Como sucede cada invierno, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño, en conjunto con la Comuna 14, inició la poda anual de los rosedales de la Ciudad. Todos los años, en este momento, se realiza la ceremonia de la entrega de esquejes a los vecinos que se acerquen a los rosedales. Debido al contexto actual, este año la entrega no se hará de forma presencial, sino que se realizará a través de un sorteo por redes sociales y luego se le enviarán los premios a los ganadores. En total se entregarán 100 esquejes.
Un esqueje, también conocido como gajo, tallo o retoño, es el sector de una planta que se injerta en otra o se introduce en la tierra para reproducir o multiplicar la planta original.
“La poda de los rosedales se realiza cada invierno para que éstos florezcan sanos y fuertes, y todos los años realizamos la entrega de esquejes para que los vecinos puedan llevarse un pedacito del Rosedal a sus casas. Este año nos obligó a reinventarnos, por eso decidimos cambiar la modalidad y hacer un sorteo en nuestras redes de Ciudad Verde para que los vecinos y vecinas reciban los esquejes en sus hogares”, expresó Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad.
Los participantes podrán inscribirse hasta el día de hoy completando un formulario en la siguiente dirección: https://www.facebook.com/135310026608384/posts/1741062536033117/?vh=e&d=n .
El sorteo se realizará el 6 de agosto y será difundido en las redes de Ciudad Verde (@baciudadverde). Además de obtener los tallos, los vecinos que obtengan los esquejes recibirán un kit de jardinería compuesto por guantes, maceta, bolsa con tierra, pala y rastrillo de mano, para realizar la plantación en sus hogares. Los premios se entregarán a partir del 10/08 y los esquejes serán llevados hasta los domicilios de los ganadores.
Para conseguir que las rosas florezcan en el hogar, se deben enterrar los tallos hasta 12 centímetros en una maceta que contenga turba y arena. De esa manera crecerán mejor las raíces. El siguiente paso es presionar la tierra alrededor del tallo y regarla para humedecerla. Luego se debe colocar la maceta en un lugar con luz natural, pero donde no le de el sol en forma directa.
El origen del Rosedal de Palermo (el más conocido de los que existen en la ciudad de Buenos Aires, los otros se encuentran en el Parque Chacabuco y en el Parque Micaela Bastidas de Puerto Madero) se remonta a 1852, cuando los terrenos donde se encuentra eran conocidos como el Bañado de Palermo y pertenecía a Juan Manuel de Rosas. Cuando fue derrotado por Urquiza en la batalla de Caseros, sus tierras fueron expropiadas. En ese lugar, el paisajista Carlos Thays diseñó el Parque Tres de Febrero, cuyo nombre hace referencia a dicha batalla.
Entre 1910 y 1914, el entonces intendente porteño Joaquín Anchorena decidió impulsar la creación de un jardín de rosas en los terrenos del parque. Y le encargó al ingeniero agrónomo Benito Carrasco, por esa época director de Parques y Paseos, construir el Rosedal en un predio de 3,4 hectáreas, ubicado en el mismo sitio que habían sido emplazados los pabellones de las provincias argentinas durante la Exposición Industrial de 1910.
El Rosedal de Palermo fue inaugurado el 24 de noviembre de 1914, y contaba con 14.650 rosales de 1.189 variedades. Ya contaba con el jardín de pérgola que aún se puede disfrutar, el templete y el embarcadero, además del puente de arquitectura grieta junto a la avenida Infanta Isabel.
En la actualidad, el Rosedal de Palermo cuenta con ocho mil rosas de 93 especies diferentes. En la época de mayor floración, que se produce durante los meses de octubre y noviembre, puede llegar a haber alrededor de 18.000 rosas. La maceta se debe colocar en un sitio con luz pero evitando el sol directo.
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