Cada año, unos 900.000 turistas visitan los destinos de nieve y generan un impacto económico de 30.000 millones de pesos. Pero este año pandemia puso en jaque todos los planes. La temporada 2020 ya tendría que haber arrancado: por lo general empieza el 20 de junio y se extiende hasta el 30 de septiembre. Ya paso la fecha de inicio, los protocolos sanitarios están listos, pero la nieve cae para nadie: sin turismo al menos nacional, el sector que vive del turismo invernal prevé que el año está perdido. Sólo les queda rezar para llegar con vida al 2021.
“La empresa está lista y quiere abrir, pero dependemos de la autorización de la provincia”, le dice a Infobae Daniel Dangavs, dueño de Fire On Ice, escuela de esquí del Cerro Catedral en Bariloche, “La escuela está concebida para el turismo, y con el circuito de visitantes locales no alcanza”, reconoció.
Con más de quince años en el rubro, Daga debió hacerle frente a la cuarentena que hoy los obliga a estar parados. La única actividad que lleva a cabo son las tareas de mantenimiento imprescindibles. Rápidamente se adaptó al protocolo sanitario. “Ya lo tenemos presentado hace rato. El esquí es una actividad al aire libre y existe un distanciamiento natural al no ser un deporte de contacto. El esquiador está protegido con cuello buff tapa boca, antiparras, guantes, es más seguro que cualquier otra actividad”.
Con respecto a los medios de elevación dentro del circuito, explicó que podrían adaptarse a ser individuales o llevar un distanciamiento de un metro y medio sin problemas. Sin embargo, sostuvo: “sin visitantes no hay manera que funcione”.
Julio, el mes que acaba de comenzar, es el de mayor recaudación de toda la temporada. La mayoría de los empresarios está de acuerdo: ya se perdió. “Con las cámaras de esquí se viene hablando sobre la posibilidad de salvar el último tramo de la temporada, que es entre agosto y septiembre”, señalaron desde Turismo Nación. A su vez, los dueños tendrían que analizar si les reditúa abrir por tan poco tiempo y no contar con turistas nacionales (sobre todo de Buenos Aires y Córdoba) y extranjeros. Según estimaciones del sector, se espera que concurra apenas el 20% del público habitual.
Entre los destinos nacionales más visitados de nieve también se posiciona Chapelco, en San Martín de Los Andes, Neuquén. Allí unas cinco mil personas acuden a diario para disfrutar las actividades deportivas y recreativas de uno de los lugares mas lindos del país.
Entre los servicios que ofrece está la tradicional Casita del Bosque, que hoy hace malabares para subsistir a una de las situaciones económicas más críticas de toda su historia.
Carola y David Vincent llevan adelante su concesión. Hoy debaten si abrir o no una vez lograda la autorización: “Por amor al lugar reactivaría este espacio, pienso en todo el esfuerzo de años, en las familias que dependen de esta actividad. Hay buena nieve, y creo que es un desperdicio no poder hacerlo, aunque sea para ganar muy poco, que en mi opinión es mejor que nada”.
La “Casita” funciona con la apertura del cerro. “Dependemos 100 % de la llegada de turistas, pero a esta altura estamos dispuestos a arriesgarnos con el movimiento local interno. Sentados en casa no vamos a ganar seguro“, agrega.
Este restaurante, referencia clásica de Chapelco, fue inaugurado hace 25 años. A 300 metros del acceso cerro, para llegar hay que atravesar un pintoresco puente colgante. Al mediodía tiene servicio de comida rápida como pizzas, sandwichs y platos calientes del día. A la tarde, para la hora del té, la mejor pastelería; y por la noche hay un servicio exclusivo al que se llega en moto de montaña para disfrutar exquisiteces cocinadas a la piedra.
De este emblema turístico dependen al menos cinco familias relacionadas a la montaña. “En San Martín, la mayoría de los empleados son por temporada. Generalmente se contratan para actividades de verano y luego para otras de invierno. Nadie tiene un colchón monetario como para dejar pasar un invierno y llegar sin problemas al próximo”.
Infobae tuvo acceso al documento elaborado por el Ministerio de Turismo de Neuquén en conjunto con las empresas que concesionan los cerros Chapelco, Bayo y Caviahue, donde se establece que los turistas, empleados y personal del área de servicios deberán utilizar tapabocas, guantes, máscaras o antiparras. Ahora, aguardan que sea aprobado por el Ministerio de Salud provincial.
En el caso de los restaurantes deberán diseñar nuevamente su espacio. Las mesas y las sillas se distribuirán para lograr un distanciamiento mayor de 2 metros. Los mozos y el personal deberán tener obligatoriamente tapabocas y guantes, contar con alcohol en gel y hacer la limpieza una vez cada hora.
Las Leñas es el centro de esquí más importante de la provincia de Mendoza. Emplazado en la cordillera de los Andes, cerca de San Rafael, su club de esquí funciona desde 1983. Por segunda vez en la historia ambos complejos permanecerán cerrados. “En 1998 por falta de nieve no pudimos brindar nuestro servicios a los socios, en 2020 la situación se repite pero por la pandemia”, explicó a Infobae la secretaria general de la institución , Alicia Marianetti.
Este club que en temporada de nieve 130 alumnos, apoya la decisión del Cerro de no retomar las funciones aunque se habilite el turismo regional. “No hay otra posibilidad que esperar al 2021 porque el mendocino no consume nuestras clases, ni actividades. Durante este tiempo seguiremos con los gastos de mantenimiento a nivel infraestructura del edificio, pistas y medios de elevación”.
A su vez, los socios entendieron el triste contexto y no abandonaron la cuota, es por eso que seguimos conectados a distancia vía zoom con capacitaciones”.
Consciente de que la temporada de invierno se perdió, Marianetti solo piensa en el futuro. “Estamos rogando que el año que viene que el clima sea favorable y nieve igual que ahora”.
En el punto más austral la situación es similar, aunque con un movimiento interno con menos restricciones. Martin Gonzalez Gavilán es el propietario de Llanos del Castor, un centro invernal que queda a 18 kilómetros de la ciudad de Ushuaia y a 3 kilómetros del Cerro Castor. “Hace tres fines de semana fuimos habilitados para dar nuestro servicio gastronómico con reserva previa. Recién el domingo podremos tener público residente con actividades al aire libre”.
Desde su espacio promueve el pase a la pista de esquí de fondo con un precio voluntario para mantener vigente la actividad.
INSTRUCTORES DE ESQUÍ
Quienes enseñan a deslizarse sobre las tablas en la nieve están duramente afectados por la inactividad a raíz de la cuarentena. Además, ellos no perciben la asistencia del Estado. La norma no los contempló. ”Quedamos en un gris al ser trabajadores temporarios. Por lo general dividimos nuestro año en dos, una temporada invernal en Europa y la otra en Argentina. Este 2020 no pude viajar a Europa, así que si no hay una reactivación, estaré 12 meses sin trabajar, viviendo de mis ahorros”, resume preocupado Gonzalo, que enseña en la Escuela de Esquí en Chapelco.
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