Los festejos por el Día del Amigo terminaron en escándalo en la ciudad de Rafaela, en la provincia de Santa Fe, tras la clausura de un restaurante donde unas 300 personas participaron de una fiesta clandestina.
El local Tres56, ubicado en el centro de la ciudad, fue clausurado por orden del juez de Faltas Rubén Pavetti, quien aseguró que los dueños del lugar trabaron las puertas y no permitieron el ingreso de los inspectores durante más de media hora.
Las imágenes de la fiesta rápidamente se viralizaron en las redes sociales y Rafaela fue tendencia durante la tarde de este martes. En las filmaciones se puede ver a decenas de personas bailando despreocupadamente -con trencito incluido- al ritmo de Los Palmeras, sin barbijo ni distanciamiento social.
“Era una fiesta clandestina donde había un exceso importante de personas, que superaba la capacidad del lugar, el cual debía funcionar al 50 por ciento”, explicó el magistrado.
En junio, el intendente de Rafaela, Luis Castellano, había habilitado por decreto el funcionamiento de bares y restaurantes, siempre y cuando operaran con reservas previas y a la mitad de su capacidad para facilitar el distanciamiento social.
El encuentro habría sido organizado por un grupo de docentes e incluso habría participado una funcionario del Ministerio de Educación provincial. Ante la consulta de Infobae, desde la cartera que dirige Adriana Cantero evitaron hacer comentarios sobre el tema. Sin embargo, varios medios locales se hicieron eco de la situación.
“Hasta ahora en Rafaela estábamos cumpliendo excelentemente bien la cuarentena. Voy a pedirle al local que tiene que tener el listado de todos los que participaron”, adelantó el juez Pavetti.
La fiesta clandestina tuvo lugar tras un fuerte aumento de los nuevos casos positivos y las muertes por coronavirus en todo el país. Tal es así que, por ejemplo, la provincia de Jujuy decidió volver a la fase 1 de cuarentena estricta para combatir el rebrote que azota su territorio.
Al exceso de gente también se sumó la inhabilitación de las puertas de emergencia y el cierre con llave de las puertas de ingreso. Según detalló el juez Pavetti, los dueños del restaurante serán imputados por su nivel de irresponsabilidad y por haber impedido el ingreso de los inspectores de Protección Vial y Comunitaria.
El subsecretario de Salud de Rafaela, Martín Hernán Racca, aseguró al diario El Litoral que se sintió defraudado por el comportamiento de los vecinos de su ciudad.
“Se asistió financieramente, se educó en el manejo del protocolo y se los escuchó cuando hubo reclamos, pero la verdad es que desde la esfera médica nos sentimos defraudados con lo que pasó esta madrugada. Es una situación de extrema gravedad y vamos a necesitar que quienes asistieron a ese tipo de reuniones mantengan el alerta extrema. Si llega a haber algún síntoma compatible con COVID-19, por favor, debe ser aislado inmediatamente y comunicado a las autoridades sanitarias”, dijo.
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