Desde el techo, Messi y Maradona envuelven la canchita de baby fútbol del club de Barracas. El lugar está en silencio, vacío. Los cientos de chicos que antes iban cada día a jugar, entrenarse, “salir de la calle” -como dicen los profesores- desde hace más de 100 días que no van debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Al igual que tantos otros establecimientos deportivos, el Club Sportivo Pereyra, tuvo que cerrar sus puertas como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, no solo se vio perjudicado por la cuarentena: la inseguridad lo golpeó fuerte. Desde el 20 de marzo ya sufrió cinco robos y en la última ocasión los delincuentes provocaron graves destrozos en el edificio y se llevaron hasta el cableado de la iluminación.
El edificio sobre la calle Alvarado al 2785, ya se había hecho conocido durante el Mundial del 2018, gracias a la particular pintura que tiene el techo de la cancha principal y que es una representación de “La Creación de Adán”, la famosa obra de Miguel Ángel que se encuentra en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, pero los de barracas eligieron a Diego Maradona y Lionel Messi como protagonistas ocupando los lugares de Dios y de Adán, respectivamente.
El club es bien reconocido en el ambiente del fútbol, ya que algunos jugadores que llegaron a la primera división argentina pasaron por sus canchas: Juan Manuel Iturbe, ex delantero de River Plate y actual refuerzo del Pachuca de México, y Mauro Boselli, goleador del Corinthians de Brasil, con pasado en Boca Juniors y Estudiantes de La Plata, entre otros, quien le donó a Sportivo Pereyra 14 juegos de camisetas para los chicos cuando sufrieron otro asalto el año pasado.
Ricardo “Conejo” Elsegood, secretario del club, en diálogo con Infobae, contó que en el último tiempo la institución volvió a sufrir una seguidilla de saqueos que la dejó en una situación muy complicada.
“Nosotros hace 34 años que estamos con la actividad, lo hacemos todo gratis. Los técnicos no cobran y tienen todos títulos de AFA, es algo que tenemos para sacar a los ‘pibes’ de la calle. A la semana de que comenzara la cuarentena entraron a robar por primera vez, rompieron con una pesa una de las paredes, pero los vecinos escucharon los ruidos y llamaron a la Policía”, explicó.
El hombre, que además es el coordinador de fútbol de este establecimiento, precisó que esa vez los efectivos de seguridad pudieron detener a uno de los delincuentes, pero otros dos cómplices lograron escapar.
Esa noche se llevaron “pavadas”, según las propias palabras de Elsegood, como la caja registradora del bufé, que luego tiraron unos metros más adelante mientras escapaban de la policía, botines y pelotas, entre otros elementos.
“Fue más el daño que hicieron que otra cosa, rompieron las cerraduras y sale caro arreglarlas. Pero al mes volvieron a entrar, se llevaron dos focos de la cancha, y después regresaron en otras dos ocasiones. Se fueron llevando pequeñas cosas”, detalló.
El último asalto ocurrió la semana pasada, fue el más grande de todos y el que mayores pérdidas genero para el lugar: “Rompieron todo, barretearon una puerta y tuvieron que hacer un boquete para entrar. Nosotros tenemos un salón de Pilates, en esa parte arrancaron el calefón y dejaron el agua perdiendo”, relató el secretario de Sportivo Pereyra.
Esa noche, los ladrones “cortaron rejas, se llevaron colchonetas, equipos de boxeo como cabezales y guantes, pesas de nivel olímpico que valen un montón de plata, bombos y redoblantes, conos para entrenamiento y pecheras”.
“Son cosas que ellos reducen y después venden por dos pesos, pero que a nosotros cuando las fuimos a comprar nos costaron mucho dinero. Hicieron mucho daño para ver si encontraban algo, pero yo me preguntó ¿qué podían encontrar en un club de barrio? Se llevaron hasta las medallas que les damos a los chicos como premio en los torneos, es algo que a ellos no les sirve para nada”, insistió con amargura Elsegood.
Para este hombre, el error de todos los que forman la Comitiva que él preside y que lleva adelante esta institución fue que de todas las veces que entraron los asaltantes solamente hicieron dos denuncias.
“De la cancha de baby fútbol, que hacía poco la renovamos con luces led para ahorrar más energía, se llevaron hasta el cableado y dos focos de iluminación. El problema es que no es algo que termina ahora, tenemos miedo de que vuelva a pasar”, agregó.
Como medida de precaución las autoridades ya soldaron todas las entradas. Paralelamente, también abrieron una cuenta bancaria (que está disponible en su Instagram oficial) para que los interesados puedan donar el dinero que esté a su alcance para ayudar a reparar todos los daños edilicios. En menos de 24 horas ya lograron juntar 20 mil pesos.
“Esta es la pasión nuestra, nosotros a los chicos los ayudamos mucho. Ayer un muchacho categoría 86, que ya se retiró hace muchos años, donó. Puso 3 mil pesos en la cuenta. Eso te da satisfacción porque significa que algo les dejaste. Tengo alumnos que crecieron y ahora traen a sus hijos a jugar. Este club es todo para nosotros, y vamos a luchar para recuperar todo lo perdido”, cerró Elsegood.
Seguí leyendo: