que, en su caso, no poseen.

FEDERICO ARÉVALO (39) Y IARA VILLALBA (31)

Federico Arévalo (39) es ilustrador y uruguayo. Iara Villalba (31) es diseñadora gráfica y argentina. Están en pareja hace más de siete años.
Federico Arévalo (39) es ilustrador y uruguayo. Iara Villalba (31) es diseñadora gráfica y argentina. Están en pareja hace más de siete años.

La primera vez que se vieron, hace más de una década, todavía no existía Facebook sino su antecesor: el Fotolog. Mensaje va, mensaje viene, “pegaron onda” enseguida. Él ilustrador, ella diseñadora gráfica, con la idea de dejar de extrañarse fue el charrúa quien decidió cruzar el charco para instalarse en Lanús, de donde ella es oriunda.

“Él pasa tres meses acá, que es lo que le permite el visado, y después vuelve a Montevideo para estar un mes con la familia y los amigos”, explica Iara a Infobae. Cuando Federico se fue, el 15 de marzo de 2020, él y su novia pensaron que fue una suerte que la pandemia lo agarrara en Uruguay. “Sus padres están cerca de los 80 y nos pareció bueno que él pudiera estar ahí con ellos. Pero claro, nunca pensamos que se iba a extender tanto”, dice ella y se le quiebra la voz. “No nos vemos desde esa fecha”, agrega.

Un caso similar es el de Ignacio (25) y Abigail (26). Él de Montenvideo; ella de Buenos Aires. Para resguarda su identidad, prefieren no revelar sus apellidos ni mostrarse en fotos. En pareja desde 2016, la última vez que se vieron fue el 1 de marzo.

“Esto se ha vuelto muy difícil: no se puede mantener una relación de manera virtual. Más allá del contacto físico, uno necesita compartir la cotidianidad”, sostiene Ignacio, que por la flexibilidad de la que dispone en su trabajo, especula con la posibilidad de venir a la Argentina y realizar una cuarentena. Siempre y cuando las autoridades se lo habiliten.

Nosotros no tenemos un vínculo formal o legal que justifique nuestra relación. Nos sentimos bastante excluidos con respecto a la excepcionalidad de solo familias. Es un planteo reduccionista, excluyente y fuera de época”, agrega.

FLORENCIA BATTISTA (37) Y BRUNO LESCANO

Florencia Battista (37) y Bruno Lescano (35) se casaron el 21 de agosto en Uruguay para que él pudiera venir a vivir a la Argentina.
Florencia Battista (37) y Bruno Lescano (35) se casaron el 21 de agosto en Uruguay para que él pudiera venir a vivir a la Argentina.

Ella es abogada y vive en Caballito. Él es profesor de educación física y vive en Montevideo. En agosto pasado, después de cinco meses y medio sin verse, Florencia Battista pidió un permiso especia al Consulado Uruguayo y logró cruzar el charco para contraer matrimonio con Bruno Lescano, su pareja desde hace cinco años. Si bien el casamiento estaba en sus planes, lo apuraron para que Bruno pudiera salir de su país. Pero eso todavía no fue posible.

“Tiene que esperar a que le salga el visado, por el que tenemos que pagara 550 dólares. Todavía estamos juntando el dinero”, explica Florencia.

Florencia Battista es la artífice del grupo “Amor no es turismo” (que reúne cerca de 50 parejas mitad argentinas mitad uruguayas) al que todavía se siguen sumando personas. “Lo armé en junio porque me di cuenta de que había mucha gente en la misma situación que Bruno y yo. La mayoría de los casos son mujeres argentinas (varias de de Entre Ríos) con parejas uruguayas (de Paysandú o de Salto). Algunos no se ven desde hace siete u ocho meses”, apunta Battista.

Infobae se puso en contacto con la Embajada Argentina para consultar acerca de la situación de estas parejas. La respuesta que obtuvo este medio fue que el cierre de fronteras en ambos países sigue vigente debido a los decretos establecidos por el Poder Ejecutivo de cada país.

¿Si cabe una excepción? Por el momento no. Si llegara a haberla, indican desde la Embajada, habría más chances de que el país vecino que, según un artículo del British Medical Journal (BMJ) parece haber vencido al COVID-19, abra sus fronteras para el turismo. “Todavía lo están estudiando”, sostuvieron.

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