“Todo el edificio se vino abajo, y nosotros eramos parte de lo que se venía abajo. En menos de dos segundos me vi cubierto de escombros, desde la cabeza a los pies. Quedé solo con la cabeza afuera. Igual estaba todo oscuro, yo me sentía enterrado. Tenía hasta piedras en la boca”.
El recuerdo de Javier Miropolsky ilustra uno de los tantos testimonios de los sobrevivientes y familiares de los muertos del atentado terrorista de la AMIA, que mañana cumple 26 años sin justicia y castigo para los culpable. En el marco del aniversario, los relatos de 16 víctimas del ataque fueron incluidos en el acto virtual que se realizó este viernes a las 9.53, hora en que explotó la bomba en la mutual judía.
El conmovedor homenaje finaliza con una simulación virtual de una manifestación de los familiares y víctimas, junto a las fotos de sus seres queridos fallecidos en el frente del edificio de la calle Pasteur. A la hora señalada, la oradora del acto recita unas palabras: “En este instante, hace 26 años, mataron a nuestros hijos e hijas. Y desde ese momento no los podemos verlos crecer y transformarse en personas de bien, construyendo su propio camino”.
El homenaje continúa con la lectura, al grito de presente, de todos los nombres y apellidos de las 85 víctimas del atentado para que permanezca “entre nosotros y nosotras esa sangre inútilmente derramada”.
Los conmovedores testimonios de los sobrevivientes
Tamara Scher: “Se hizo de noche, con un ruido infernal, terrible, como si se viniera la casa abajo, que es lo que estaba sucediendo en realidad. Y era un segundo. Yo en ese momento pensé que me había muerto, y era una especie de tránsito que se sentía”.
Miguel Salem: “Y ahí escuchamos primero la explosión y después creo yo fue el derrumbe, el sonido del derrumbe. Y después un silencio así... muy profundo, muy bravo...”
Rubén Chejfec: “Estaba con uno de los muchachos y ahí me di cuenta que se estaba viniendo el edificio abajo, del frente para el fondo. Y no sabíamos hasta donde se iba a caer”.
Mirta Satz: “Yo parecía como una japonecita que corría en puntas de pie, y que mientras levantaba un pie, se caía todo, y levantaba el otro , se caía todo. Se levantaba... todo iba en ese sentido”.
Laura Moragues: “Cuando salí a la calle todavía volaban cosas... de todo, objetos y personas”.
Horacio Neuah: “Yo estaba cargando las cajas dentro del coche, que el chico (de reparto) me alcanzaba. Y siento una voz que me dice: “Adios, Horacio”. Era la tía de mi señora, fue lo último que dijo. Voló”.
César Gabriel Romero: “A mi me tira hacia adentro del local junto con Cristian. Cristian cae sobre una señora, a los segundos nos incorporamos, porque perdí toda noción del tiempo. Toda noción del tiempo se paró ahí... El reloj no corrió más”.
Claudia Grinberg: “Estaba por ir a bañar cuando pensé que el mundo se venía encima. En un abrir y cerrar de ojos sentí que mi vida había cambiado para siempre.
Edmundo Barón: “Caí al piso y ahí vi un humo gigante que se venía encima. Era el humo del edificio que se había derrumbado. El polvo...”
Susana Sabán: “Estábamos todos descalzos y en pijama, y la gente gritaba. Era estar ahí, entre la muerte”.
Samuel Szurman: “Cuando veo todo eso, que parecía como una guerra, todo negro al frente, miro para (la calle) Córdoba, y despues a la izquierda veo a la AMIA destruida. Ahí me di cuenta que era un atentado...”
Paula Cernadas: “Yo era chica pero las imágenes me quedaron mucho, piedras por todos lados, mucha destrucción, mucho grito. Grito de gente, de nombres, grito de dolor”.
Adrián Furman: “No supe lo que pasó hasta que salí y vi el frente del edifico de la calle Pasteu. Ahí fue cuando me di cuenta que había sido una bomba. En ese momento lo primero que pensé... me había olvidado lo que me pasaba a mí... y lo primero que pensé fue mi hermano”.
Anita Weinstein: “Esa vista de la destrucción, ahí fue lo más... Esa imagen terrible de una bomba, de una bomba puesta para matarnos”.
Rachi Gutman: “Nunca supe la dimensión de lo que era esto. Cuando empezamos a encontrarnos a medida que íbamos saliendo en esa terracita, uno de los muchachos, Hugo Fryzsberg, dijo: ‘¡Hijos de puta, se ve en el edificio del frente, volaron la AMIA!‘ Ahí nos dimos cuenta que no había mas edificio. Porque no... no entendés nada... no entendés nada hasta hoy”.
Un reclamo de justicia renovado
El presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, ratificó durante el acto virtual el reclamo de Justicia dirigido al Estado para que “redoble los esfuerzos” por el esclarecimiento del atentado terrorista. “Vivimos en impunidad”, exclamó, y advirtió que la organización Hezbollah sigue siendo una “amenaza del presente”.
“Está comprobado que los imputados no pudieron actuar solos, sin apoyo local. Sin embargo, 26 años más tarde, no hay una sola persona condenada y cumpliendo pena por un crimen de lesa humanidad. 85 muertos, 26 años, ni un solo preso”, lamentó Eichbaum.
El homenaje digital finalizó con más testimonios de los familiares de los fallecidos en el atentado, donde recordaron los sueños, proyectos y gustos que tenían al momento del ataque. “Por su vida trunca, exigimos justicia”, sintetizó uno de los testimonios en el video.
El acto oficial de la AMIA se produjo un día antes de que se cumpla el aniversario de la mutual judía para dar lugar al cumplimiento de Shabat, el día sagrado de descanso para el judaísmo.
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