La derivación de la elefanta Mara, de más de 50 años, marcó un hito en los traslados de grandes animales en América Latina y los esfuerzos por lograrla, aún en plena cuarentena, remarcaron la importancia que tuvo para Argentina y Brasil poner fin al cautiverio de la paquidermo asiática que el 14 de mayo, tras cuatro días de viaje terrestre, llegó al Santuario de Elefantes en Mato Grosso, el único en el sur del Continente preparado para que la especie recupere su vida en un ámbito similar al natural. Las que siguen, por orden en lista de espera, son las dos elefantas asiáticas del Ecoparque de Mendoza, Pocha y Guillermina, madre e hija.
Luego, será el turno de las dos elefantas africanas que quedaron en el ex zoológico de Palermo, Kuky y Pupi. La salida fue confirmada el pasado 2 de julio por las autoridades del Ecoparque porteño.
En los últimos días, un grupo de destacadas artistas e intelectuales acompañó el pedido que la Fundación Franz Weber, por medio de Proyecto ELE (Estrategia para la Liberación de Elefantes), envió al ministro de Ambiente, Juan Cabandié, y al director de Biodiversidad, Guillermo Priotto, para reclamar por las dos elefantas asiáticas que quedan en Cuyo.
“Solicitamos que se aceleren en todo lo posible los trámites administrativos que dependen de su gestión para el pronto traslado a Brasil de las elefantas que permanecen en el Ecoparque Mendoza, para que puedan sumarse a la manada del Santuario de Elefantes Brasil y así recuperar su esencia de elefantes de la mano de un equipo técnico reconocido internacionalmente en la recuperación de elefantes cautivos y el tratamiento de sus particulares dolencias físicas”, pidieron.
En tanto, desde la cartera, aseguraron a Infobae que “el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, mediante la Dirección de Inspecciones de la Secretaria de Control y Monitoreo Ambiental, fiscaliza el traslado y la documentación, tales como guías de tránsito, para movimientos de animales silvestres entre jurisdicciones”.
Esto significa que a ese ministerio le corresponde solo la certificación del proceso de traslado interjurisdiccional.
El pedido de destacadas personalidades del arte y la cultura para el Ministerio de Ambiente
Jesusa Rodríguez, directora de teatro, actriz, artista de performance y actualmente senadora de la República Mexicana por el partido Morena; Liliana Felipe, compositora, pianista y cantante; Saia Vergara Jaime, artista multidisciplinaria, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena de Indias; y las actrices argentinas Erika Rivas, Nancy Dupláa, Mercedes Morán y Liz Solari, son algunas de las figuras que solicitaron para que el proceso de las derivaciones de las elefantas inicien pronto la última etapa administrativa.
“Queremos hacerles llegar nuestro cálido agradecimiento por autorizar la salida de los elefantes cautivos en zoos de nuestro país hacia el mejor destino que se podía imaginar para todos ellos, el Santuario de Elefantes Brasil, único santuario especializado en esta especie en toda Sudamérica”, inicia la carta que lleva el membrete de Proyecto ELE, de la Fundación Franz Weber, que en 2013 comenzó el pedido formal por la derivación de elefantes.
El texto sigue: “Argentina está siendo noticia y ejemplo en el mundo por este proceso que reconoce a los elefantes como lo que realmente son: seres sintientes con profundos lazos entre los de su especie, y que merecían esta reparación histórica por ser merecedores también de justicia”.
En ese tono, subraya que “lejos de ser conceptos antropocéntricos (el concepto que pone al ser humano en el centro de consideraciones), la ciencia ha revelado numerosas evidencia de que los elefantes poseen capacidades maravillosas”.
Las enumera: tienen autoconciencia, lo que los diferencia de otras especies animales. Lo aseguran basándose “estudios científicos han demostrado que son capaces de reconocer su imagen ante un espejo, capacidad que comparten con delfines y grandes simios (bonobos, chimpancés, gorilas, orangutanes y humanos). Esto denota un cerebro evolucionado que se manifiesta en muchas otras capacidades actitudinales, como por ejemplo la capacidad de lo que los científicos llaman ‘predecir el futuro’ que es la capacidad de reflexionar sobre qué decisiones tomar sopesando posibilidades de éxito: qué caminos tomar en sus migraciones, cómo actuar ante un peligro, etc”.
También, agrega que “tienen su propia cultura”, la cual incluye ritos funerarios, y que su organización social es compleja. Esto significa que están organizados en manadas matriarcales formadas por miembros de familia cercana (madres e hijas) y familia extensa (hermanas, tías, abuelas, primas).
La carta detalla que los paquidermos, a diferencia de otras especies, “mantienen las relaciones familiares durante toda su vida y mantienen relaciones sociales entre clanes de otras familias, con las que suelen visitarse demostrando un comportamiento que homologado a las relaciones humanas se puede adjetivar como júbilo y alegría”.
Actualmente, en el Ecoparque de Mendoza viven cuatro elefantes: Pocha y Guillermina, y Tamy (macho asiático, padre de Guillermina) y Kenya (hembra africana).
