En la avenida Corrientes, precisamente en una parte de la traza que abarca el barrio porteño de Once, junto a otras intersecciones, los manteros y vendedores ambulantes volvieron a comercializar indumentaria y accesorios, generando la indignación y el repudio de los vecinos y comerciantes del lugar.
La Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (FECOBA) se expresó luego de conocer las imágenes que se viralizaron durante las últimas horas, en donde se observó una postal inédita: centenares de manteros -ubicados a lo largo de la Avenida Corrientes-, a metros de la estación Pasteur-AMIA de la línea B de subtes, con la mercadería exhibida en las veredas y las persianas bajas de los comercios detrás de ellos.
“La prohibición de abrir, la caída del consumo, la interrupción de la cadena de pagos, el aumento de los costos fijos y las obligaciones fiscales perjudican la actividad general y atentan contra el comercio, enfrentando a las empresas a su inevitable cierre, perdiéndose así cientos de puestos de trabajo”, redactaron los miembros de FECOBA en un comunicado, en el cual le exigieron a las autoridades porteñas encontrar una solución para “la venta ambulante ilegal y la instalación y cooptación del espacio público con la modalidad de venta en mantas”.
Fabián Castillo, presidente de la entidad que aglutina a diversas asociaciones y cámaras ligadas al comercio, se reunió esta mañana con José Luis Giusti, ministro de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad. Allí expresó la necesidad de resolver un problema que “pone en vilo a cientos de comercios legalmente establecidos en la Av. Avellaneda y en el barrio de Once, que es la necesaria reapertura comercial y la situación transversal de ambas zonas tras el creciente avance de la venta ilegal y la ocupación del espacio público”.
Según FECOBA, “aproximadamente se estaría observando la presencia de entre 280 y 300 puestos de venta ilegal”.
A pesar de que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta permitió la reapertura con protocolos de los comercios de calzado e indumentaria en todos los barrios porteños (primero los de cercanía y luego los de las avenidas), los negocios ubicados sobre Av. Corrientes no fueron habilitados por la proximidad que existe entre ellos y la riesgosa aglomeración de personas que se genera ante la apertura de todos estos de manera conjunta.
FECOBA le entregó al ministro Giusti el documento mencionado a los efectos de exponer un análisis que acredite el complejo contexto, “con el objeto de recibir una respuesta concreta a temas relacionados a la apropiación del espacio público bajo la modalidad de venta en mantas, la falta de seguridad e incremento de hechos delictivos en dichos ejes comerciales, la falta de agentes de tránsito que regulen y efectúen un control, y la carencia de inspecciones en ambas locaciones”.
Infobae consultó si durante la jornada del jueves hubo presencial policial en dicha zona. Desde la Policía de la Ciudad indicaron: “La Dirección General de Coordinación Operativa del Ministerio de Justicia y Seguridad coordina el operativo en el espacio público para evitar la instalación de manteros en la vía pública. En esa zona trabajan agentes de la dirección junto a inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), agentes de prevención y personal de la Policía de la Ciudad”.
Y detallaron: “El operativo es preventivo, de lunes a sábados de 10 a 19, en un área comprendida por la zona comercial de Once: avenida Pueyrredón desde avenida Rivadavia hasta avenida Corrientes, Corrientes desde Pueyrredón hasta Larrea, Larrea desde Corrientes hasta Sarmiento, Sarmiento desde Pueyrredón hasta Junín, Junín desde Sarmiento hasta Rivadavia y Rivadavia desde Junín hasta Pueyrredón”.
Infobae accedió a una serie de imágenes en las cuales se distingue que los manteros efectivamente estuvieron apostados dentro de la zona comprendida para este operativo puntual.
Dicho operativo se amplió luego de que el pasado lunes FECOBA recibiera en su sede a Juan Pablo Sassano, subsecretario de Seguridad Ciudadana, y Valeria Sikorski, directora general de Coordinación Operativa. El motivo del encuentro fue incluir dicha problemática a todos los sectores gubernamentales que puedan contribuir a presentar una solución.
“Las pymes que pagan alquileres, dan trabajo a miles de familias y cumplen con el pago de impuestos y tributos, como así también con la observación de las reglamentaciones para ejercer el comercio, se ven profundamente afectadas frente a la asimetría y la desigualdad. Las medidas del aislamiento social, preventivo y obligatorio requieren que los comercios permanezcan cerrados, pero las veredas y corredores de estos centro comerciales se ven ocupadas por vendedores ilegales, quienes son beneficiados por las ventas que a los comercios pyme no se les permite realizar; sin sanción alguna e infringiendo adicionalmente fraude marcario, deslealtad comercial e inseguridad física, entre otras infracciones”, completaron desde la federación.
Esta situación se exhibe en horas en las que el Gobierno porteño deberá definir cómo será la reapertura de los comercios del barrio de Once y de la avenida Avellaneda que, hasta ahora, no pudieron volver a la actividad por estar ubicados en zonas de alto tránsito de personas.
SEGUÍ LEYENDO: