A fines de 2019, Fernanda Guadalupe Parta Arias (20) decidió dejar la provincia de San Juan, donde vivía junto a su mamá y su hijo Isaías Nahuel Parta (4), para irse a probar suerte a Bolivia con su pareja Alfredo Chispe, con quien salía desde hace tres años.
A su hermana, Carina Parta (28), la noticia le cayó mal. “No me gustaba esa relación: era tóxica”, dice en comunicación con Infobae. Desde ese momento, sostiene, perdió contacto con Fernanda. Sin embargo, hace unos días volvió a saber de ella. Las novedades la descoloraron: su hermana menor, que tiene un retraso madurativo, estaba embarazada de seis meses y durmiendo en la calle.
UN TEST DE EMBARAZO POSITIVO Y UN ABANDONO
A comienzos de 2020, Fernanda comenzó a sentir malestar en el cuerpo, cansancio y mucho dolor de cabeza. Decidió pasar por la farmacia y compró un test de embarazo. Las dos rayitas le confirmaron su sospecha. Cuando se lo comunicó a su pareja, dice, su reacción no fue buena. “Al día siguiente me dijo que se iba a trabajar y no volvió nunca más”, cuenta Fernanda acerca de la reacción de Chispe.
Sola, con un nene de 4 años, y un embarazo recién confirmado, la mujer decidió que lo mejor sería regresar a su provincia. “Cuando estaba averiguando los precios de los pasajes a San Juan, me pilló la cuarentena y no pude salir de acá”, recapitula en charla con este medio.
En ese momento, Fernanda estaba trabajando en una casa de comidas pero, a raíz del confinamiento estricto, el lugar cerró. “Me quedé sin trabajo. Sobreviví con los ahorros que tenía. Dormía en un hotel, pero en junio me quedé sin dinero y sin lugar donde vivir”, agrega la joven de 20 años que, desde entonces, está en situación de calle con su hijo de cuatro años.
Desde que confirmó que estaba embarazada, Fernanda nunca pudo hacerse un chequeo médico. “Me querían cobrar 250 bolivianos la consulta (N. de la R.: 2500 pesos, aproximadamente) y, 250 bolivianos más, por la ecografía. ¿De dónde voy a sacar ese dinero si apenas tengo para comer?”, dice.
Mientras dormía en la calle e intentaba disimular la angustia frente a los interrogantes de su hijo (“Mami, ¿por qué estamos acá? Quiero ver a la abuela”) Parta Arias intentó pedir ayuda en el Consulado de la República Argentina que está en Cochabamba. “Fui varias veces. La última fue el miércoles 29 de julio. Me dijeron que no me volviera a presentar porque no estaban entregando ayuda a nadie. Es más, la chica que me atendió me dio de su bolsillo 50 bolivianos”, explica Fernanda.
Infobae intentó ponerse en contacto con la representante argentina en Bolivia, Patricia Hurtado, tanto de manera telefónica como por mensaje de texto, pero no obtuvo respuesta.
BUENOS VECINOS
La primera vez que vio a Fernanda, estaba sentada en la calle a pocos metros de su casa con su hijo de cuatro años. En plena pandemia, y bajo una estricta cuarentena decretada por el Estado boliviano, Patricia Villaruel (41) se conmovió. “Me fui acercando de a poco. Al principio estaba medio tímida para hablar. Con los días, me fue poniendo al tanto de su situación: que era de Argentina, que estaba embarazada y que no tenía dónde vivir. ‘No sé qué hacer’, me dijo”, explica Villarruel a este medio.
Profesora de filosofía y psicología, recientemente despedida de su empleo y madre de un niño, Patricia Villaruel empatizó rápidamente con la situación de Fernanda y se puso manos a la obra para asistirla. “Le llevaba comida en tuppers y le daba leche para el nene”, cuenta. Cansada de que nadie ayudara a Fernanda, la mujer de 41 años decidió filmarla para que su historia se difundiera.
En el video, Parta Arias mira a cámara y describe lo que está atravesando. “Hola, soy Fernanda Parta Arias. Soy argentina y estoy con mi hijito en Bolivia, Cochabamba. Estoy en situación de calle. Mi marido pues me botó y estoy embarazada, tengo seis meses. Necesito ayuda. Dos señoras, Patricia y Micaela, me están ayudando con la comida pero necesito volver a mi país”, dice sentada en la calle junto a su hijo.
Tras la difusión del video, cuenta Patricia, se contactó con ella el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, y una persona del Consulado Argentino en Bolivia. “Pero después nadie hizo nada. Fernanda sigue acá”, dice la mujer que, mientras tanto, logró ponerse en contacto con la familia de la joven. “La hermana no tenía idea de lo que estaba viviendo Fernanda. Casi se muere”, agrega.
Con frío y varias amenazas de sacarle a su hijo, Fernanda Guadalupe Parta Arias está sobreviviendo gracias a la solidaridad de los vecinos. Durante las últimas horas tras conocer su historia, Jorge Ferrufino, se ofreció a darle alojamiento en su casa hasta que puedan ubicarla en un avión y traerla de regreso al país.
Por lo pronto, esta noche, la joven sanjuanina dormirá en una cama calentita que ya tiene preparada para cuando llegue al domicilio de Ferrufino. Ojalá muy pronto, Fernanda pueda reencontrarse con su familia.
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