Tras un pedido formal de la Comisión de Estudios del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA), el Gobierno accedió por primera vez en la historia a desclasificar archivos sobre posibles avistamientos de naves extraterrestres e hizo públicos los datos disponibles sobre el denominado “Caso Bariloche”, ocurrido en 1995.
De esta manera, toda la investigación de este hecho, incluyendo las conversaciones entre la Torre de Control y los pilotos de los dos vuelos que habrían tenido contacto con el objeto no identificado, se encuentra disponible bajo el expediente 2020-60053899-APN-DNAIP#AAIP, con fecha del 9 de septiembre de 2020.
Se trata de los primeros documentos a los que logra acceder CEFORA, una organización civil que "viene desarrollando una intensa campaña de solicitud de Acceso a la Información Pública de cara a la sociedad, a través de la Ley 27.275, que faculta al ciudadano a pedir información de su interés a cualquier organismo del Estado”.
El avistaje ocurrió el 31 de julio 1995 y tiene como protagonistas al capitán Jorge Polanco, de Aerolíneas Argentinas; a los comandantes Rubén Cipuzak y Juan Domingo Gaitán, de Gendarmería Nacional; y al Jefe del Aeropuerto de Bariloche, el Suboficial Daniel García.
De acuerdo con un comunicado emitido por CEFORA luego de que se desclasificaran estos archivos, todo comenzó cuando, ese día, “Polanco, en operación de aterrizaje, fue interceptado por un objeto que lo obligó a realizar una maniobra de escape de alto riesgo”.
“Por otra parte, un avión de Gendarmería Nacional, que realizaba un vuelo sanitario, pilotado por los Comandantes Juan Domingo Gaitán y Rubén Cipuzak, fueron testigos protagónicos del episodio”, explicó la Comisión que se dedica al estudio de estos fenómenos.
Según relataron, "el evento fue registrado por la Torre de Control donde se encontraba el Jefe del Aeropuerto, el subificial Daniel García, generando comunicaciones entre controladores aéreos y pilotos, siendo observado además, por múltiples testigos y personal del servicio Meteorológico y de pista”.
Fue gracias a que “una cantidad de ciudadanos asesorados por CEFORA, realizaron solicitudes" para poder acceder a toda la información al respecto de este suceso, que uno de ello, Pablo Álvarez, obtuvo una respuesta favorable por parte de las autoridades nacionales y recibió “la copia de la desgrabación” de toda la conversación entre Gaitán, Cipuzak, Polanco y García.
Además, a esta persona se le entregaron "las declaraciones del día de los hechos en el aeropuerto de Bariloche de los testigos principales y las actuaciones con los mails correspondientes de investigadores civiles preguntando por el caso, dando lugar e inicio al expediente 5374181 del 9 de agosto de 1995”.
El organismo precisó que “la respuesta fue enviada por Bárbara Benetti, responsable de Acceso a la Información Pública de la Dirección de Transparencia Institucional, a través de una notificación emanada el 6 de julio" pasado, por autorización del Brigadier Inspector General, Roberto Alfredo Orlando, de la Fuerza Aérea Argentina.
Todos esta información está ahora en manos de CEFORA y disponible para cualquiera que la quiera revisar: si bien el Gobierno ya publicó en el 2018 un informe final sobre este caso, en el que descartó que el hecho se tratase de una nave extraterrestre, es la primera vez que desclasificó los archivos oficiales que dieron sustento a esa investigación.
Según aquel trabajo elaborado por la Fuerza Aérea, todo se debió a una gran confusión generada a partir de que una persona, identificada como Juan Carlos Rivero, decidió probar “un potente proyector hacia la base de las nubes”, justo en el momento en el que las dos aeronaves se aproximaban al aeropuerto de Bariloche, “en horas nocturnas y con la ciudad completamente a oscuras debido a un corte general de energía eléctrica”.
En Argentina se denunciaron, durante todo 2019, 23 casos de avistamiento de OVNIs. Todos ellos fueron investigados, pero en su mayoría se trataron de confusiones por efectos fotográficos, ópticos, astronómicos o aeronáuticos, o bien son equivocaciones con objetos que resultaron ser excrementos de aves, barriletes, globos de helio o burbujas de jabón.
El organismo encargado de analizar estas denuncias es el Centro de Identificación Aeroespacial (CIAE), a cargo del Comodoro Rubén Lianza, el cual fue creado el 4 de abril de 2019 por la Resolución N° 364/2019.
Su tarea consiste en generar información para satisfacer requerimientos de organismos superiores mediante el análisis y la interpretación de imágenes en rango infrarrojo y en rango óptico, y en prestar servicio público de atención a denuncias ciudadanas de avistamientos de OVNIs.
“En época de paz y como tarea secundaria, el CIAE analiza las imágenes o videos que nos hace llegar la ciudadanía, lo cual es beneficioso para ambos. Por un lado para los ciudadanos porque se les brinda una respuesta certera, metódicamente fundamentada sobre las posibles causas de su avistamiento, y para nosotros por el hecho de obligarnos a analizar imágenes complejas, algunas que están incluso más allá del límite de lo interpretable. Ese alto grado de dificultad es muy aprovechable, porque no solo contribuye con el adiestramiento, sino que nos obliga a estar permanentemente perfeccionando nuestro método de trabajo”, explicó Lianza durante una entrevista con Infobae.
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