Hace cinco meses, Facundo Ahumada (27) fue dado de alta luego de largos y duros días de internación tras un contagiarse de Covid-19. Inauguró el piso siete del Hospital Militar Central, dispuesto exclusivamente para pacientes con la enfermedad. Una vez recuperado, sigue yendo cada quince días, pero a modo de revancha.
“Después de haberla pasado mal, tanto internado como en casa, los médicos detectaron que tengo el cuádruple de anticuerpos neutralizantes, y por eso mi plasma sirve para el tratamiento para convalecientes. Esta es la cuarta vez que dono”, le cuenta a Infobae, previo a ingresar a la sala de extracción.
En el contexto de la pandemia, el Ministerio de Salud de la Ciudad forma parte del Ensayo Clínico Nacional para evaluar la efectividad del tratamiento de transfusión de plasma a pacientes con complicaciones a causa de la infección por Covid-19. Es una de las esperanzas más firmes en la lucha contra la enfermedad. O, por lo menos, contra el estadío más grave de la infección.
La sangre está compuesta por glóbulos rojos que le dan el color y transportan el oxigeno, glóbulos blancos que son parte del sistema inmunitario y plasma de color amarillo que contiene agua, sales y proteínas, que son anticuerpos.
Cada extracción varía entre 250 centrímetros cúbicos a casi un litro de plasma, y le sirve a dos o tres personas convalecientes. Es decir: Facundo ya pudo ayudar a unos diez enfermos, y si los valores de anticuerpos neutralizantes siguen cumpliendo con los requisitos de la institución, quiere continuar.
En el verano y durante treinta días, Facundo -que es fotógrafo y tiene 27 años- estuvo recorriendo Europa. Llegó a Madrid el 8 de febrero y volvió el 10 de marzo. “Era la primera vez que viajaba solo. Fui a cumplir el sueño de mi vida: soy fanático de los autos desde que tengo 4 años. Estuve en Noruega, Finlandia, Holanda, Bélgica y España donde, al momento de mi regreso, ya había más de cinco mil casos activos de coronavirus”, relata el joven nacido en San Fernando del Valle de Catamarca.
Según su teoría se contagió o en el avión de Madrid a Londres o en el de Londres a Buenos Aires. Más tarde supo que esos vuelos estaba llenos de casos positivos.
De vuelta en Buenos Aires, precavido, hizo un aislamiento preventivo voluntario. Los síntomas compatibles al virus tardaron cuatro días en aparecer. “Me desperté a las 2 de la madrugada con mucho dolor de cabeza. Me tomé la fiebre y tenía 37.7. Llamé al 148, pero en ese momento hacía falta tener otros síntomas para ser sospechoso de COVID-19, como por ejemplo, tos y dificultad para respirar, cosa que a mí no me sucedía”, explica Facundo a este medio.
El 17 de marzo decidió ir al Hospital Militar. por ser empleado del área de informática de la Fuerza Aérea . “Me hicieron un hisopado para gripe común que dio negativo. Ahí me trasladaron al séptimo piso, donde estuve aislado en una habitación. A la mañana siguiente me practicaron un segundo hisopado con la técnica PCR que mandaron a analizar al Instituto Malbrán. A las 48 horas me confirmaron que era positivo de COVID-19”, cuenta.
En el hospital registró fiebre alta, dolor corporal y un principio de neumonía que fue rápidamente controlado. La recuperación siguió en casa, aislado y tratando de retomar la fuerza “tenía como efecto resaca, algo que me duró casi un mes”.
En medio de los llamados de seguimiento que le hacía un infectólogo, recibió una propuesta para donar plasma, método usado durante décadas para tratar enfermedades infecciosas como el ébola y la gripe H1N1.
Luego de su primera donación, Ahumada fue contactado nuevamente. “Al principio me asusté, pero después entendí que era una gran noticia”, admite feliz de poder colaborar.
Los médicos le detectaron una cantidad de anticuerpos neutralizantes cuatro veces mayor que a otros donantes, y siguen en aumento. Eso hizo que pueda donar por cuarta vez. “Los anticuerpos neutralizantes son aquellos que se unen al virus e interfieren con su capacidad de infectar”, explicó a Infobae Federico Di Mase, jefe de servicio,
No todos los pacientes con Covid-19 generan anticuerpos medibles para extraer plasma. “Por lo general, de diez, solo tres o cuatro tienen anticuerpos. En el caso de Facundo, la cantidad es abismal. Y no solo eso, también logró mantener los anticuerpos durante mucho tiempo y pudo repetir el procedimiento. Dejamos pasar entre diez días a dos semanas para descansar el cuerpo”, agregó el médico.
