Una concentración de gente aún mayor a la del 17 de Octubre de 1945. Más de dos millones personas de todos los rincones del país. Periodistas y agencias de noticias internacionales, aviones que escribían en el cielo la sigla “CGT”, y la tradición hispana que encabezó el título del encuentro como “Cabildo Abierto” el 22 de agosto de 1951. Los sindicatos habían hospedado y entretenido días antes con actividades culturales y deportivas a los militantes que venían a Buenos Aires con el fin de proclamar en “asamblea peronista” la fórmula para las elecciones presidenciales de 1951: Juan Domingo Peron-Eva Perón.
Por primera vez se contrataría al personal técnico de la FOX para filmar en Argentina con tecnología “tecnicolor” el acto multitudinario que se emplazó en el edificio del Ministerio de Desarrollo Social sobre la Avenida 9 de Julio de la Capital Federal. Fue también por primera vez un acto colmado de columnas políticas de mujeres puesto que sería entonces (1951) el primer sufragio al cual accederían luego de la sanción a nivel nacional en 1947 de la Ley 13.010 de sufragio femenino y derechos políticos de la mujer.
La estrategia de prensa -y simbólica- fue pensada por el entonces subsecretario de Prensa y Difusión Raúl Apold. El mismo creador de la frase “Perón cumple, Evita Dignifica” había diagramado los detalles del acto que para las 14 horas de entonces rebalsaba de gente desde la calle Belgrano hasta el Obelisco. A las 17:20 se da comienzo al “Cabildo Abierto” y luego de la entonación de la marcha peronista sale al palco el entonces presidente Juan Domingo Perón, presentado por quien fuera el secretario general de la CGT José Espejo. Es recién a las 18 cuando se abre espacio e ingresa Eva ante un clamor popular que hizo estallar las cámaras de los medios que cubrían el evento.
El diario O Globo de Brasil resaltaría en tapa al día siguiente la confirmación de la fórmula presidencial “Perón-Eva Perón”. Esto es así puesto que la renuncia oficial al cargo de vicepresidenta para las elecciones de 1951 se realizaría nueve días más tarde por cadena nacional. Para la época era un acto de vanguardia el sufragio femenino, aunque muchos países en el mundo habían comenzado a aplicarlo. Lo cierto es que contextualizando el período, por más que se le confería a la mujer los mismos derechos políticos, era inimaginable una fórmula presidencial que incluyera a una de ellas. Por esta misma razón los medios internacionales de la época, como el matutino brasileño por excelencia, resaltaría el suceso como un hecho único en la historia del mundo.
Eva “acepta” la candidatura como vicepresidenta con un camuflaje discursivo aludiendo a la frase “yo siempre haré lo que diga el pueblo”. Pasadas las nueve de la noche la gente comenzó a desconcentrarse y muchos de esos militantes se iban convencidos de la postulación de Evita. No fue este caso el de los sectores más políticos que no tenían en claro la posición que se adoptó por parte de ella.
Nueve días más tarde, el 31 de agosto de 1951, por cadena radio nacional Eva Perón anunciaría la determinada “decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores del pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de Agosto”. En tapa de los primeros días del mes de septiembre el diario La Stampa de Milán pondría la imagen de la primera dama con un breve comentario sobre su renuncia al lugar en la fórmula presidencial que ocuparía finalmente Hortensio Quijano. Éste último, vicepresidente en ejercicio, fue también diagnosticado de cáncer y muere luego de meses de internado en el Sanatorio Podestá antes de asumir su segundo mandato. Dato que pone en jaque la idea popular del porqué de la renuncia de Eva a la fórmula.
De todos modos y por el gesto de renuncia, Evita sería condecorada con la Gran Medalla Peronista. En efecto el 12 de septiembre de ese año el diario francés Le Monde publicaría en tapa el destacado “Le président Peron, en tant que chef suprême du mouvement péroniste, a décidé de décerner à sa femme Eva la ‘grande médaille péroniste', en reconnaissance de ‘son récent geste d’abnégation’ par lequel elle a, comme on sait, renoncé à poser sa candidature à la vice-présidence”. En síntesis, un reconocimiento a la señora por su renuncia mencionada en el medio que años antes había cubierto la gira diplomática y el resplandor que había causado Eva en la ciudad de las luces.
El evento marcó, como el peronismo mismo, un antes y un después en la historia política a nivel nacional y también internacional. Evita es una figura que atrae comentarios y opiniones de toda índole: lo innegable es su trascendencia entonces y ahora desde el aspecto político y el rol de la mujer. El mundo entonces observó su paso materializado en un acto que jamás por su magnitud volvió a repetirse en la historia argentina. A color o en blanco y negro, en lengua española, portugués, italiano o francés, la prensa mundial habló de ella y, como con otros argentinos y argentinas, lo seguirá haciendo.