Pasan los días y el buque Echizen Maru todavía permanece amarrado en el puerto de Ushuaia con la mayoría de sus tripulantes contagiados de coronavirus. Pasan las horas y todavía continúa siendo una incógnita cómo fue que todos los trabajadores de la embarcación se infectaron después de haber dado negativo en los controles antes de abordar y de haber estado en altamar en soledad durante 35 días.
Ni los especialistas de salud de Tierra del Fuego ni los propios tripulantes, ni siquiera los responsables de la compañía que opera el barco fueron capaces de dar una hipótesis firme sobre cómo pudieron darse los contagios.
Entre el lunes y el martes, desde el Ministerio de Salud de la provincia austral ordenaron la realización de análisis serológicos a los 61 tripulantes. Todos dieron un saldo positivo de Covid-19. Cuatro de ellos reflejaron indicadores de que habían transitado la enfermedad anteriormente y que ya se encontraban curados.
Los 57 restantes, en cambio, se encuentran transitando la enfermedad en estos días. Si bien la mayoría transcurrió la enfermedad sin síntomas o con dolencias leves, dos de los ocupantes de la embarcación debieron ser internados en el Hospital Regional de Ushuaia. Uno de ellos precisó en las últimas horas asistencia respiratoria mecánica.
Hasta el momento, la principal hipótesis que se maneja entre los profesionales de salud de la provincia es que algunos de los triuplantes del barco pudieron contagiarse de coronavirus durante un vuelo realizado entre Buenos Aires y Ushuaia en el mes de junio. En ese mismo viaje voló un hombre residente en la ciudad fueguina que se encontraba varado en Salta y fue repatriado después de contraer la enfermedad. Se trata de Máximo Ramón Cardozo, un hombre de 80 años que, a pocos días de aterrizar en Tierra de Fuego, perdió la vida en el hospital regional.
“Nosotros cumplimos con el protocolo que nos exige la provincia”, afirmó uno de los tripulantes, llamado Juan Valiente, a Radio Nacional de Ushuaia. “Vinimos con los hisopados negativos en Buenos Aires y salimos la totalidad negativos. El día 23 de junio viajamos a Ushuaia y de ahí nos esperaba un micro que nos llevó al Hotel Ushuaia donde cumplimos la cuarentena”, completó.
De acuerdo al testimonio de Valiente, ese mismo 23 de junio que el buque partió desde Ushuaia, uno de sus ocupantes comenzó a tener los síntomas de la enfermedad. “Esa persona que tenía esos síntomas hoy no se encuentra infectado”, comentó el tripulante.
El mismo trabajador, que es uno de los contagiados, reveló cuáles fueron los síntomas que le afectaron a él: “Tuve mucho dolor de cabeza, cansancio muscular, pérdida del olfato, pérdida del sabor, conjuntivitis y tos seca. El dolor de cabeza lo perdí hace cuatro días, el olfato y el sabor lo empecé a recuperar, lo que sí que tengo, y muy fuerte, es la conjuntivitis”. A su vez, un compañero suyo de la tripulación, Nelson Ledesma Chávez, sentenció al medio Crónicas Fueguinas: “Les aseguro que toda la tripulación completa tiene coronavirus. Hasta el médico que iba a bordo se contagió”.
El “Echize Maru” es un barco de factoría que se dedica a la pesca, especialmente de merluza. El trayecto debía durar hasta el 20 de julio, pero los comandantes del buque decidieron arribar a Ushuaia el 11 de julio debido al grave estado de salud de uno de los ocupantes.
En tanto, los profesionales de la salud de Tierra del Fuego todavía intentan determinar cómo se inició el proceso de contagios. La ministra de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Adriana Chapperón, indicó el miércoles durante un parte de prensa que se intenta reconstruir la “línea epidemiológica” a través de los resultados de los análisis de sangre. “Con los resultados de los anticuerpos de la extracción sanguínea permite que el área de epidemiología trace lo que se llama una línea de tiempo epidemiológica”, dijo.
La funcionaria también advirtió que desde la provincia se realizan todos los análisis y controles suficientes para verificar el estado de sus residentes y, especialmente, aquellos que se encuentren en Tierra del Fuego de paso. “En todos los casos estamos haciendo los exámenes en el aeropuerto; se llenan las fichas como hemos dicho siempre, y después hacemos un seguimiento exhaustivo, telefónico y personal con las fuerzas de seguridad, defensa civil y epidemiología para saber que están cumpliendo la cuarentena”, aseguró.
En un principio, una de las hipótesis que surgió en el medio del misterio fue que el buque había estado en contacto con otras embarcaciones en altamar durante el período de esos 35 días. Se sospechaba de un encuentro no declarado con tripulaciones de barcos extranjeros.
Sin embargo, la propia Prefectura Naval argentina informó a la Dirección Provincial de Puertos que el pesquero nunca tuvo contacto con otros barcos. Incluso, se especificó que la distancia mínima que llegó a estar de otras embarcaciones fue de 4 kilómetros y que todas éstas eran tripulaciones de empresas argentinas.
Además, el informe recogido por Dirección Provincial de Puertos incluyó el aporte de la Armada Argentina, que pudo reconstruir la trayectoria del “Echizen Maru”, gracias a las señales del geolocalizador del propio barco.
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