La espectacular revelación de un investigador argentino: “Viajar al futuro es compatible con las leyes de la física”

En diálogo con Infobae, Juan Maldacena -físico del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton- habló sobre su trabajo junto a su colega Alexey Milekhin titulado “Agujeros de gusano atravesables por seres humanos”, que respondería a lo que hoy es sólo materia de ciencia ficción

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Juan Martin Maldacena ha hecho muchos y muy originales aportes a la física teórica, que abarcan desde las teorías de cuerdas y los agujeros negros a sistemas que se pueden construir en un laboratorio
Juan Martin Maldacena ha hecho muchos y muy originales aportes a la física teórica, que abarcan desde las teorías de cuerdas y los agujeros negros a sistemas que se pueden construir en un laboratorio

Desde que el hombre exploró casi todo el planeta por tierra, mar y aire, el desafío se ubicó en el más allá: el vasto Universo es la meta. Las naves espaciales, por sofisticadas que sean, no alcanzan. La Voyager (la que más lejos ha llegado), se encuentra apenas a 19 horas luz del Sol. Una fracción de distancia con respecto a la estrella más cercana. Nada en términos del inconmensurable espacio. Cómo llegar a las estrellas es la gran pregunta.

Pero ahora, por lo menos en teoría, esto podría ser posible. El físico argentino Juan Maldacena del Instituto de Estudios Avanzados de la Escuela de Ciencias Naturales de Princeton, junto a su colega Alexey Milekhin del Departamento de Física de la Universidad de Princeton no son Tony y Douglas (los viajeros de la recordada serie El Túnel del Tiempo), pero han descrito cómo un ser humano podría viajar hacia el futuro. El trabajo de 17 páginas que ambos publicaron se llama “Agujeros de gusano atravesables por seres humanos” y abre el juego a la ilusión.

Los agujeros de gusano son, básicamente, dos agujeros negros conectados entre sí. Es algo que por ahora no ha sido descubierto, y se consideraba que era imposible atravesarlos: quien ingrese por uno, no podría salir por el otro. Como se sabe, hasta el momento en nuestro universo no es posible atravesar agujeros de gusano porque su estabilidad dependería de la existencia de “materia exótica” (esto es más allá de los estados líquido, gaseoso o sólido).

En su trabajo, Maldacena y Milekhin desafían eso y señalan que alguien podrían entrar por una boca, salir por otra y regresar al punto de partida. En principio, ellos sostienen que la teoría de la física cuántica permite realizar estos viajes, aunque advierten que esto tiene “una trampa, el tiempo que lleva ir a través del agujero de gusano debe ser más largo que el tiempo que se tarda en viajar entre las dos bocas en el exterior”. Un hecho que la ciencia ficción omite.

Uno de los gráficos del trabajo de Maldacena y Milekhin. El a) muestra la boca del un solo agujero de gusano. La b), la geometría del agujero de gusano conectado por dos gargantas que se unen.
Uno de los gráficos del trabajo de Maldacena y Milekhin. El a) muestra la boca del un solo agujero de gusano. La b), la geometría del agujero de gusano conectado por dos gargantas que se unen.

Ahora, explican, “revisamos la pregunta y nos involucramos en algo de ‘ciencia ficción’. Introduciremos un ‘sector oscuro’ con propiedades deseables para construir agujeros de gusano macroscópicos atravesables. Este ‘sector oscuro’ solo interactúa por gravedad con el Modelo Estándar. Nuestro punto principal es enfatizar la coherencia de tales agujeros de gusano con las leyes de la física tal como la conocemos actualmente, utilizando sólo ideas previas para la física más allá del Modelo Estándar. En particular, usaremos una versión del modelo de Randall-Sundrum”. Este modelo fue enunciado por los científicos Lisa Randall y Raman Sundrum e intenta explicar -en pocas palabras- las dimensiones del universo. En la física clásica existen hasta cuatro. Ellos dicen que existen más de diez, y que son incontables. Además, cuestionan a la gravedad, diciendo que no es una fuerza sino otra de las dimensiones.

