Tiene una discapacidad motriz, sufrió bullying y ahora motiva a otros: “Mi condición me potencia”

Lu Sentinelli (18) usó el tiempo de la pandemia para abrirse al mundo y mostrar la realidad que viven las personas con discapacidad. "No tenemos problemas, ni somos enfermitos... la discapacidad te toca"

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Nació con un solo ventrículo en el corazón y la falta de oxígeno desencadenó en un discapacidad motriz (@luusentinelli)
Nació con un solo ventrículo en el corazón y la falta de oxígeno desencadenó en un discapacidad motriz (@luusentinelli)

“Hace rato empecé a amarme tal cual soy”, dice Lucía Sentinelli (18). Durante algunos años esta joven mendocina luchó por su propia aceptación. “Nunca me cuestioné el hecho de ser una persona con discapacidad pero sí exponerme frente la mirada del otro”, reconoce. Y agrega segura: “A veces, por mis miedos, complejos e inseguridades, no me permití disfrutas... pero un día me propuse dejarlos de lado”.

La llegada de la pandemia sorprendió a Lucía, obligándola una vez más a salir de la tan renombrada zona de confort. “Por mi discapacidad motriz siempre mantuve el bajo perfil y el 26 de marzo decidí abrirme al mundo. Con más tiempo libre noté que estaba cada vez más conectada con mis deseos y vivencias. Un día armé un video en las redes hablando de autoestima y del amor propio, y eso generó un buen debate”.

Con planes de estudiar trabajo social y en paralelo hacer una capacitación en turismo inclusivo, ella quiere dejar su huella. “No somos enfermitos ni tenemos problemitas, como algunas personas me dicen. La discapacidad te toca... y en lo personal me potencia a sacar lo mejor de mí”, explica en sus videos con miles de visitas.

Lu Sentinelli habla sobre discriminación y discapacidad

Sus padres -él electricista, ella ama de casa- la buscaron y desearon mucho. “Mi mamá transitó un embarazo perfecto, sin complicaciones, el 30 de agosto -justo a término- nací por parto natural”, cuenta. “Cuando nací pensaron que tenía un soplo en el corazón, luego detectaron que tenía un ventrículo único. Esto afectó la circulación de la sangre y parece que me faltó oxígeno al cerebro y afectó la parte motriz”, explica con detalle.

Los médicos le pronosticaron poca sobrevida, le dijeron que por su condición no llegaría a los tres meses. “Superé todos los pronósticos, aunque me tuvieron que operar tres veces para curarme. Recuerdo cada entrada al quirófano como una batalla vencida de a tres... Mis papas sonreían como si no pasara nada. Y yo los veía tan fuertes, aunque capaz no me mostraban de verdad lo que sentían. Creo que esa fuerza y alegría fueron las que me hicieron fuerte”.

“Ellos confiaron en mí desde el primer momento, son mi motor para seguir y siempre con alegría todo lo que me propongo”, se emociona.

Tiempo después supieron que también había nacido con una malformación congénita rara conocida como siringomielia. Clínicamente producen síntomas medulares por compresión, como trastornos motores y debilidad en brazos o piernas, afección de marcha inestable y trastornos sensitivos. En el caso de Lucía le produjo una discapacidad motriz que la obliga a desplazarse con bastones.

“Salvo por mis muletas y la escoliosis pronunciada en mi columna, llevo una vida como la de la gran mayoría. No tengo ningún tipo de obstáculo, los obstáculos los ponen los otros”, dice.

En esta época de pandemia, lejos de bajar los brazos, se puso como meta seguir visibilizando otras historias. Ya pasaron cinco meses y, en este periodo, Lucia entrevistó a varias personas con discapacidad que cuentan en primera persona sus vivencias transformadoras como es caso del nadador paralímpico Facundo Arregui o el del deportista doblemente amputado Pablo Giesenow.

Su infancia la transitó de manera feliz, aunque antes de llegar a la adolescencia sufrió de cerca los prejuicios. “En quinto grado mis compañeros empezaron a dejarme de lado, a no querer jugar ni estudiar conmigo, me hacían bullying y eso es algo que me hizo sufrir mucho. Tuve que aprender a que no me importara lo que los otros dijeran”.

Con dos años de vida en Maipú, Mendoza (@luusentinelli)
Con dos años de vida en Maipú, Mendoza (@luusentinelli)

En la vida adulta también se enfrenta a la mirada del otro, sobre todo en el ámbito laboral. “Me presenté varias veces a puestos de trabajo donde directamente me derivan al sector de discapacidad, o me dicen que por mis ‘problemitas’ no voy a poder hacerlo... es como que no ven que si me presento a la vacante es que cumplo con los requisitos. Por otra parte, no tengo ‘problemitas', soy una persona con discapacidad motriz”, recalca.

Ella sabe que haciendo visibles otras historias como la suya, puede inspirar a otros a romper prejuicios: “Soy como cualquier persona que tiene una historia para contar. En mi caso usé mi discapacidad como motor de propulsión.”

Sueña con estudiar trabajo social (@luusentinelli)
Sueña con estudiar trabajo social (@luusentinelli)

Viajar por la Argentina de manera accesible

Entre los proyectos a futuro, Lucía sueña con poder recorrer las 23 provincias mostrando cómo se puede viajar con discapacidad .”Es mi manera de alentar a otros a hacerlo sin miedo ni trabas. Salir al mundo te muestra lo poderosa que sos”.

Quiere recorrer la Argentina mostraron historias de personas con discapacidad y destinos accesibles (@luusentinelli)
Quiere recorrer la Argentina mostraron historias de personas con discapacidad y destinos accesibles (@luusentinelli)

Previo a la pandemia, la joven mendocina visitó Bariloche con su abuela de 73 años: “Nos desenvolvemos super bien y toda la experiencia fue un aprendizaje porque te encontrás sola”.

Revive con felicidad el día que se metió al mar por primera vez. “Cada verano iba a la playa, y me quedaba sentada en la arena contemplando las olas. Sufría el calor incesante e igual no me animaba. Un día dejé de lados los bastones clavados en la arena y fui... Ése fue el instante más feliz de mi vida, quiero que todos puedan ser capaces de sentirlo”.

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