El aumento de los casos de coronavirus comenzó a sentirse con fuerza en el interior del país durante las últimas semanas y la situación en algunas ciudades ya se volvió alarmante.
Ayer, un paciente de 80 años con COVID-19 fue derivado al Hospital de Cipolletti, en Río Negro, pero no pudo acceder a una cama de terapia intensiva con respirador porque ya estaban todas ocupadas.
Tal como ocurrió en algunos países europeos, las autoridades hospitalarias empezaron a implementar un protocolo para definir qué pacientes tienen prioridad a la hora de administrar los recursos sanitarios.
Según informó el Diario Río Negro, el pastor Luis Anastassi, oriundo de Fernández Oro, fue derivado ayer tras una agravamiento de su cuadro. Su amigo Fabio Huenchunao reclamó desesperadamente un respirador y aseguró que en el Hospital de Cipolletti le dijeron que “darán prioridad” a otras personas.
Anastassi ahora se encuentra asistido con oxígeno –sin respirador– mientras los médicos buscan una cama en otro centro de salud de la provincia.
La directora del hospital, Claudia Muñoz, confirmó a la prensa local que no hay más camas de terapia intensiva disponibles en el sistema de salud y además reconoció que hay que priorizar. “Yo lo entiendo porque es muy duro, puede ser mi papá, pero en Cipolletti hoy no tenemos camas”, dijo.
En ese sentido, señaló que la asignación de respiradores no depende de una decisión personal sino de un protocolo: “Una de las cosas que se han marcado es la edad. La atención no se le niega a nadie, lo que se está analizando es el tema de ingresar o no a respirador”.
El paciente de 80 años finalmente fue trasladado al Hospital de Allen, una ciudad cercana a Cipolletti, donde podrá ser asistido por un respirador.
Fuentes de la intendencia confirmaron a Infobae que no hay más camas disponibles, pero señalaron que todavía no se ha tenido que “elegir” a quién darle un respirador.
La situación en otras provincias
En Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, la situación también se acerca al temido “cuello de botella” sobre el que tanto alertaron los epidemiólogos.
Según explicó a Infobae Eduardo Waserman, director del Hospital Regional –uno de los dos hospitales públicos de la ciudad–, ayer no había más camas de terapia intensiva en el sector público de la ciudad.
Si bien aclaró que la situación cambia a diario, dado que algunos pacientes mejoran y pueden “bajar” a terapia intermedia, Waserman planteó la necesidad de retroceder de fase para reducir los contagios antes de que colapse el sistema.
Hasta el momento no han tenido que aplicar ningún protocolo para definir qué pacientes son atendidos. Todavía queda margen en el sector privado al que fueron derivados algunos pacientes. El Hospital Regional y el Alvear cuentan con 5 camas de terapia intensiva con respiradores y la próxima semana podrían sumar 5 más. En total, ahora Comodoro cuenta con 32 camas con respirador.
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