La conmovedora historia de un niño con leucemia, una maestra domiciliaria y un escritor de cuentos infantiles

Un chico de 11 años cumplió una ilusión en sus últimas semanas de vida, gracias a dos personas que se conocieron por Facebook

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La conmovedora historia de un
La conmovedora historia de un nene con leucemia

Esta es una historia real, un hecho auténtico.

Los protagonistas son cuatro. Dos adultos que nunca se habían visto personalmente, un niño enfermo de leucemia y un sapo.

Parece un cuento, una fantasía a contramano de las noticias de todos los días. Pero es absolutamente cierto, de punta a punta.

Me enteré hace pocas semanas, cuando me llegó este mensaje:

-Hola, me llamo Nancy Molina, soy maestra domiciliaria…

Confieso que yo no sabía qué es una “Maestra domiciliaria”. Ella misma me lo explicó:

-Somos los docentes que nos encargamos de educar a los chicos que no pueden ir a la escuela. Pueden ser niños que por accidentes, una fractura o un post operatorio, se tienen que quedar en su casa.

Y agregó:

-Y también están los chicos que necesitan un transplante. En ese caso, son años de espera y entonces el panorama es muy duro.

Mucho, pero mucho más duro, es cuando se presenta el caso de un alumno enfermo de leucemia.

Escuchemos el relato de Nancy:

-A fines de 2013 me designaron maestra domiciliaria para el alumno Adrián (N. de la R.: nombre ficticio) de 6º de primaria. Su diagnóstico era leucemia, con un panorama poco alentador. Era mi primer caso de un alumno con una enfermedad de este tipo y Lucía, la doctora del Servicio Domiciliario, me alertó sobre mi alumno. Me dijo cosas que me fueron de gran utilidad y que creo, nunca agradecí lo suficiente. Me advirtió que quizá Adrián me preguntaría sobre su muerte, si yo iba a estar, si le iba a doler… ¿qué responderle? “En ese momento vas a saber”, me aconsejó. También me anticipó qué apariencia física tendría mi alumno.

Se emociona y continúa:

-Recuerdo mis nervios para ese primer encuentro. Sabía que era una familia humilde, que el papá trabajaba de cartonero, que eran varios hermanos, que el menor había sido el donante de médula, que su mamá había dejado de trabajar para poder cuidarlo, que la iglesia había organizado festivales para ayudar a la familia a construir una habitación con baño para Adrián, ya que debía estar aislado. Cuando entré a esa habitación Adrián me recibió con una sonrisa tímida. Estaba sentado en su cama con la mochila tirada en el piso. Nos quedamos a solas. Fue el primero de muchos encuentros inolvidables.

Los papás y las mamás que estén leyendo esta crónica saben lo que significa tener a los chicos en casa, sin poder ir a la escuela, como consecuencia de la cuarentena. Pero en cualquier caso, sus hijos en algún momento van a recuperar su escolaridad normal. Los alumnos de los docentes domiciliarios -en cambio- no tienen chances de pisar el aula. Y la educación que reciben debe adaptarse a su condición. Eso fue lo que hizo Nancy:

-Le costaba matemática. Prefería lengua. Le esquivaba a las situaciones problemáticas ¡Y me convencía para que escribiéramos o leyéramos! Con el correr de las clases propuse en mi escuela no presionarlo con los contenidos que le costaban. Y hubo quien lo objetó y manifestó su desacuerdo. Me dijeron: “No sabe dividir bien, tiene problemas en matemáticas, ¿qué va a pasar cuando llegue a la secundaria?”. Respondí que muy probablemente no llegara a la secundaria, porque se iba a morir antes.

Nancy Molina, la maestra domiciliaria
Nancy Molina, la maestra domiciliaria que junto al escritor Roy Berocay hicieron felices a un niño con leucemia

Así fue que Adrián empezó a leer cuentos:

-Primero leímos Vania, el forzudo, un cuento largo, largo, como él quería. Y cuando lo terminamos, recordé cómo nos reímos con mi hijo cuando Papá Noel le dejó el libro Ruperto de terror, así que elegí otro cuento del mismo autor para comenzar. A Adrián le encantó ¡También a él le causaban gracias las cosas que hacía y decía Ruperto! Entonces se me ocurrió contactar al escritor… y le escribí. Eso fue el 4 de noviembre de 2013. Cuatro días después me respondió ¡No podía creerlo!

Fue en ese momento, el 4 de noviembre de 2013, cuando Nancy le escribió a Roy Berocay, el autor uruguayo creador de los cuentos del Sapo Ruperto.

Entonces empezó un intercambio de mensajes en Facebook que duró apenas un mes y medio.

Esas seis semanas fueron, muy probablemente, las más felices en la vida de Adrián.

Ahora, simplemente, el cronista se limita a transcribir el ida y vuelta entre Nancy y Roy.

8 Noviembre 2013

Nancy, disculpá la demora, es que a veces olvido de entrar acá. Escriban cuando quieran. abrazo!

Gracias!!!!! Nos contactamos x allí entonces

Susana Molina: Vie 8/11/2013 14:17

Hola Roy!!!!

Me llenó de alegría recibir tu respuesta.

Como Adrián, mi alumno, es menor, no podemos establecer contacto por Facebook, por lo tanto, nos comunicaremos con vos través del mail. A la vez, esto nos permitirá escribirte y luego, desde mi casa, te envío lo escrito, ya que mi alumno no tiene internet en su casa.

