Un informe del Observatorio de Adicciones de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires alertó sobre la incidencia que tuvo el tabaquismo en el número de fallecidos por Covid-19. Según las estadísticas oficiales, el 18,72 de los muertos padecía EPOC y era o fue fumador. Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia y responsable del Observatorio de Adicciones, afirmó que la situación del Covid-19 “no ha hecho más que agravar el impacto negativo que, año tras año, provoca el tabaquismo en la Argentina. Por ello, no solo se requieren intensificar las campañas de prevención, sino también dotar al Estado de nuevas herramientas para poder hacer frente a la nueva realidad”.
Los indicadores a nivel nacional muestran la incidencia directa del tabaquismo en el número de víctimas fatales, que hasta este momento son 3.082. Tras este factor de comorbilidad, se encuentra la diabetes (con un 17,99 %), la insuficiencia cardíaca (15,45%), las enfermedades neurológicas (12,46%,) y la obesidad (19,93%) entre las causas más peligrosas.
En cambio, en la provincia de Buenos Aires el factor de riesgo predominante entre los fallecidos fue la hipertensión arterial en un 28,37%; la diabetes en el 15,33% y la condición de fumador, ex fumador o paciente con EPOC en el 12,55% de los casos.
Desde el principio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió en la necesidad de que los Estados adopten políticas que, además de prevenir el Covid-19, refuercen el abordaje sobre el tabaquismo en sus diversas formas. La aparición de los cigarrillos electrónicos y la práctica del vapeo se asoció a distintas, cardiopatías y afecciones pulmonares. Entre ellas, una enfermedad de reciente aparición conocida como EVALI (sigla en inglés para “lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo)”, que en su etapa inicial se asemeja a la neumonía por sus síntomas, como tos, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Se cree que esta afección podría disminuir las posibilidades de recuperación de las personas con Covid-19.
El SARS-Cov-2 interactúa a nivel alveolar con el receptor de la Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ECA 2), para entrar a la célula y causar la enfermedad de Covid-19. Se ha reportado que fumar se asocia a una expresión aumentada del receptor ECA 2 y podría conferir una mayor susceptibilidad de los fumadores frente al coronavirus.
El médico cardiólogo (MN 95.358) y miembro de la Fundación Cardiólogica Argentina.Francisco Toscano, señaló que “está demostrado que la mayoría de los productos químicos que tienen los vapeadores producen una irritación a lo largo de la vía respiratoria, alta y baja. La última produce una alteración e irritación del sistema de defensa y una activación del sistema macrofágico. Además, aumenta la expresión de ciertos receptores que son a los cuales se ha demostrado que el virus se une. Si el vapeo favorece la expresion de esos receptores y a la misma vez altera el sistema de defensa a nivel pulmonar predispone a que los cuadros sean más graves”.
Dos estudios observacionales que proceden de China sobre personas con Covid-19 hallaron un riesgo mayor de evolución severa de la enfermedad en fumadores comparado con no fumadores. En un análisis de regresión logística en 78 pacientes al inicio de la pandemia se identificó al consumo de tabaco como al factor de mayor peso además de la edad, insuficiencia respiratoria, hipertermia severa y elevación de la proteína C reactiva y niveles de bajo nivel de albúmina. La condición de ser un fumador actual se asoció con síntomas severos y mostró resultados estadísticamente significativos (16.9% vs 11,8%) y con peor desenlace (25,8% vs 11,8% de quienes no lo son). La condición de ex fumador evidenció también diferencias, pero de menor magnitud (5.2% vs 1,3% y 7,6% vs 1,6% respectivamente).
La OMS identifica al consumo de tabaco como la causa del drástico aumento del riesgo de muchos problemas de salud graves, incluidos respiratorios (como cáncer de pulmón, tuberculosis y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica - EPOC) y enfermedades cardiovasculares. Esto significa que la mejor decisión es siempre dejar el consumo de tabaco, pero puede ser especialmente importante para prevenir la infección por SARS-Cov-2 o evitar complicaciones de Covid-19. Además, es posible que los consumidores de tabaco que dejen de fumar manejen mejor las condiciones comórbidas si se infectan, porque dejar de consumir tabaco tiene un impacto positivo casi inmediato en la función pulmonar y cardiovascular y estas mejoras solo aumentan a medida que pasa el tiempo. Dicha mejora puede aumentar la capacidad de los pacientes con Covid-19 para responder a la infección y reducir el riesgo de muerte. La recuperación más rápida y los síntomas más leves también reducen el riesgo de transmisión de la enfermedad a otras personas.
Según la doctora María Inés Medin (MN 76158), coordinadora de la Sección Tabaquismo y Epidemiologia de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria “El humo del tabaco deteriora varios componentes de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio, generando alteraciones que favorecen la aparición de infecciones respiratorias bacterianas o virales y podrían explicar por qué las personas que fuman presentan no sólo una mayor incidencia sino manifestaciones más graves de infecciones respiratorias como influenza, neumonías y tuberculosis, convirtiéndose en importantes causas de enfermedad y muerte en este grupo poblacional”.
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