En ese sentido, desde la Fundación Franz Weber y Proyecto ELE manifiestan que una de las necesidades básicas que tienen estos animales es la de “poder desarrollar esta vida compleja social en manadas”, por eso es tan importante para la especie, tras años de cautiverio, “poder vivir en un lugar acorde y con las bondades que otorga un santuario como el Brasil”.
La carta que sigue con las firmas de Pilar del Río, presidenta de la Fundación José Saramago; Charo López, actriz, cantante y humorista; Albertina Carri, directora, productora y guionista de cine, fundamenta que “la memoria de elefante no es un mito” ya que estos animales “recuerdan durante toda su vida caminos, lugares, experiencias e individuos”.
Sobre ese punto, recomiendan la fundación, que basta recordar los emotivos episodios que vivió la elefanta Mara, a poco de llegar desde el Ecoparque porteño, cuando llegó a su lado Rana, otra elefanta que habita el santuario de Brasil y de cuya relación, se sospecha, nació décadas atrás.
Al encontrarse, las vocalizaciones de ambas estremeció a quienes siguieron en directo las trasmisiones diarias del santuario ubicado en el Mato Grosso. Sobre esos momentos, los animalistas describen que al día siguiente de la llegada de Mara a Brasil, Rana (otro ejemplar de elefante asiático hembra ya residente del santuario) se acercó a la zona donde estaba la nueva habitante haciendo su adaptación.
El Santuario de Elefantes de Brasil tiene más de 1.100 hectáreas, está dividido en cuatro sectores y será ampliado para recibir, primero, a las elefantas de Mendoza y más tarde a las dos de especie africana que quedan en el Ecoparque de Palermo. Este lugar nació con el objetivo de albergar a todos individuos de la especie que estén en cautiverio en América de Sur.
“Al verse, ambas elefantas comenzaron a vocalizar y separadas por un vallado no podían cesar en la búsqueda de contacto físico con sus trompas. Al ver esta reacción se les permitió desde ese momento el contacto directo. Desde la Fundación Franz Weber, investigando y pidiendo a través de las redes sociales fotos antiguas de Mara, recibieron una en la cual ambas estaban juntas en un circo. Se reconocieron y no es la primera vez que el experto en elefantes Scott Blais (director del santuario) es testigo de un hecho como éste”.
Basándose en las evidencias científicas y en las décadas que lleva Blais estudiando a la especie, quienes firman la carta rechazan que “los elefantes en particular, y los animales en general, sean considerados con el mismo status que las cosas, o como patrimonio argentino, ya que son seres con capacidad de sintiencia (en 2007, la Unión Europea promulgó el Tratado de Lisboa que identificó a todos los animales como “seres sintientes”) y que en ningún caso pertenecen a la riqueza de la biodiversidad de nuestro país”.
El objetivo de la carta que también lleva las firmas de Bárbara Recanati, cantante, compositora, guitarrista y productora; Eugenia León, cantante mexicana y Sasha Sokol, cantante, actriz y compositora mexicana, es apoyar “el trabajo que la Fundación Franz Weber desarrolla en Argentina a través de su campaña Proyecto ELE (Estrategia para la Liberación de Elefantes), que impulsa no sólo el traslado de los elefantes cautivos en zoos al Santuario de Elefantes Brasil, sino que también, como miembro de CITES, participa arduamente en las mesas de trabajo de la convención en la búsqueda de una mayor protección de estos magníficos animales, así como también ocupa el cargo de la Secretaría en la Coalición del Elefante Africano (https://www.africanelephantcoalition.org/)”.
Finalmente, la misiva que se completa con las firmas de Regina Orozco, soprano y actriz mexicana; Ximena Cuevas, realizadora y artista de performance mexicana y Connie Isla, cantante y actriz, activista social y ambiental abogan porque los paquidermos se sumen a la manada del Santuario de Elefantes Brasil “y así recuperen su esencia de elefantes de la mano de un equipo técnico reconocido internacionalmente en la recuperación de elefantes cautivos y el tratamiento de sus particulares dolencias físicas”.
Consultados sobre su participación en los traslados, fuentes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación aseguraron que “los elefantes están incluidos en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), por lo cual el traslado de estos animales entre provincias o a nivel internacional necesita ser certificado. La cartera, mediante la Dirección de Inspecciones de la Secretaria de Control y Monitoreo Ambiental, fiscaliza el traslado y la documentación, tales como guías de tránsito, para movimientos de animales silvestres entre jurisdicciones”.
Asimismo definieron: “Con respecto a los animales que se trasladan en el marco de una reconversión a otros países, desde la cartera ambiental nacional se acompaña y se brinda apoyo al proceso que realizan otras instituciones” ya que “la Dirección Nacional de Biodiversidad gestiona la documentación necesaria, como el permiso de exportación al país al cual se destina el animal, cuya documentación es emitida por la autoridad administrativa Cites., a cargo de la Secretaría de Política Ambiental en Recursos Naturales”.
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