Te cuento que leímos Las aventuras del sapo Ruperto y ahora estamos leyendo Ruperto de terror. Adrián está fascinado. Se divierte y espera con muchas ganas el momento de leer. Siempre le leo yo, ya que le implica un gran esfuerzo leer por sí mismo. Él tiene 11 años y está cursando el último año de la escuela primaria, pero por serios motivos de salud no puede asistir a la escuela y recibe su educación formal en su casa, donde voy 2 veces por semana.

Gran parte del tiempo que estamos juntos la dedicamos a leer ya que esto le permite a él abstraerse un poco de su enfermedad. Le voy a contar la semana próxima del contacto que estamos estableciendo vos y yo. Ya imagino sus ojitos. Pronto tendrás noticias nuestras.

Un abrazo enoooooorme y lleno de emoción!

Roy Berocay. Sáb 9/11/2013 07:03

Nancy, será un gusto poder comunicarnos! Una cosa que suelo hacer, es que sea el propio Ruperto el que escriba a los niños. Si querés, podés decirle a Adrián que piense qué cosas le gustaría preguntarle al sapo y me mandás las preguntas que te las contestará. Así podemos iniciar el contacto. Me da mucha pena saber que está enfermo, espero sea algo solucionable. Como te decía será un gusto mantener contacto. Te mando un gran abrazo a vos y a Adrián. Espero los mails! Roy

Nancy Molina. Sáb 9/11/2013 21:03

Ay Roy!!! No te imaginás lo que tu palabras significan para mí, sabiendo lo que significarán para un niño como Adrián. Te contaré sobre él lo que desees saber. Por ahora te cuento que vive con sus papás y varios hermanos, son muy humildes. Y aunque a veces sus ojitos miran triste, tiene una hermosa sonrisa siempre.

Le voy a preguntar al mismo Adrián a quién quiere escribirle, si a Ruperto o a vos. Quizá desee hacerles preguntas a ambos, aunque le puede resultar más divertido escribirle a Ruperto.

Hablé con el profesor de plástica, quien también le da clases en su casa y acordamos que Adrián le contará sobre el sapo y trabajarán juntos desde esa área. Como te dije, no hay internet en su casa, así que llevaré mi netbook para que él te escriba y luego te lo enviaré como documento adjunto.

Ojalá puedan establecer una comunicación fluida. El lunes le llevo las buenas noticias.

Gracias gracias gracias!!!!!

Roy Berocay. Lun 11/11/2013 07:39

Nancy, todo bien. Espero los mails. Abrazo grande

13 Nov 2013

Hola querido Roy!

Te cuento que ayer le di las buenas noticias a Adrián sobre la posibilidad de que uds se comuniquen. Le brillaron los ojitos. Su papá estaba emocionado. Fue conmovedor. Hoy cuando llegué a su casa tenía una cartita preparada en papel que le dio su papá.

Era una mezcla de comentarios y preguntas para vos y para Ruperto. En su emoción no se acordó que íbamos a escribirles en la compu. Así que inmediatamente pusimos manos a la obra y aunque quedó cortita la carta, le llevó un buen rato de trabajo y correcciones.

El dibujito que hizo en la carta original lo voy a scanear para mandártelo la próxima semana, con un pedido de él para que escribas una historia... bueno, no voy a anticipártelo. Ya te lo escribirá él mismo.

Después de escribirte, leímos 1 capítulo más de Ruperto de terror. Y al finalizarlo, yo debía retirarme... pero me pidió que no lo deje con la intriga de lo que sucedería después. No pude negarme. No te imaginás lo feliz que me hace esto. Te lo agradezco profundamente y con el corazón en la mano.

Besos

Adrián escribió:

Ruperto, el sapo

Ruperto me gustan mucho tus aventuras. La que más me gusta es Ruperto de terror. Me divirtió cuando te agarraste con la trampera.

¿Te daba miedo ir en paloma?

Hoy la seño me va a leer el capítulo 12, Tamara y la araña.

Gracias, nos vemos.

Adrián

Roy Berocay. 14/11/13

Estimadísima Nancy, te mando la carta que escribió Ruperto para Adrián. Espero que sea la primera de muchas.
Te mando un gran abrazo

Para mi amigo Adrián

¡Hola Adrián! ¿Cómo andás? Sí, ya sé, andás con las patas igual que yo o con los pies porque ustedes los humanos le dicen pies a las patas, no sé por qué.

Me alegra que te gusten mis aventuras. Pero no es fácil ser siempre un detective heroico, súper capo y genial como yo. Porque siempre anda el señor Siniestro tratando de hacerme caer en alguna trampa y eso.

Por suerte, como soy muy inteligentudo, siempre le gano.

Eso sí, andar en paloma me dio un poco de miedito. Como quien dice me dio flor de cagazo! Perdón, no sé si se puede decir esa palabra, pero es exactamente lo que sentí. Miré desde allá arriba y vi que los bichos parecían hormigas de tan chiquitos que se veían. ¡Y eran hormigas nomás! Todavía no habíamos levantado vuelo.

A Roy le pasa lo mismo. No le gusta mucho volar. Bueno, no es que Roy pueda volar. No es que sea un súper héroe de esos que usan mallas ajustadas y el calzoncillo del lado de afuera del pantalón. No, a él no le gusta volar en avión. Pero lo hace igual, porque a veces no hay más remedio que enfrentar las cosas que nos asustan. También le tiene miedo a los perros, pero eso te lo contaré una próxima vez.

