La Legislatura porteña declaró como “Personalidad Destacada” al doctor Alberto Crescenti, titular del SAME. El proyecto fue presentado por el diputado Sergio Abrevaya (GEN), al que acompañó la diputada Patricia Vischi, del bloque UCR-Evolución y los bloques de AyL, Frente de Todos, y Frente de Izquierda expresaron su abstención.
Durante la sesión, Abrevaya señaló: “Creemos normalmente que la imagen del héroe es el de las películas, pero héroe es el que todos los días lucha por mejorar la vida de otros, que se compromete con su profesión, como es el caso de los médicos”. En su fundamentación, agregó que Crescenti “estuvo todos los días en la trinchera con su trabajo, mejora el servicio del Estado, que es el SAME, un servicio que es ejemplo en el mundo en lo que hace a las emergencias”. Puntualizó, además, que “ha salvado gente por llegar a tiempo, Le agradecemos a Crescenti este titulo, sabemos que es muy humilde y no tenía vocación de aceptarlo, lo hará en nombre de los médicos que componen ese servicio y de todos los que componen el sistema de salud de la Ciudad de Buenos Aires”.
De 67 años, el director del SAME nació en 5 de enero de 1953 en las calles Cobo y Del Bañado, en el barrio porteño de Pompeya. Y se recibió de médico en la UBA el 24 de marzo de 1979. A lo largo de su carrera en la unidad de emergencias -que comenzó en 1991- estuvo a cargo de distintos operativos. El primero de renombre fue el que sucedió al atentado a la Embajada de Israel (1992). En ese entonces, la base del SAME estaba en Sarmiento y Carlos Pellegrini. Llegó, con seis ambulancias, a los tres minutos de la primera explosión. Mientras se acomodaban para empezar a trabajar, una segunda detonación casi lo mata. No sería la última vez que su vida correría peligro.
Poco después fue ascendido a Director General del SAME, donde estuvo desde entonces con una breve interrupción entre 1997 y 2006. Bajo su mando, se sucedieron los operativos en el atentado contra la AMIA (1994), la tragedia ferroviaria de Once (2012), el choque de trenes en Castelar (2013) y el Incendio de Iron Mountain en el barrio de Barracas (2014), entre muchos otros. Y aunque oficialmente no estaba dentro del sistema de emergencias, cuando sucedió la tragedia de LAPA en 199 y la de Cromañón en 2004, lo llamaron para que sumara su experiencia y allí estuvo. La última vez que lloró fue al despedir a dos bomberos que fallecieron a principios de junio en el incendio de la perfumería Pigmento en Villa Crespo. Allí, la onda expansiva de la explosión que hubo en el comercio lo alcanzó y nuevamente su propia vida estuvo en riesgo. “Esta fue la vez que sentí más cercana una situación así. La deflagración no logró tirarme, pero volaron baldosas sobre nuestras cabezas”. Durante la pandemia por coronavirus tuvo una actuación destacada. En cada evacuación de geriátricos, Crescenti estuvo presente.
Crescenti es, además, profesor de Emergentología de la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló y del Instituto del Recurso Humano de la Asociación de Médicos Municipales, Casado con Silvia -una psicóloga que jamás lo pudo convencer de hacer terapia-, es padre de dos hijos. Aunque no son muchas las horas libres que le deja la profesión, encuentra su refugio en su casa de Belgrano. Allí se relaja escuchando jazz y pop. O disfrutando su colección de 80 libros y películas basadas en relatos de Sir Arthur Conan Doyle, autor de Sherlock Holmes y médico como él. Y aunque no va a misa, refleja su fe en las parroquias de San Expedito, la Virgen Desatanudos y San Roque.
Cuando el 9 de junio el legislador del Frente de Todos Leandro Santoro propuso la declaración de Crescenti como Ciudadano Ilustre, éste deslizó que la rechazaría. “Yo entiendo el tema de la Legislatura, pero éticamente lo voy a rechazar por principios -explicó en una entrevista con Guillermo Andino-. Si esto fuera solamente para mi no sería justo. Voy a proceder éticamente al rechazo. Hay muchos médicos en la primera línea y no me considero un ciudadano ilustre”. Aunque aclaró que si fuera en nombre de todos los profesionales de la salud, “sería correcto”.
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