Tienen la napolitana, la cheddar, con cebolla y la especialidad de la casa: la tapa arterias, que combina salsa de tomate, panceta, huevo frito y queso cheddar. Se promocionan como la milanesa más grande de la ciudad de La Plata y su nombre así lo sugiere: MonsterMila, “milanesas monstruosamente grandes”. Fundada hace seis años en la localidad de Tolosa como un emprendimiento familiar, dicen cocinar la mejor milanesa del país y hasta bautizaron versiones con los nombres de “marcapasos, terapia intensiva y preinfarto”. Pero en tiempos de pandemia y cuarentena, se pusieron serios: ofrecen milanesas gratuitas a quienes donen plasma para enfermos de coronavirus.
Se le ocurrió a Javier Zamudio, dueño del comercio. La idea surgió cuando comprendió que faltaban donantes de plasma y sobraban infectados de Covid-19: “Vi en las noticias que la cantidad de contagiados era cada vez más y que había campañas para donantes de plasma”. Publicó en sus redes sociales “traé un certificado que donaste plasma y nosotros te regalamos la milanesa que quieras” sin saber que iba a provocar una revolución en el barrio.
Comercios, casas de pastas, peluquerías, vecinos se sumaron a la iniciativa. Se ofrecieron a ayudar con servicios, productos o simplemente una mano para cocinar si la demanda supera la capacidad productiva del local. Hasta el momento, ningún donante se acercó. “Nadie va a donar plasma por una milanesa de regalo, pero si puedo regalarle una milanesa a quien haya donado, ¿por qué no?”, interpretó Javier como un recurso para promocionar la conciencia ciudadana.
La iniciativa se viralizó y se convirtió rápidamente en meme, con imágenes de Homero Simpons queriendo comer milanesas. “Nos empezaron a llevar memes que decían, por ejemplo, ‘al fin tengo una enfermedad que me va a ayudar en algo’. Más allá del chiste y del meme, la idea de la donación y la conciencia te queda en la cabeza”, expresó Javier.
MonsterMila no es ajeno a la crisis: está atravesando su peor momento en materia económica. Hace dos años habían podido abrir otras dos sucursales en City Bell y Los Hornos. Llegaron a vender por noche y por local un promedio de 180 milanesas. Ahora la pandemia y las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio expuso al emprendimiento familiar a una situación apremiante: en las mejores noches vende en el único local que quedó en pie cerca de 25 milanesas.
Por eso, Javier reconoce que este tipo de propuestas funcionan como un tubo de oxígeno. No es la primera que emprenden desde el comienzo de la cuarentena: “Siempre convocamos a otros comercios para ir a ayudar a quienes lo necesitan. Ya hemos ido a darles de comer a comisarías, a guardias hospitalarias, y todos los días entregamos comida a familias que nos piden porque realmente lo necesitan. Lo hacemos porque sabemos que lo que das, vuelve”.
En la última Navidad, también difundieron campañas solidarias con comercios y vecinos para donar juguetes y productos y lograron que al menos treinta familias tuvieran por qué y con qué brindar en las fiestas. Y el año pasado, integraron una colecta solidaria en versión la “búsqueda del tesoro”, promocionada por el Batman de La Plata y con casi 15 mil participantes, cuando alcanzaron a llenar tres camiones de juguetes para entregar en el Hospital de Niños de La Plata.
Entre sus conquistas presumen de haber sido elegidos los creadores de la mejor milanesa del país dos años seguidos en un concurso televisivo. Había sido condecorada su “tapa arterias”, a la que renombraron en sus redes sociales como la Messi de las milanesas. Al astro argentino lo etiquetaron en la publicación. Dos días después, el propio Messi respondió: “Qué bien se ve ¿cuándo las van a traer a Barcelona?”. Por ahora solo en La Plata, sobre la calle 532, a dos cuadras de la bajada de la autopista, en un local humilde de la localidad de Tolosa, los donantes de plasma pueden ir a buscar su milanesa gratis: solo tienen que mostrar el certificado de la donación.
“Yo creo que tarde o temprano alguno va a venir a buscar su milanesa -vaticinó Javier-. Pero no solo por el hecho de comer gratis, sino con la idea de promocionar la donación de plasma. A mí me gustaría que con todo esto al donante de plasma se lo vea como una especie de héroe, alguien que está ayudando a que otra persona se cure”.
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