Me dijeron que estás medio enfermito, pero sé que vos sos medio como yo. ¡No! No digo que seas verde petiso y gordito, digo que me parece que sos como yo, así de capo y genial y que tenés mucha mucha fuerza para ganarle a todo.

Además, vos también podés volar y hacer pila de cosas ¿sabías? Solo tenés que cerrar los ojos… ¡Ahora no Adrián! ¡Si cerrás los ojos ahora no podés ver lo que te escribí!

Te decía que cerrás los ojos y te imaginás que vos sos chiquito y volás encima de una paloma y subís y subís y subís casi hasta llegar a las nubes y allá abajo se ve todo muy pequeñito.

Los autos parecen de juguete. ¿Los ves?

Y después bajás y bajás con la paloma aleteando despacito hasta que aterrizás. ¿Viste? Bueno, eso podés hacer con cualquier cosa, no hay límites para tu imaginación. Podés viajar al fondo del mar, soñar que sos el goleador número uno de tu selección o lo que quieras.

Bueno Adrián, ahora tengo que dejarte porque me espera otro caso impresionante… o dormir la siesta, algo de eso era. Pero como vamos a seguir comunicándonos, no tenemos por qué decirnos todo ahora.

Te mando un enooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooorme abrazo.

Te quiero mucho

Ah y tu seño Nancy es una genia. No la conozco en persona, pero me parece que es rebuena ¿verdad?

Roy también te manda un gran abrazo! Chau,

Ruperto Sapo Sapo

Nancy Molina. Jue 14/11/2013

Qué otra cosa puedo decirte más que un GRACIAS desde el corazón?

Casi no veo, tengo la vista empañada. Un abrazo!!!

Roy Berocay. Vie 15/11/2013

Con razón las letras estaban medio borroneadas jeje. Nancy, la responsable de todo esto sos vos, una genia. Arriba. Cuando puedas contame qué le pareció la carta a Adrián.

Nancy Molina. Vie 15/11/2013

Jajajajaja... letras borroneadas...

Aunque no es el día en que visito a Adrián, llamé para pasar a dejarle tu carta. Pero lo habían llevado a hacerse un control al hospital... así que deberemos esperar hasta el lunes a la tarde :(

Ya quería llevarle las palabras de Ruperto, "cagazo" incluida, jajajjaa

No soy ninguna genia, sólo tuve una idea y vos me diste bolilla... qué diría Ruperto al respecto?

Te mando un abrazón!!

Nancy Molina, la maestra de
Nancy Molina, la maestra de Adrián, tuvo una maravillosa idea: reunir al niño con su personaje favorito

Roy Berocay. Sáb 16/11/2013

Nunca me dijiste qué es lo que tiene Adrián. No sé, me gustaría saber. Abrazo

Nancy Molina. Sáb 16/11/2013

Hola Roy!

No iba a contarte sobre la enfermedad de Adrián si no me preguntabas, pero no tengo problemas en contarte lo que sé al respecto. Podés preguntar tranquilo. Hace alrededor de 2 años le diagnosticaron leucemia. Te cuento más?

Voy a preguntarle a los padres de Adrián si autorizan que nos saquemos alguna foto juntos para mandarte. Querés?

Nancy Molina. Lun 18/11/2013

Hola Roy!

Hoy tampoco pude trabajar con Adrián ya que temprano tuvieron que llevarlo nuevamente al hospital. Los martes no suelo ir a su casa, pero espero poder darme una vueltita de todos modos, al menos para alcanzarle la carta de Ruperto.

Un abrazo

Nancy Molina. Mié 20/11/2013

Mañana gris y de llovizna en Buenos Aires... Antes de salir a trabajar quería contarte que al fin pude llevarle a Adrián la carta de Ruperto. Estaba más cansado que otras veces que tiene que ir al hospital el día anterior, pero sabía que yo iba a pasar y me estaba esperando.

Cuando abrió la puerta de su habitación estaba sonriendo.

-Te traje algo

-Una golosina?

-No... algo mejor!

-Un chocolate?

- Ufa... no... acordate lo que hicimos la semana pasada...

Su sonrisa multiplicó su brillo, y de sus ojitos brotaba alegría. Fue un momento increíble!

Nos sentamos en su cama y le leí la carta. Se rió, empezó a formular nuevas preguntas. Estaba FELIZ!!!!!

Me pidió que le dejara la carta. Obviamente yo se la había preparado para dejársela en un folio plástico. Me dijo que le pediría a su mamá que le “ponga ese coso duro para que no se le rompa” (plastificarla) Para qué? Para hacerle un agujerito y colgarla en la pared al lado de su cama.

Te da esto una idea de lo importante que es esto para él?

Por estas sonrisas, por su felicidad, por esos momentos en que Adrián puede hacer un lado su enfermedad y pensar en Ruperto, es que vale la pena mi trabajo. Y aunque esté derramando unas cuantas lágrimas mientras te escribo, también estoy sonriendo.

Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!

Roy Berocay. Mié 20/11/2013 09:31

Nancy, un millón de gracias por tu mail. Es muy conmovedor todo esto y más allá de la tristeza que siento por la condición de Adrián, también me emociona poder darle algo de alegría. Imagino la situación, y lo dura que ha de ser para todos. Cuando esté más descansado, decile si quiere contestarle al sapo que seguro le vuelve a escribir todas las veces que quiera. Me gustaría regalarle otros libros o algo, podés averiguar cuáles tiene? Puedo pedir ahí a la gente de Santillana que le mande los demás de mi parte. Avisáme eso y pasáme una dirección de él o tuya para que le arrimen el material. Te mando un gran abrazo a vos, él y su familia Roy

Nancy Molina. Jue 21/11/2013 00:50

Sé que estás conmovido aún sin conocer a Adrián. Yo estoy bastante movilizada pues su salud empeora más rápido de lo que imaginamos. Y este aire de fantasía que puedo llevarle de tu mano y de la de Ruperto me hace muy bien y me fortalece. No es nada fácil y agradezco cada una de tus comunicaciones.

En cuanto a los libros, te cuento que, hasta lo que sé, tiene sólo uno que es un compilado de cuentos que editó la Provincia de Buenos Aires para los alumnos que egresan de la primaria, y la maestra que tendría él en la escuela, quien tampoco lo conoce en persona, se lo mandó a través mío. Su familia es muy humilde, su papá es cartonero y su mamá a veces limpia casas por hora. Adrián tiene 4 hermanos. El más pequeño, de poco más de un año fue el donante de médula. Pero lamentablemente, no funcionó el transplante. Previo a eso le hicieron quimio. Ahora sólo recibe tratamiento paliativo para que su calidad de vida sea la mejor posible.

Por su enfermedad, con ayuda de la iglesia a donde concurren le hicieron una habitación con baño para él, pues debía estar aislado.

Volviendo a los libros... No es que no tiene ninguno tuyo... no tiene libros! Yo pensaba llevarle Ruperto de terror o Ruperto y los extraterrestres de regalo el día que vaya a la escuela a recibir su diploma de egresado de la primaria. Esto será el viernes 13 de diciembre por la mañana

Aquí viene el pedido: Adrián, en su cartita escrita de puño y letra, te pide si podés escribir un cuento sobre Ruperto en la prehistoria, que puede pelear con una momia o algo así... escanié su carta, te la adjunto. Esto te la va a pedir él directamente en lo próximo q te escriba, pero te lo voy anticipando.

Creo que éste sería un gran regalo. Me parece que lo más importante sería que Ruperto acepte una idea de Adrián para ir en busca de una aventura después de dormir una siesta, claro.

Te mando un abrazo, te estrecho mi mano fuerte, Nancy.

Roy Berocay. Jue 21/11/2013 07:25

Nancy, gracias otra vez. Me da mucha pena todo esto, pero haré humildemente lo posible para que las cosas sean lo mejor que se pueda y aunque sea hacerlo reír un poquito. Aunque sea pasame tu dirección a ver si le puedo mandar algunos libros. Lo del cuento, veré si me sale algo medio cortito. Si no igual el sapo le va a escribir otra vez. Hoy o mañana seguro.
Te mando otro abrazo grande a vos y a Adrián.

Roy Berocay. Jue 21/11/2013 08:43

Nancy, al final no pude contenerme y escribí un pequeño cuento para Adrián. Te lo adjunto. La verdad, no tengo pensado ir a Buenos Aires en el corto plazo. Me da mucha pena todo esto, pero al menos estamos haciendo algo para aliviarle. Verás que en el cuento me tomé algunas licencias poéticas jeje porque lo que más me importa es hacerlo reír un poco. Por favor manteneme al tanto. Obviamente que no tengo problemas en seguir escribiéndole, aunque no creo que pueda hacer un cuento cada vez jeje. Te mando un abrazo (a él se lo mando en el cuento)
. Roy

Otra carta para mi amigo Adrián.

Hola Adrián, ¿cómo andás? Gracias por tu nueva carta. Pero ¿te crees que es fácil para mí, que soy nada más un sapo genial y heroico, ir y viajar al pasado, a la prehistoria?

Para eso primero tendríamos que inventar una máquina para viajar en el tiempo. Igual lo intenté una vez. Me conseguí una computadora vieja, una lata de galletitas que tenía como una ventanita para mirar para afuera (o para adentro si estabas del lado de afuera, claro) y un montón de cables, tubos y porquerías así que la gente, los humanos, tiran a la basura.

Entonces lo conecté todo y me metí adentro de la lata, pensando en que si llegaba a salir en la época de los dinosaurios, capaz no estaba bueno que me pisara un tiranosaurio rex, de esos que andan todo el día enojadísimos y mostrando los dientes. Estoy seguro que tienen un aliento horrible, a pescado podrido o algo.

Bueno, la cosa es que encendí la porquería... digo, la maravillosa máquina del tiempo y ¿sabés qué pasó? Bueno, qué pregunta boba la mía ¡claro que no sabés qué pasó! Por eso te lo cuento. Resulta que de pronto todo se oscureció y empezó a sacudirse como en un terremoto. Yo adentro de la lata me daba contra los costados y me mareaba. Del susto que me dio me hice pichí en los pantalones. Escuché ruidos y de nuevo se sacudió todo.

Después de un rato, todo se quedó quietito. Yo no me quedé quietito porqué me resbalé con el pichí y me caí de trompa contra el piso de la lata. Cuando me levanté y miré para afuera ¡no lo podía creer! Ahí, con su boca abierta, parado en dos patas y con esas manitos chicas que tiene, había un tiranosaurio rex. Me pegué tremendo tremendo ca… eh, tremendo susto.