“Este modelo -continúan Maldacena y Milekhin- permite agujeros de gusano lo suficientemente grandes que podrían ser atravesados humanamente. Usándolos, uno podría viajar en menos de un segundo entre puntos distantes de nuestra galaxia. Un segundo para el observador que pasa por el agujero de gusano serían decenas de miles de años para alguien que mira esto afuera”.

Por supuesto, para que esto suceda y el “viaje” sea superlumínico (más veloz que la luz), necesitan “energía negativa”. Ellos explican en su trabajo que “si enviamos demasiada energía positiva colapsaremos el agujero de gusano… para mantener abierto el agujero de gusano, necesitamos la energía negativa de Casimir”. Y añaden que “si estos agujeros de gusano estuvieran en un espacio plano vacío, de temperatura cero, podrían existir durante un tiempo y ser transitables”.

En diálogo con Infobae, Maldacena añadió otros conceptos.

-Hasta ahora, se pensaba que si uno ingresaba en un agujero negro conectado con otro por un agujero de gusano, no podía salir. ¿Por qué ahora podemos decir que se puede viajar entre dos agujeros negros?

-Porque hay una cierta interacción entre los dos objetos, esta interacción previene la formación del horizonte del agujero negro y hace que este agujero de gusano (o túnel) se pueda atravesar.

-¿Existen en el universo estos “pasajes”?

-No, no creo que existan en nuestro universo. Lo que discutimos es una solución matemática de una teoría en particular. Pero probablemente nuestro universo no esté descrito por esta teoría. Aun si lo está, probablemente sería una configuración muy difícil de producir, tanto en formal natural como artificial.

-¿Cómo sería ese “viaje”?

-Desde afuera, la configuración parecería similar a un agujero negro, pero al caer adentro uno termina saliendo por otro segundo objeto, también similar a un agujero negro.

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-¿Esto está comprobado en forma microscópica?

-No. Esto es simplemente un ejercicio matemático. El objetivo era mostrar que estos objetos son compatibles con los principios de la relatividad y la mecánica cuántica relativista. Pero requieren un tipo de materia que respeta estos principios, pero no sabemos si existe o no en la realidad. Probablemente no exista. Anteriormente habíamos escrito otro artículo donde había un “túnel” o “agujero de gusano” que sería posible con la materia que conocemos, pero sería muy chiquito, de tamaño microscópico. Así que servirá para viajar a ningún lado. También sería muy difícil de producir.

-¿Para que un ser humano se transporte qué condiciones deberían tener esos “agujeros de gusano”?

-Deben ser suficientemente grandes como para que las fuerzas gravitatorias no nos maten.

-Ustedes explican que las “bocas” de los agujeros de gusano deberían ser de 10 mil km de ancho. ¿Por qué tan grandes?

-Uno pensaría que con que las bocas fueran más grandes que uno ya está. Sin embargo, cuando el espacio-tiempo tiene una curvatura hay fuerzas gravitacionales que nos estirarían o comprimirían. Son similares a las fuerzas que generan las mareas en la tierra. El tamaño de 10.000km viene de pedir que estas fuerzas sean suficientemente pequeñas para que no nos estiren demasiado.

-¿Qué sucedería con la persona que ingresa? ¿Podría volver? Y en ese caso, al regresar, ¿encontraría el mismo mundo que dejó?

-Tardaria unos 20.000 años en ir y volver, desde el punto de vista de alguien que se quedó aquí. Pero para el viajero sería un tiempo mucho más chico, digamos unas horas.

-¿Por qué, si alguien podría regresar, dicen que sólo se podría viajar al futuro y n9o al pasado?

-Dicen que se viaja al futuro porque el efecto es simplemente que el viajero no envejece, como todos los que se quedan afuera, para él o ella. Un efecto similar ocurre cuando alguien viaja muy rápido, a velocidades cercanas a la velocidad de la luz (y a veces se llama la “paradoja de los gemelos”, aunque no es una paradoja, sino un efecto real). Viajar al futuro es compatible con las leyes de la física tal como las conocemos, pero no hacia el pasado.

-¿Cree que estos viajes sucederán en el futuro?

-No. Son simplemente una posibilidad teórica.

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