Si bien ni el receptor ni el donante conocen el origen del plasma, entre donación y donación Facundo pudo hablar con pacientes recuperados que recibieron la transfusión. “Hubo una señora que estuvo cinco días en coma, y al ser tratada con plasma salió de esta situación crítica. Es reconfortante y emocionante saber que uno le puede salvar la vida a otro, por eso digo que el plasma es una inyección de vida”.
Cómo es el proceso de donación
Como se trata de un tratamiento experimental y bajo estudio -porque aún no se conocen resultados medibles- cada institución usa su propio protocolo. En el Hospital Militar se trasfunde a personas mayores de 75 años con comorbilidades.
Una persona que haya superado la enfermedad deberá acercarse en una primera oportunidad para ser evaluada por el equipo de hemoterapia del hospital seleccionado. Con los resultados, los especialistas del Hospital Militar determinarán sí cumple con los requisitos (ser mayor de 18, haberse recuperado de virus) para poder continuar con el proceso que comienza con una extracción de sangres.
Se realiza una segunda visita para concretar la donación de plasma, que tiene una duración de entre una y una hora y media.
El día previo a la extracción se sugiere un buen descanso, hidratación y desayuno liviano (café más fruta).
Una vez en la sala de hemoterapia del Hospital, Facundo se pone cómodo en la silla reclinable de cuerina azul, y sus venas se conectan a un aparato blanco programado por ciclos (Hemonetix). “No duele nada, solo sentís el primer pinchazo”, resalta.
El proceso, denominado aféresis, permite separar el plasma de la sangre y devuelve glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas al torrente sanguíneo junto a un compuesto de vitaminas para recuperar el volumen perdido. La cantidad de plasma que se toma por vez no supera jamás el 15% del volumen de sangre que tiene ese paciente.
Una vez concluido el procedimiento, el plasma se almacena congelado hasta que se reciba la solicitud del servicio de Terapia Intensiva para un paciente con un cuadro intermedio grave de COVID-19 que cumpla con las características correspondientes para aceptarlo.
“Sabemos que esto no es un tratamiento probado, pero existe la presunción de que esto sea beneficioso y efectivo. Tenemos la sensación clínica que los pacientes evolucionan favorablemente. Clínicamente dejan de presentar síntomas, lo que aun no esta comprobado si es por la acción del plasma o el conjunto de tratamientos que se aplican”, detalla el especialista.
Qué pasa con los anticuerpos
El sistema inmunológico es muy complejo. Los especialistas consultados coinciden que se recomienda donar hasta 8 litros de plasma por año. Los anticuerpos no se pierden, lo que si es que disminuye su concentración a lo largo del tiempo, por lo que ya no sirven para este tipo de ensayo en pacientes convalecientes de COVID-19.
El caso de Facundo es excepcional porque por cuarta vez sigue presentando una titulación elevada. “Invitamos a los que quieran donar que lo hagan al mes o máximo a los dos meses de haber estado en contacto con el virus para que el plasma sea útil”.
Los hospitales donde se puede donar plasma son :
-Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez (Aranguren 2701, Flores). Contacto: alvarezhemoterapia@hotmail.com o 4630-2950 de 8 a 14 hs.
-Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich (Av. Almirante Brown 240, La Boca). Contacto: plasmaargerich@gmail.com o 4121-0700 int. 2718.
-Hospital General de Agudos Carlos G. Durand (Ambrosetti 743, Caballito). Contacto: durand_hemoterapia@buenosaires.gob.ar o 4883-8426 / 4952-5555 int. 126/127.
-Hospital General de Agudos Dr. Juan A. Fernández (Cerviño 3356, Palermo). Contacto: plasmacovidfernandez@gmail.com o 4808-2654.
-Hospital de Infecciosas Francisco Javier Muñiz (Uspallata 2272, Parque Patricios). Contacto: hemoterapiamuniz@gmail.com o 15-3341-0003.
-Hospital Militar Central Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich (Avenida Luis María Campos 723). Contacto: 011 4576-5737
-Hospital El Cruce (Dirección: Avenida Calchaquí 5401; Florencio Varela) Contacto: clubdedonantesvoluntarios@hospitalelcruce.org Tel: (011) 4210 9000 Internos: 1772 / 1765 / 1766
Fotos y Video:
Matías Arbotto
SEGUÍ LEYENDO: