El reloj marcaba las 16 horas del viernes 11 de septiembre cuando un camionero, que trasladaba bolsas de harina desde Buenos Aires hasta Formosa, fue detenido en la localidad de Cabo Primero por violar una de las medidas de prevención que estableció el Gobierno contra la pandemia del coronavirus.
La policía local acusó a Jorge Daniel Fritz de haber violado el artículo 205 del Código Penal, al romper la faja de seguridad cuando descendió de su camión para realizar los controles de la mercadería, y lo hizo permanecer en prisión durante 15 días.
Antes de ser metido al calabozo, Fritz fue hisopado y el resultado del test fue negativo. Una vez en la celda, el hombre comprobó que había otros 6 camioneros que habían sido encarcelados por el mismo motivo.
Desde la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac) emitieron un duro comunicado contra la provincia por no dejar a los camioneros realizar su trabajo, y más cuando el transporte de alimentos y materias primas es considerado una actividad esencial.
A pesar que los abogados de la federación presentaron ante al juez de Instrucción y Correccional N°5 un recurso solicitando la excarcelación, el pedido fue denegado y Fritz recién pudo recuperar su libertad este sábado por la noche, cuando cumplió con la cuarentena obligatoria que establece el gobierno formoseño.
“Algunas provincias nos meten presos como delincuentes por hacer nuestro trabajo. Esto es inaceptable”, declaró Miguel Bettili, dirigente de la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra).
A Fritz le sacaron su celular y durante las dos semanas que estuvo preso solo lo dejaron tener contacto con su mujer y su abogado. “Le habían informado a mi familia que estaba en un centro de aislamiento cumpliendo la cuarentena pero esto no fue así. Yo estuve en un paraje en el medio de la nada, en una celda con candado. Lamento que me haya tocado pasar esto”, relató Fritz al ser entrevistado por TN.
Recordó que estuvo “muy atemorizado” y que luego de permanecer 13 días le volvieron a realizar otro hisopado, que también dio negativo.
El camionero contó que hace el mismo trabajo desde hace 11 años y que este era el cuarto viaje que hacía desde la entrada en vigencia de la cuarentena. Admitió que los que los controles de acceso a Formosa son muy estrictos y que cuando llegó a Puente Lavalle además de tomarle la temperatura y la oxigenación tuvo que completar unas planillas y luego le trazaron una hoja de ruta para que pueda circular sin inconvenientes.
“A pesar de ello, cuando me detuvieron en Cabo Primero me dijeron que había ingresado a la provincia de manera ilegal”, se quejó el camionero.
Si bien admitió que es consciente que no podía descender del vehículo, dijo que en los viajes anteriores no había tenido ningún inconveniente y que cada vez que bajaban la carga tenía que acomodar las bolsas para nivelar un poco el peso. “No quiero ningún compañero tenga que pasar por esto porque la cabeza te la destruye”, se lamentó Fritz.
Tratando de buscarle el lado positivo al asunto, el hombre celebró que hoy -que es el día de su cumpleaños- pueda festejar con sus seres queridos después de la odisea que le tocó vivir.
Lo único que le preocupa es cómo seguirá de ahora en adelante ya que no quiere volver a exponerse a esa misma situación. “Yo no no me voy a volver a subir a un camión y esto no debería ser así porque mañana voy a ser un desocupado más”, concluyó con una mezcla de bronca e impotencia.
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