Mateo y Santino se llamaban los gemelos que murieron a poco de que su madre, Carolina, los diera a luz en un baño del Hospital de Las Heras, un lamentable hecho que la Justicia investiga como mala praxis tras la denuncia de Miguel Ruiz, padre de los chiquitos. Según el joven santacruceño, los médicos se negaron a internar a su mujer a pesar de haber asistido en cuatro oportunidades a la guardia un mismo día por complicaciones con su embarazo.
“El 3 de agosto fuimos a las doce, a las cinco de la tarde, a las nueve de la noche y a la madrugada. Estuvimos casi todo el día y no la atendieron ni la revisaron, la vieron que lloraba, se retorcía del dolor, pero un Sertal y a la casa. No puede ser”, se enfureció Miguel, quien decidió contar en su muro de Facebook el desgarrador momento que le tocó vivir.
“Tuvo el primer bebé mientras yo gritaba para que alguien me ayude y nadie me hacía caso. Vinieron los enfermeros con su gran paciencia a querer hablarle tranquilos cuando ella los estaba pariendo en un inodoro de un hospital público. El segundo bebé estaba de cola y ellos la hicieron parir lo mismo cuando tendrían que haberle hecho una cesárea, ella se terminó desgarrando toda por culpa de estos animales”, continuó Ruiz.
Luego les dieron la peor noticia: como los bebés eran prematuros –la mamá cursaba un embarazo gemelar primerizo de 26 semanas– no pudieron aguantar y murieron.
Carolina y Miguel pudieron tener un ratito a los bebés en sus brazos. Estaban vestidos, abrigados en mantas, pero dice Miguel que no hubo ninguna orden para derivar a los prematuros a Caleta Olivia y que las muertes de los gemelos eran evitables.
“Después que todo pasó nos enteramos que podrían haber sobrevivido si hubieran sido derivados a Caleta Olivia”, dijo Miguel a ADN Sur, quien ya radicó la denuncia correspondiente para que se investigue si los médicos que la revisaron en la guardia siguieron los pasos correspondientes para su correcta atención.
La comunidad de Las Heras, que está consternada y exige la renuncia del doctor Néstor Hernández, director del hospital local, marchó el jueves pasado hasta la puerta del nosocomio para exigir justicia y manifestar su apoyo a la familia de los gemelos fallecidos.
Carolina y Miguel no pudieron participar de la movilización, que se realizó a las 11:30, porque se encontraban en la fiscalía haciendo la denuncia correspondiente. En su lugar estuvieron los padres, hermanos y familiares de los jóvenes.
“Las Heras pide justicia” y “Denuncien ya” decían algunos de los carteles que exhibían los manifestantes, Además, la marcha fue acompañada con bombos, aplausos y el grito de “justicia”.
Luego de la concentración en el hospital, se dirigieron al Juzgado. “Es un momento muy difícil. Siento mucho dolor por mi hermana, realizaron una denuncia en el Juzgado. Estamos destruidos, no hay otra palabra”, expresó Priscila, hermana de Carolina, en Radio Glaciar.
En tanto, su tía dijo: ”Esto no tendría que haber pasado, es una injusticia. La verdad que siempre hacen lo mismo con aquellas familias que no tienen obra social. Siempre pasa lo mismo, no es a la primera mujer que le hacen esto”.
“Quiero justicia, soy mamá y abuela. Entre los médicos se tapan todo, estoy muy dolida”, dijo una vecina a La Opinión Austral. Mientras que otra expresó: “Esto no puede quedar así”.
La impotencia y la furia de los santacruceños no cesa. Están indignados del silencio del gobierno municipal y de la ausencia de funcionarios provinciales de derechos humanos. Se quejan de que el intendente de Las Heras, José María Carambia, no emitió declaraciones al respecto. Tampoco el Ministerio de Salud de Santa Cruz, que hasta el momento no sacó ningún comunicado. Lo mismo la oficina de DDHH, que no se hizo eco del reclamo de una ciudad.
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