El revisionismo histórico instaló un lugar común respecto a que “Sarmiento quiso entregar la Patagonia”. A partir de algunas opiniones vertidas en artículos publicados por el ilustre sanjuanino en Chile, durante el período de su exilio, se sacaron frases de contexto, a partir de las cuales se construyó dicha afirmación.
Pero una visión objetiva sobre la evolución de la política del Estado argentino respecto de la Patagonia nos muestra que, por el contrario, el primer presidente argentino que realiza una política de Estado referida a la Patagonia es Sarmiento.
En lo diplomático, designó a Félix Frías como representante en Santiago de Chile, un exiliado como él en este país durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Realizó con solidez y fundamento la defensa de los intereses argentinos, fijando líneas sobre las cuales después se firma el tratado de límites con Chile en 1881, durante el primer gobierno de Julio Argentino Roca. La relevancia de las acciones de Frías lleva a que en el siguiente gobierno de Nicolás Avellaneda sea designado canciller.
En la acción de gobierno, quien mejor simboliza esta política es el marino Luis Piedrabuena con sus viajes exploratorios en el extremo de Santa Cruz, las instalaciones que establece y la presencia soberana argentina en un territorio que estaba en disputa con Chile, y que extiende el Estrecho de Magallanes a la reivindicación argentina.
Muchas fueron las acciones en diplomacia y política territorial en los seis difíciles años de la presidencia de Sarmiento respecto a la Patagonia, que sus predecesores no habían podido poner en marcha.
Pero en mi opinión el hecho más simbólico de esta política fue el cambio en los manuales de enseñanza de geografía en la Argentina. Estas publicaciones que se utilizan en las escuelas constituyen un elemento muy importante para poder evaluar la concepción de país que predomina en una determinada comunidad y momento histórico.
El texto más utilizado para enseñar geografía en las escuelas argentinas en los años inmediatamente posteriores a Caseros era el Catecismo de Geografía (1856), llamado así porque formula preguntas al estilo del catecismo católico.
El libro está ordenado en setenta y tres capítulos, donde a partir del 55 analiza los distintos países del continente americano. En ese contexto, la Patagonia figura en el capítulo 61: se enseñaba que la Patagonia era un país independiente “al sur de la de la Confederación Argentina”. Esto se confirma en el capítulo 56 sobre los límites de la Confederación, donde “la Patagonia y el Océano Atlántico” constituyen los territorios al sur de la misma (y que también figuran como el límite sur de Chile).
Es recién en la presidencia de Sarmiento cuando se produce el cambio en los manuales de Geografía y comienza a enseñarse que la Patagonia es argentina.
Esta modificación se materializa en el manual escolar Elementos de Geografía (1874). En el capítulo sobre los límites de la República Argentina, concluye que al sur están “el Océano Atlántico y Estrecho de Magallanes”. De esta manera, la Patagonia es así incorporada al territorio nacional, aunque todavía faltarían varios años para su ocupación efectiva con la campaña de Roca. Si bien respecto al “Territorio de Patagonia y Magallanes” indica que el pueblo establecido allí por el Gobierno de Buenos Aires es Patagones (“distante 230 leguas de la Ciudad de Buenos Aires”), también afirma que ninguna nación europea ha establecido colonias allí, debido a “la rigidez del invierno las ha retraído de semejante empresa”.
La referencia a Patagones no es casual: muestra una clara la intención de demostrar que el territorio está ocupado por la Argentina y no por una potencia europea.
Siguiendo con el pensamiento de la época, el manual mantiene una visión negativa sobre los patagones, que calcula que “no bajan de 40.000 y por su alta estatura tienen el nombre de gigantes”.
Igual de importante es el establecimiento en el manual del límite sur de Chile, que ha dejado de ser la Patagonia como territorio independiente, para pasar a ser “al sur, Magallanes”.
Sarmiento es el primer presidente argentino que se ocupa efectivamente de los derechos argentinos sobre la Patagonia. Durante su mandato, la Argentina asume la defensa de los mismos a través de una vigorosa acción diplomática. Para ello se reúnen los antecedentes y argumentos favorables a los derechos argentinos; también se presenta al Congreso el primer proyecto de ley organizando los territorios nacionales, en el que se incluye a la Patagonia como parte de dos de ellos. Asimismo, se realizan actos posesorios con la presencia de buques y marinos argentinos, con el otorgamiento de concesiones de explotación económica, la exploración de territorios y la instalación de asentamientos en los territorios australes.
Pero además, en lo educativo, comienza a enseñarse en los manuales escolares que la Patagonia es parte de la Argentina, ya que hasta entonces se la consideraba como un país aparte que no se incluía dentro de nuestro territorio.
*Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
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