De pronto oigo una voz gruesa que me dice:

-¡Eh sapo, salí así te como en dos panes!

-¿Te crees que soy una milanesa? –le grité.

-¡Dale sapo, salí, a ver si sos tan valiente y capo!

-Es que ahora estoy ocupado pensando qué voy a hacer en las vacaciones –le dije.

-¡Sapo gallina! ¡Leru leru!

Si hay algo que me hace enojar, algo que me hace subir la temperatura y me pone re loco, es me digan leru leru. Y más si el que lo dice es un tiranosaurio que tiene como no sé cuantos millones de años.

Entonces empujé la tapa de la lata con mucha fuerza y salté afuera. Me dije o este me come, o le gano en una lucha cuerpo a cuerpo a diez rounds. Como en esas peleas de boxeo de la tele en las que siempre sale una chica en bikini entre cada round con un cartel con un número.

Y ahí estaba yo, pensando dónde íbamos a conseguir una chica en bikini, cuando de pronto el dinosaurio se me acerca. Entonces le pegué tremenda patada en el tobillo.

¡No sabés cómo me dolió! Era durísima la pata.

Así que, usando mi súper cerebro 5.0, descubrí que el dinosaurio era de plástico ¡De plástico! ¿Te das cuenta Adrián? Era un gran descubrimiento. ¡Nadie, ni siquiera tu maestra Nancy que es tan inteligentuda, sabía que los dinosaurios eran de plástico!

-¡Te voy a comer! – dijo el dinosaurio y yo pegué tremendo salto para alejarme.

Entonces me di cuenta que no estábamos en una selva ni nada, sino en un cuarto. Sí, un cuarto de humano. Había una puerta, una ventana, una cama, tremendo desorden, olor a pata, una mesita…

Yo estaba arriba de una mesita. Y ahí fue que descubrí algo que no había visto antes: el dinosaurio estaba agarrado por una mano.

Y esa mano estaba unida a un brazo y el brazo estaba unido a un cuerpo y el cuerpo tenía una cabeza (una sola), que tenía una cara de bobo salame embromador de sapos. ¡Era mi amigo Víctor! Mi amigo humano, un niño que vive cerca del arroyo.

-¡Hola Ruperto! – me dijo-. Tremendo susto te di –y empezó a reírse a carcajadas.

¿Cómo ocurrió todo eso? Bueno, resulta que cuando yo estaba armando mi maravillosa máquina del tiempo, Víctor había ido a pescar al arroyo y estaba cerquita. Entonces me escuchó decir que quería viajar en el tiempo. Me tapó con un trapo y me llevó a su casa. Justo tenía un dinosaurio de juguete que le había regalado la tía abuela Margarita, una vieja que se pinta mucho los labios y se tira tremendos pedos en las fiestas. Entonces él agarró el dinosaurio y me asustó…

Bueno, esa parte ya la sabés.

Así que Adrián, ese fue mi viaje a la prehistoria. Sí, ya sé que fue un viaje medio trucho, pero lo importante es que lo intenté ¿no? Soy un sapo que nunca pero nunca se da por vencido.

Espero que me perdones que no pude viajar de verdad. Pero la próxima vez capaz que la máquina me funciona mejor. Entonces seguro que viajo a alguna parte.

Eso sí, me pondré pañales. Porque nunca se sabe cuándo se puede tener un pequeño accidente.

Te mando un gran abrazo (bueno, lo de gran es una exageración porque los sapos tenemos los brazos chiquititos). El que te manda un abrazo enooooorme, es Roy, que escribió esto que yo le dicté para vos.

Hasta la próxima Adrián, te quiero mucho

Roy Berocay, el autor de
Roy Berocay, el autor de cuentos infantiles uruguayo que con su personaje le dio luz a los últimos meses de Adrián

Nancy Molina. Vie 22/11/2013

Hola Roy!!!

Estoy sin internet en casa y escribir o leer mails desde el celu es bastante incómodo. Ayer vi el mail donde adjuntaste el cuento... me pareció maravillosamente divertido! Ahora estoy en la escuela y puedo conectarme.

Antes de venir a la escuela me comuniqué con la madre de Adrián porque quería llevarle el primer cuento que le mandaste plastificado como él lo quería, y me enteré que el miércoles cuando fue al hospital lo dejaron internado. Así que pasé por su casa y se lo dejé a la madre para que se lo llevara la tarde cuando fuera a verlo. Hoy aparentemente le dan el alta.

Quizá esta noche tenga noticias.

El lunes aquí es feriado por lo que quizá recién el martes tendría que verlo. Entre nos, seguramente me haré una escapadita el fin de semana fuera del marco laboral para llevarle lo que mandaste para él, ya que sé muy bien lo que significa para él y la alegría que le producirá.

Me encantó lo que le escribiste. Cuando lo leí en casa, desde el celu, mis hijos se me acercaron para escuchar y se rieron conmigo.

GRACIAS!!!! Un abrazo enoooooooorme

Roy Berocay. Sáb 23/11/2013 09:48

Nancy, qué pena que Adrián esté internado. Espero el cuento le llegue y lo haga sonreír un poco. Por lo que me contás da la impresión de que las cosas no van del todo bien. En fin... ya le escribí a la gente de la editorial para que te manden algunos libros para él. Escribí hoy, así que no creo lo vean hasta el lunes. Les pasé tus tel también. Me alegra te gustara el cuento. Mi única intención era que fuera divertido, con la esperanza de que Adrián se riera un poco. Te agradezco me mantengas al tanto de cómo van las cosas. Abrazo grande

Nancy Molina. Sáb 23/11/2013 13:31

Hola!!!!!

Me comuniqué esta mañana con la madre de Adrián: ayer le dieron el alta. Tendrá que ir durante 10 días al hospital para hacer un tratamiento. La ambulancia lo va a buscar, lo espera y lo lleva nuevamente a su casa.

El lunes aquí es feriado, pero arreglé igual con la madre que voy a ir a llevarle tu cuento, a leerle un capítulo más de Ruperto de terror y a llevarle un colchón que me pasa para él una amiga, que está mejor que el que tiene actualmente.

En otras condiciones, no iría a darle clases, me mantendría en contacto telefónico. Pero dadas las circunstancias, no dejaré de ir. Es más, voy a ir más veces x semana, aunque sea un ratito para leerle. Su mamá estuvo de acuerdo porque "eso lo tiene contento y su cabeza está ocupada con el sapo".

Buenísimo lo de la editorial! Gracias! En casa no suele haber nadie durante el día, por lo que si querés, pediles que me llamen y vemos la posibilidad de que los alcancen a otro lado, quizá a la escuela. Mil gracias!!!!!

Sé que estás ensayando, y que te tomes tiempo para Adrián y escribirle y escribirme da cuenta de la persona que sos y del corazón que tenés.

GRACIAS... INFINITAS GRACIAS!!!

Nancy Molina. Mar 26/11/2013 19:56

Cómo estás?

Ayer pasé por la casa de Adrián, quien hacía un rato había regresado del hospital. Estaba cansado. Sólo lo vi un momentito. Cuando le dije que le habías escrito otro cuento y que hoy se lo llevaría, le cambió la cara, se puso muy contento.

Lamentablemente hoy cuando fui aún no había regresado del hospital. Espero tener mejor suerte mañana.

Por otra parte, hoy al mediodía me llamó Gabriela, de la editorial, para coordinar la entrega de los libros. Arreglamos que los enviará a una de las escuelas donde trabajo, donde seguramente encontrarán a alguien en un horario más amplio. Luego me avisó que el día jueves llevarán los libros. Ya avisé en la escuela para que los porteros estén anoticiados y reciban la caja.

Te estoy infinitamente agradecida. Y sigo sorprendiéndome con tu humildad y gran corazón! ¿Cómo agradecerte? Un abrazo

Roy Berocay. Mié 27/11/2013 08:28

Nancy, de verdad no tenés nada que agradecer. Vos sos la que está ahí en el frente de batalla. Espero que Adrián pueda juntarse con el cuento y que le guste. No sé al final cuántos libros te van a mandar, obviamente que si son varios y te sirve, podés quedarte alguno para tu clase. Te mando un abrazo

El Sapo Ruperto, personaje favorito
El Sapo Ruperto, personaje favorito de Adrián, que alegró al niño cada vez que le mandaba una respuesta a través de su maestra

Nancy Molina. Sáb 30/11/2013 20:25

Hola Roy querido!

Según me dijo Gabriela, creo que mandarán 5 o 7, incluyendo uno q tiene un cd con la música de Ruperto. Se suponía que el jueves llegaban, pero hubo un inconveniente y llegarán el lunes.

En cuanto a quedarme con alguno... la verdad es que tengo varios de los tuyos. Gracias de corazón! Pero prefiero q se los quede Adrián. Es más, el viernes le llevo la caja o el paquete y que sea él quien lo abra. Esos son para él. A mí me hace feliz esto que hacés por él. Me llena el corazón.

Y le tomé mucho más cariño a Ruperto...

Fue una semanita bastante complicada para Adrián, tuvo q ir a diario al Hospital Garrahan donde lo atienden, para poder realizar un tratamiento por un virus en la sangre que se pescó. Por suerte ayer fue la última aplicación y este fin de semana descansa. El lunes debe volver a ir. Estaba contento porque le dieron permiso en el hospital para ir al río con su familia.

Llamé todos los días a su casa para pasar a verlo, pero no pude porque volvía tarde del hospital. Así que hoy me hice un huequito por la tarde y fui. Me estaba esperando recién bañadito. Me recibió en la puerta y me hizo pasar. Lo vi muy cansado, apagadito, triste. Pero su sonrisa estaba intacta, aunque no se hacía presente todo el tiempo.

Cuando le dije que le llevaba algo que vos le escribiste, se iluminó su carita. Nos sentamos y le leí. Cuando levantaba la vista para mirarlo, pude ver que tenía los ojos entrecerrados y sonreía. Se transporta. Es para mí un momento único.

Cuando me fui, tenía sentimientos encontrados: por un lado una inmensa alegría de ver su sonrisa x lo que Ruperto le escribió, por sus sonrisas y lo que quería preguntarte. Y por otro, el dolor y la tristeza de verlo tan caído.

Amo mi trabajo. Y en el servicio domiciliario me siento como pez en el agua, aunque a veces el agua se torne turbia y el oleaje intente hacerme tambalear.

¿Podés creer que me preguntó si le había llevado tarea? Como no llevé la compu, y si la hubiera llevado no la hubiéramos usado, Adrián no estaba en condiciones de escribir y hacía mucho calor, le dije que yo te pasaría sus preguntas para Ruperto, así que, aquí están:

-Por qué te volviste detective?

-Cuántos años tenés?

-Cómo se llaman tu mamá y tu papá?

-Tenés hermanos? Cuántos?

-Sos alérgico?

Luego, y con el correspondiente permiso, nos sacamos unas fotos para mandarte. De las que sacamos, luego de su supervisión, borró una porque estaba borrosa y me pidió que te mande 2. Las adjunto.

Un abrazo enooorme!

Roy Berocay. Lun 2/12/2013 07:53

Hola Nancy: Me alegra que le haya gustado el cuento a Adrián. Tuve un fin de semana bastante ocupado así que no pude responder antes. Supongo que con los libros se va a poner más contento cuando le lleguen. Veo que mandó unas preguntas. Decile que igual, aunque no escriba, somos muy amigos y que el sapo lo quiere mucho. Igual el sapo andaba por acá y le contestó las preguntas. Espero que todo esto ayude. Te mando un abrazo.

Del sapo: ¡Hola Adrián! ¿Querés saber por qué me volví detective? Lo que pasa es que antes, el principio, yo era un sapo así común y corriente. Un día se me ocurrió tratar de viajar al espacio y otro día quise ser súper héroe. Como me salió medio mal decidí ser detective, para ayudar a los bichos y eso. Es difícil saber los años de sapo. ¿Viste que dicen que los años de perro se calculan multiplicando por siete? Bueno, los de sapo se calculan multiplicando por tres, elevado a la quinta potencia, dividido ocho, menos 4.5, multiplicado por pi más 5.3. Así que tengo 425,34 años... A ver, pará, pará... pasa que no soy muy bueno con los números. La verdad, no sé bien, creo que tendré 25 años el año que viene. La verdad, no sé cómo se llamaban mamá y papá. Las sapas cuando tienen hijos, ponen montones de huevos en un charco y después salimos nosotros, los sapos que al comienzo somos como pescaditos, llamados renacuajos, así con cola y todo, y nadamos y nadamos y nos chocamos y a veces nos peleamos y jugamos a la pelota acuática. Después nos salen patas y se nos cae la cola y salimos del agua caminando y saltando. O sea que tenía 215 hermanos en aquel charco. Ah y tu última pregunta. Sí, soy alérgico a las aplanadoras. Bueno Adrián, te mando un gran abrazo verde!!! Ruperto
.

PD: Gracias por las fotos!! Yo creí que eran de actores de cine o algo así.

Nancy Molina. Mié 4/12/2013 12:06

Hola Roy!

Ayer pude llevarle a Adrián tus libros. Cuando llegué le dije que le llevaba algo que vos le mandabas, que aunque vivís en otro país, te contactaste con la editorial y que se lo habían mandado a la escuela.

Casi no puede hablar por el dolor de garganta que tiene.

Eran 2 sobres de papel madera, unidos con cinta. Abrió el sobre más grande y cuando vio el dibujo de Ruperto, se le humedecieron los ojitos, rompió el papel y sacó Ruperto Rocanrrol. Le mostré que en la parte de atrás estaba el cd. Estiró sus brazos, me acerqué y recibí un hermosísimo abrazo. Estaba emocionado, y yo… ni hablar!!!!!

Luego agarró el otro sobre, vio mi nombre escrito allí. Me lo dio señalándolo. Le expliqué que aunque dijera allí mi nombre, eso era para él. No lo podía creer. Abrió. Había 8 libros más. Miró cada uno, los daba vuelta, los hojeaba, me miraba, me agarraba la mano, se paraba para abrazarme. No cabía en sí de la emoción.

Le saqué fotos, te las mando en otro mail desde el celu. Saqué la compu y le leí lo que le respondiste sobre la edad, la alergia y los padres. Él también te quiere. Buscamos en youtube video tuyos. Estaba fascinado viéndote. Fue un momento increíble.

No estaba con fuerza como para escribirte, así que mandó a preguntar por qué en la tapa de uno de los libros Ruperto tiene la Z en la panza.

Estoy todavía conmocionada, conmovida, feliz y agradecida por tanta emoción. GRACIAS por tu corazón y por hacer tanto por mi alumno. Te cuento algo? Ayer, cuando Adrián me abrazaba, sentí que esos abrazos eran para vos y para Ruperto... y los disfruté por ustedes. Te los hago llegar. Un beso

Roy Berocay. Jue 5/12/2013 07:21

Nancy, gracias por las fotos. Ya me contarás si le gustan los libros y eso. Te mando un enorme abrazo a vos y Adrián.

Mail enviado a la Orientadora Social de la escuela de Adrián.

Nancy Molina. Sáb 7/12/2013 12:03

Hola Marcela, Acabo de enviarte un mail con las 3 fotos que tengo de Adrián. Se las saqué el martes cuado le llevé los libros que le mandó el escritor. Sumamente emotivo. Por otro lado te cuento que hace como una semana que no habla por el terrible dolor de garganta que tiene. Ya no le duelen los huesitos. Se le comenzó a lastimar la boca por lo que también le duele si habla. El miércoles y ayer tuvo controles en el Garrahan. Ayer lo dejaron internado.

