A lo largo de todo el país, luego de un mes de junio con temperaturas relativamente cálidas, el invierno se hizo sentir durante toda la primera quincena de julio, que terminará este martes y miércoles con los dos días más fríos del año en gran parte de Argentina.
Este sábado, cuando el termómetro marcó los 3,2 grados a las 8 de la mañana y superó los 5 grados registrados el 14 de mayo pasado, se había convertido en el día más frío del año. Pero ese registro fue ampliamente superado: hoy se registró una temperatura mínima de 1 grado en CABA.
Sin embargo, el escenario en el distrito porteño es más benévolo que en el resto del país: en Rosario, Santa Fe, se registró esta mañana una marca de 8,4 grados bajo cero, la temperatura más baja desde 1953.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires las marcas fueron aún más bajas: a las 8 de la mañana hubo 5,2° bajo cero en la localidad de Bolívar; -3° en Morón y El Palomar y -2° en Tigre y en San isidro, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La Patagonia, por otro lado, continúa afectada por una ola de frío polar extrema que en las últimas tres semanas alcanzó marcas históricas de hasta 20 grados bajo cero y nevadas intensas en la cordillera que dejó postales de autos, veredas, calles, desagües, cañerías y hasta lagos y ríos congelados en la ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, una de las más afectadas por el dramático descenso de temperaturas.
En el norte argentino, según informó el sitio web especializado MeteoRed, también se registraron temperaturas medias de 2 a 5 grados por debajo de los valores normales para la época. Según indica el meteorólogo Christian Garavaglia, en el comienzo de esta semana el “toque final” de este descenso de temperatura lo dará un ingreso de aire polar extremadamente seco y frío en las provincias centrales que provocará baja humedad y nubosidad.
Las ráfagas de viento tendrán intensidades de entre 50 y 70 kilómetros por hora en la provincia de Buenos Aires, especialmente en el sector costero. Este fenómeno traerá también nuevas heladas intensas en la Patagonia y temperaturas bajo cero en la región de Cuyo, Uruguay e incluso el sur de Brasil.
A partir del miércoles, sin embargo, se intensificará el viento norte en una gran parte del país, lo que tendrá como consecuencia un aumento de la temperatura.
Esta “ola” de frío se produce en medio de un aumento de la curva de casos de coronavirus -que ya pasaron los 100 mil- en coincidencia con las previsiones que se habían realizado en torno a la pandemia, por lo que es necesario extremar precauciones para no enfermarse. “Cualquier resfrío que tengamos durante este invierno es coronavirus hasta que se demuestre lo contrario”, indicó en los últimos días la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, sobre la importancia de no subestimar los síntomas de COVID-19 por más leves que parezcan.
SEGUÍ LEYENDO: