Como parte de las actividades solidarias que se desarrollan en las cárceles dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) ante la pandemia de coronavirus, un grupo de internos de la unidad penitenciaria 48 de San Martín, confeccionó 4.650 tapabocas y 330 camisolines que serán donados a comedores, hospitales y vecinos de los barrios carenciados de la zona a través del Padre Pepe.
Los elementos de bioseguridad, elaborados por 20 detenidos en el taller textil del penal, fueron entregados ayer al cura José María Di Paola, más conocido como el Padre Pepe, que se encargará de distribuirlos en el Hospital Eva Perón de San Martín, el Hospital Fleming de José León Suárez y la cooperativa de trabajo “El proceso de antenas” de González Catán.
Los presos aprendieron a usar las máquinas de coser en el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia” impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que se promueve desde la Dirección General de Asistencia y Tratamiento y de la Subdirección General de Trabajo del SPB.
Además de realizar las tareas de corte y confección, se encargan también del armado y el empaquetado. Los materiales para fabricar los tapabocas en talles para niños y adultos y los camisolines hospitalarios, son aportados por la fundación del Padre Pepe.
Esta fue la quinta entrega de producción. Anteriormente, ya habían donado otros 7.300 tapabocas y 270 camisolines. Durante el acto de ayer también estuvieron presentes el Padre Nibaldo Leal, de la diócesis de San Martín; la directora del Hospital Eva Perón, Telma Chazarreta; la coordinadora del Hospital Fleming, Paola Ivana Acevedo; y Verónica Díaz, representante de la cooperativa de trabajo.
Por el SPB, estuvieron el secretario de Coordinación del Complejo Penitenciario San Martín, Luis García; el director de Unidad 48, José Baldaro; el subdirector de Administración, Javier Carbonari; el subjefe de Talleres, Jonathan Linares; y los internos que participan del emprendimiento.
Entrega de material pedagógico
También ayer se concluyó la entrega de 45 mil cuadernillos de continuidad pedagógica y material de lectura para los inscriptos en los servicios educativos y para la población general en las unidades penitenciarias bonaerenses, como parte de un convenio firmado entre la Dirección General de Cultura y Educación y el Ministerio de Justicia de la Provincia.
En las unidades penales bonaerenses funcionan 123 servicios educativos de la DGCyE: 66 de nivel primario, en los que cursan 9.045 personas, y 57 de nivel secundario, en los que estudian 9.174 personas. Estos estudiantes recibieron los cuadernillos especialmente planificados y producidos por la cartera educativa siguiendo los diseños curriculares y las estrategias pedagógicas que surgen del área de Educación en contexto de encierro.
Cada uno de los cuadernillos fue resuelto por los estudiantes y devuelto, con los protocolos sanitarios correspondientes, a los directivos de cada servicio educativo para su posterior evaluación.
En el caso de los que no se encuentran cursando su escolaridad, también recibieron cuadernillos, con actividades culturales y de interés general, y “con el objeto de acercar a la población penitenciaria a propuestas de vinculación con materiales educativos”.
La iniciativa, que comenzó en el mes de junio, “está generando instancias de capacitación y empleo extramuros, la única manera de dar inserción y dignidad a quien cumplió una condena”, dijo el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
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