Espero que podamos estar en la fiesta el viernes. Si es así llevo la medalla al mérito que va a recibir en 501, porque la entrega es también el viernes y no creo que se banque las dos fiestas. Estamos en contacto. Cariños.

En sus nuevas aventuras, el
En sus nuevas aventuras, el Sapo Ruperto tiene un ayudante... un sapito que lleva el nombre del niño que se ganó el corazón de Roy Berocay, el autor

Nancy Molina. Mié 11/12/2013 07:32

Hola Roy!

Hoy caí en la cuenta que no tuvimos respuesta a la pregunta que te hizo mi niño. ¿Será quizá q no recibiste el mail? Va debajo de esto que te escribo ahora.

Adrián no está nada bien. Después de haberlo visto el jueves de la semana pasada cuando le llevé tus libros, no pude volver a verlo. Un poco porque ando como loca de una escuela a otra cerrando el año de mis alumnos domiciliados y otro tanto porque él estuvo internado de viernes a lunes.

Además se me rompió el auto y no llego a hacer la mitad de las cosas que debería viajando en colectivo. Tendría que probar pidiéndole a Ruperto que me lleve en paloma... aunque pensándolo bien... pobre paloma. No porque seamos medio gorditos sino porque mis carpetas pesan mucho!

Ayer cuando llamé para darme una vuelta x su casa la mamá me contó q había ido al hospital y que estaba cansado. Sigue sin poder hablar porque le duele la garganta y tiene lastimaduras en la boca. Espero poder verlo mañana.

Sé que estás a mil por los conciertos y demás. Pero me animo a pedirte si podés contestarle a nuestro niño lo q me pidió q te pregunte, eso de por qué Ruperto tiene la Z en la panza en la tapa de uno de los libros.

El viernes en su escuela entregan los diplomas de egresados. Y por cómo veo el panorama no podrá ir a recibirlo. Me duele el corazón por eso, sé cuánto deseaba llegar a ese momento y ver colgado su diploma al lado de su cama

Te mando un cariño

Roy Berocay. Mié 11/12/2013 08:28

Nancy, qué pena que Adrián no ande bien. Obviamente no vi la pregunta. Espero mejore en estos días y quiero enviarle un gran abrazo desde acá. En el cuento ese Ruperto tiene una Zeta porque escribe con faltas y él creía que Supersapo iba con la letra Zeta! Medio burro el sapo jeje. Abrazo grande.

Nancy Molina. Mié 11/12/2013 18:26

Nuestro amigo descansa ya.

Tengo sus mejores sonrisas, las que le sacaba Ruperto, y el brillito de sus ojos cuando llegaba el momento de leer, o cuando le llevé tus libros y me abrazó emocionado.

No quiero dejar de agradecerte lo que hiciste por él. Para mí tiene un valor inmenso. Y estoy segura que para él también. También sé que Ruperto y vos lo van a tener siempre en sus corazones.

Tenés un gran corazón, Roy querido. No sé si puedo explicar con palabras lo que significó para mí tu compañía y tu presencia para acompañar a mi alumno en esta etapa. Sin saberlo quizá Ruperto y vos me dieron la fuerza y el valor que necesitaba para pararme frente a él. Y a veces me agarraban de la mano.

Creo que Adrián me dio a mí uno de los abrazos que le hubiera gustado a Ruperto. Aquí lo tengo. No me alcanzan las palabras. Creo que tampoco son necesarias.

Roy Berocay. Mié 11/12/2013 18:38

Nancy, estás diciendo lo que creo que estás diciendo? Por favor respondeme! Tus palabras suenan a final definitivo.
No sé qué decir... Favor aclarame. Si es lo peor al menos sabremos que hicimos todo lo que humildemente pudimos por darle un poco de alegría. Te abrazo fuerte.

Nancy Molina. Mié 11/12/2013 18:44

Si, Roy....falleció hoy al mediodía.

Corren mis lágrimas y siento tu abrazo... gracias. Tené por seguro que le dimos mucha alegría. Que no te quepan dudas!!

Roy Berocay. Jue 12/12/2013 07:46

Sentí muy profundamente esto y veo su cara todo el tiempo. Lo llevaré conmigo siempre. Ha sido una experiencia hermosa y terrible a la vez. Te doy las gracias por todo lo que hiciste y por abrirme una puertita a la posibilidad de haberle dado un poco de felicidad antes de su viaje hacia la luz. Ya es libre. Celebremos su alegría. Nunca voy a olvidar esto.

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Hasta aquí, la transcripción de los mensajes que Nancy y Roy intercambiaron durante seis semanas.

Adrián falleció dos días antes de la entrega de diplomas en la escuela. La maestra Nancy y la inspectora fueron a su casa, para llevarle el diploma a la mamá. Ya que la mencionamos, vamos a contar algo sobre ella. Para estimular a Adrián durante su enfermedad, ella quiso terminar su propio ciclo primario. Lo hizo. Y luego, como homenaje a su hijo, cursó la secundaria y se recibió.

Pasó el tiempo, más de un año.

Roy publicó un nuevo libro con las aventuras del Sapo Ruperto. Allí apareció un nuevo personaje, un sapito ayudante. Por supuesto, tiene el nombre del pibe de 11 años que llegó al corazón de la maestra y del escritor.

De este último pude saber algo, que me contó el mismísimo Sapo Ruperto: en su portadocumentos personal tiene, dobladita, la carta manuscrita que le envió Adrián.

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