Después de más de 160 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, de retrocesos en las fases y de algunos avances en cuanto a la flexibilización de las actividades, a partir de hoy los bares y restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires podrán recibir y atender al público en los mismos establecimientos, aunque bajo un estricto protocolo sanitario y solamente en las mesas al aire libre.
Así lo definió el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en el marco de los cambios que se implementarán en esta nueva etapa de la cuarentena, que comenzó a regir desde este lunes, y que también incluye la reanudación de las obras en construcción de más de 5.000 metros cuadrados o que estén finalizando.
En lo que respecta al sector gastronómico, los locales podrán volver a atender a los clientes en sus instalaciones después de varios meses de estricto confinamiento, en el que solamente podían funcionar bajo la modalidad de delivery o take away.
De esta manera, las personas estarán autorizadas a consumir en bares, cervecerías y restaurantes, siempre y cuando estos lugares cuenten con mesas en la vereda, patios o terrazas, que serán las únicas que se van a poder utilizar en esta etapa, algo que ya se permitía en los partidos bonaerenses de San Isidro y Tigre.
Esto beneficia a cerca de 1800 establecimientos que ya tenían instalaciones que cumplan con esas características y que presentaron una solicitud ante el ministro de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad, José Luis Giusti, quien analizará caso por caso.
“Tendrán que presentarnos un croquis de cómo dispondrán las mesas afueras y las distancias previstas. Vamos a empezar con los que ya tenían ese permiso. Es un trámite fácil y rápido que se presenta por Internet y calculo que la semana que viene ya vamos a estar en condiciones de aprobar a los primeros”, adelantó días atrás Rodríguez Larreta.
Esta medida se tomó en un contexto en el que la venta de bebidas alcohólicas a la calle fue una de las controversias de las últimas semanas, ya que en el último tiempo se observaron clientes consumiendo en la vereda, en las inmediaciones de los locales en los que habían comprado sus productos. En Recoleta, de hecho, se sancionó a un comercio por esta razón.
De acuerdo con lo que precisó el mandatario porteño, la dimensión de las mesas en la vía pública deberá corresponderse con una medida específica: no podrán superar el 1,5 metro de diámetro. Además, no podrá haber más de cuatro personas en cada una de ellas y se deberá hacer una reserva.
Por otra parte, a partir de este lunes estarán habilitados también nuevos permisos para la reanudación de obras en construcción de más de 5.000 metros cuadrados o aquellas que estén a 90 días de finalizar. Sobre este punto Rodríguez Larreta señaló que se trata de “un sector que da mucho trabajo” y recordó que los empleados que deban volver a sus actividades no van a poder utilizar el transporte público, sino que la empresa “deberá proveer” el medio de traslado.
Asimismo, y al igual que en todo el resto del país, a partir de esta semana en la Ciudad están permitidos los encuentros de hasta 10 personas al aire libre, siempre manteniendo la distancia de dos metros y el uso de barbijo casero. Se trata de una flexibilización anunciada por el presidente Alberto Fernández, quien explicó que cada jurisdicción será responsable de la manera en la que se aplicará esta medida.
Al respecto, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, precisó que en este distrito las reuniones se podrán hacer en “espacios públicos” como “parques y plazas”, pero no estarán habilitadas en las terrazas de los domicilios, por ejemplo, porque en esos lugares “la gente se descuida”.
Para esto, las autoridades locales ya les están “dando instrucciones a todos los agentes de calles” que están trabajando, ya sean policías o personal de tránsito, para informarles ”sobre la pauta que las reuniones de este tipo estarán permitidas”,
En cuanto a las celebraciones religiosas, Rodríguez Larreta detalló que las actividades autorizadas “dependerán de cada culto, del espacio disponible y del tipo de evento”, pero adelantó que, por ejemplo, las iglesias podrán celebrar “un bautismo al que asistan entre 8 o 10 personas”.
En tanto, por el momento la vuelta a clases en la Ciudad es algo que aún no está resuelto: la iniciativa fue rechazada por el Ministerio de Educación de la Nación, pero el mandatario porteño insistió en que este tema “es una prioridad” para su gestión y va a “presentar algunas modificaciones al protocolo” original para tratar de llegar a un acuerdo con la cartera que conduce Nicolás Totta.
“La idea es dos alumnos por aula para que tengan acceso a Internet y poder conectarse a las clases virtuales desde ahí”, especificó en alusión a los 6 mil chicos que desde el inicio de la cuarentena abandonaron sus estudios por falta de conectividad.
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