Mientras avanza la flexibilización para que bares y restaurantes puedan atender a sus clientes en las calles y las veredas, también se intensifican los controles para que sus propietarios respeten las normas impuestas y estos lugares no se conviertan en un foco de expansión del coronavirus.
De esto último se encarga la Agencia Gubernamental de Control, que este fin de semana clausuró 12 locales gastronómicos ubicados en cinco barrios porteños por violar algunas de las disposiciones vigentes en medio de la pandemia.
Los operativos se llevaron adelante en Palermo, Liniers, Agronomía, Constitución y Caballito. Según informaron las autoridades de ese organismo, dos de las clausuras fueron por permitir fiestas en el interior de los locales, algo que está totalmente prohibido y va en contra del distanciamiento social. Otra por vender bebidas alcohólicas después de las 20 horas por la modalidad take away y las nueve restantes por seguir trabajando con mesas y sillas en la vereda fuera del horario permitido, que es hasta la medianoche.
Desde la AGC recordaron que no puede haber reuniones sociales en espacios complementarios o accesorios a los emplazamientos de mesas y sillas de las áreas gastronómicas y sus extensiones (espacios verdes, boulevares, veredas, etc) durante todo el día. Y que los clientes únicamente pueden consumir en las mesas dispuestas por cada local.
En concordancia con lo expresado por el máximo responsable de la salud porteña, Fernán Quirós, desde la media mañana del sábado un nutrido grupo de agentes municipales se dio cita en distintos puntos gastronómicos de la ciudad habilitados para funcionar al aire libre para constatar que se cumplieran las flexibilizaciones aprobadas.
Además de policías de la Ciudad, también se observó la presencia de agentes de tránsito, de personal de espacio público y colaboradores sanitarios contratados para tareas de apoyo en la pandemia.
Aquellos bares y restuarentes que no tienen la infraestructura necesaria para poder armar sus mesas en las veredas fueron autorizados a operar en enormes círculos grises y amarillos que fueron pintados en las calles con la intención de que los restaurantes frentistas coloquen mesas adicionales.
Los funcionarios comunales consultados por Infobae aclararon que esta concesión de espacio público no tiene costo para el comerciante ya que “hace años que Horacio Rodríguez Larreta dispuso que se exima del cobro de tasas por ocupación del espacio público y ahora más que nunca la intención del municipio es aliviar la situación del sector gastronómico en medio de esta pandemia”.
Desde el entorno de la ministra de Espacio Público, Clara Muzzio, explicaron: " Se trabajó estrechamente con los propietarios y gerentes de los locales gastronómicos, porque por mucha gente que pongamos a vigilar, es el personal de cada restaurante o bar el que tiene la responsabilidad de observar el comportamiento de los clientes y dar la voz de alarma cuando no se cumplan las medidas sanitarias”.
Básicamente, enumeraron, estas normas son: mesas con no menos de un metro y medio de separación; no más de 4 personas por mesa, las que no necesariamente deben ser miembros de un grupo conviviente; sanitización antes y después de la ocupación de una mesa; uso obligatorio del barbijo o tapa boca antes y después del momento de la ingesta de alimentos; uso de los sanitarios de a una persona por vez y sanitización luego de cada uso.
Está prohibido el uso de cartas de menú que pasen de mano en mano de los clientes, así como el agrupamiento de personas de pie en torno a las mesas.
Seguí leyendo: