Mientras que sus amigos utilizaban el tiempo libre para jugar al fútbol o los videojuegos, Juan Francisco Lorenzi tenía otro pasatiempo. A los 9 años, ya contaba con su propia cuenta Twitter e incursionaba en el mundo de las redes sociales cuando sus compañeros ni siquiera tenían idea de qué se trataba. Se la pasaba horas frente a la computadora. Pero siempre después de hacer la tarea del colegio y concurrir a los entrenamientos de básquet.
“Arranqué con Twitter y tenía varias cuentas de las que ya ni me acuerdo el nombre. Llegué a tener 200 mil en una, 300 mil en otra y 2 millones otra. Ahí me di cuenta que me gustaba tener seguidores, retuits y likes”, contó este joven oriundo de La Plata que hoy tiene 20 años y es la mente creativa detrás de @aguanta, la cuenta de memes número uno del país.
En sus primeros posteos escribía frases y subía alguna que otra foto. Su éxito estaba en seducir con contenido gracioso y hacer comentarios de publicaciones que a él le gustaban. “El tema es que 10 años atrás todavía no existían los formatos que conocemos hoy en día. Era todo texto, muy pocas imágenes y nada de videos”, recordó durante una charla con Infobae.
Así, lo que arrancó por diversión cuando estaba en cuarto grado luego transformó en un mayor desafío al ver que su número de seguidores seguía creciendo. “En 2014 me mudé a Instagram y en 2015 Christian Altimari creó Aguantá en Facebook. Luego se la transfirió a Lucho Martel, que hoy es mi socio. y llegamos a tener un alcance de 2,8 millones de personas. Un año después, replicamos la cuenta en Instagram y fue lo que más repercusión tuvo”, admitió Juan, quien en tiempos de cuarenta superó los 3,5 millones de seguidores con sus divertidas publicaciones acerca de cómo le afecta el coronavirus a la gente.
Pero como aún les faltaba algo más, decidieron desembarcar en marzo de este año en YouTube de la mano de Tiago Garritano; que es el administrador del canal y el que se encarga de subir todo el material. “Hoy tiene 118 mil suscriptores y ese es mi principal desafío porque es ahí donde quiero crecer”, señaló el joven.
Más allá de este objetivo que se puso en el corto plazo, su meta es recibirse de ingeniero industrial. El joven está cursando el tercer año de la carrera en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y entre el estudio y las horas que le dedica a Internet se sigue haciendo un tiempo para continuar con su deporte favorito en Club Banco Provincia.
Está de novio con Luisina Gliemmo, quien también forma parte de su equipo de trabajo y comparte su misma pasión. Además de generar contenido para Aguantá, ella tiene una cuenta de Instagram con más de 800 mil seguidores llamada @tipicaok. Juntos, se la pasan innovando para entretenar, traccionar público y generar muchos likes para atraer a marcas y auspiciantes.
-¿Cuál fue el posteo que marcó que batió tu propio récord?
-No hubo uno particular. No siento que hubo algo que la rompió más que otra cosa. Me pasó algo raro porque desde que llegamos a los 70 mil seguidores no te podría decir un posteo porque la cuenta empezó a crecer fijo entre 3 mil seguidores diarios hasta llegar al millón.Los video más likeados tienen más de 300 mil me gusta. En el Mundial 2018 fueron unos cuantos de la Selección Argentina y el año pasado fueron los de la muerte de Cameron Boyce (estrella de Disney Channel que tuvo un ataque epiléptico).
-¿Qué es lo que genera más interacción con el público?
-Lo más reciente. Lo que pasó hoy o ayer. De eso hago un meme porque toda la gente lo entiende y genera comentario, me gusta o comparticiones.
-¿De dónde te nutris para generar contenido?
-Miro las tendencias de Twitter para interiorizarme de lo que habla la gente. Además mis seguidores me pasan muchísimo contenido. Lo que también hago mucho es subir videos virales o videos de Tik Tok dándole crédito al autor.
-¿Por qué la cuenta ahora está privada?
-Hasta el millón y medio la tuve pública. Pero empecé a notar que las demás cuentas las habían empezar a poner privadas por la cuestión de que la gente mira los memes pero no te sigue. Fue una estrategia. Además, nos evitamos de tener problemas con los lineamientos de la comunidad de Instagram, donde a veces el robot de determina que subiste algo que incita a la violencia o promueve el bullying y te lo borra, y nada que ver. Al tenerla pública tenés más riesgo de que la gente te denunciaçe e Instagram te baje ese contenido. La restringimos a mediados de 2018, cuando se pusieron muy fuerte con esto.
-¿Cómo te definís? ¿influencer? ¿instagramer?....
-Soy un creador de contenidos en redes sociales porque no dejo mi nombre pegado en ninguna cuenta a mi nombre pero tengo varias. Para que tengas una idea mi cuenta personal en Instagram, Juan Lorenzi, tiene solo 27 mil.
-¿Cuántas horas le dedicás por días a crear contenido?
-Lo considero un trabajo y le dedicó, como mínimo, 4 horas diarias. Pero somos un equipo: Christian Altimari, Lucho Martel (en Facebook), Luisina Gliemmo, Matías Pacheco, Nicolas y Tomas Miguel, Thiago Garritano( en Youtube). Pero los que más trabajamos somos Nicolas Miguel y yo. Somos los más frikis se podrías decir.
-¿Se puede vivir de las redes sociales?
-Si, claro. Podemos sacar un sueldo para cada uno por mes. Se puede vivir tranquilamente de las redes sociales mientras hagas buen contenido y tengas público.
-¿Cómo se consigue esa monetización?
-YouTube te paga con los anuncios que pasa antes de cada video y además tenés empresas privadas que te pagan por descarga o segundo de publicidad en tu video. Y en Instagram lo que se vende es el lugar para una marca en las historias o publicaciones. Tienen precios distintos. Nosotros tenemos muchos anunciantes.
-¿Cuál sería el precio que se paga en un posteo y en una historia?
-No me gusta decirlo. Pero todo depende del estilo de la cuenta. En una como la mía no sale caro anunciar. Pero un influencer famoso te puede cobrar desde 15 mil pesos hasta 150 mil. Una actriz muy famosa, por ejemplo, que prefiero no nombrar cobraba 70 mil pesos por una historia el año pasado. En Instagram están los reyes del canje. Hay famosos que llegan a cobrar hasta en dólares por cada posteo.
-Viendo que tu negocio es redituable ¿sigue estando en tus planes recibirte de ingeniero en algún momento te lo replanteaste?
-Me quiero recibir. Tengo sabido que voy a terminar la carrera. Ahora la estoy haciendo más lenta, pero no la voy a dejar.
-¿Te considerás un adicto a los likes de cada posteo?
-Si. Y te voy a decir que hasta el 80% de los que tienen más de un millón de seguidores son adictos a los likes. El que dice que no, miente. Todos quieren que su contenido tenga el mayor alcance posible. Porque eso después les trae marcas y auspiciantes.
-¿Te imaginaste que podías llegar a construir este imperio virtual siendo prácticamente un desconocido?
-Fue algo que no me sorprendió porque es lo que siempre me gustó hacer. Me fascinó de chico. Imaginate que a los 13 años ya tenía una cuenta de dos millones de seguidores en Twitter. La pasaba muy bien haciéndolo y después se transformó en un trabajo. Siempre me imaginé que iba a llegar.
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