Daiana Barrios, una oficial de la Policía Bonaerense que prestó servicio en el operativo realizado en Villa Azul, murió en las últimas horas tras sufrir una crisis en las vías respiratorias. Debido a la sintomatología que presentaba se espera el resultado del hisopado para comprobar si ese desenlace pudo haberse precipitado por el contagio de COVID-19, lo que la convertiría la segunda muerte en la Bonaerense en pocos días, tras el caso de un oficial de La Matanza.
Cabe recordar que Villa Azul es el barrio ubicado entre los municipios de Avellaneda y Quilmes en el que se realizó el primer aislamiento total focalizado debido al avance de los casos de coronavirus.
Barrios tenía 28 y se desempeñaba en la Comisaría 1ª de Avellaneda. Según informaron fuentes judiciales y policías, la oficial bonaerense prestó servicio hasta el domingo 21 de junio, ya que ese día comenzó a sentirse mal.
Los primeros síntomas que presentó Barrios fueron la falta de olfato y gusto. Inmediatamente le dio aviso a sus superiores, quienes le pidieron que se aísle y que se comunique con el servicio médico.
Y así lo hizo, pero mientras pasaban los días su cuadro empeoró, sobre todo con problemas respiratorios, por lo que el viernes pasado, a última hora, fue internada en el Policlínico de Lomas de Zamora.
Allí, los médicos habrían resuelto aislarla, ya que presentaba síntomas compatibles con coronavirus, aunque no fue llevada a una terapia intensiva. Mientras se esperaban los resultados del hisopodo, la mujer murió, la madrugada del domingo. Según indicaron fuentes judiciales, la mujer habría sufrido una grave falla respiratoria que causó la muerte.
Según pudo saber Infobae, la familia se enteró de su muerte varias horas después de producida. La pareja de Barrios, con quien tenía dos hijos, habría llamado al centro médico en varias oportunidades para comunicarse con ella, pero desde la Clínica no le daban respuestas. Ante esto, en las primeras horas del domingo se dirigió hacía el lugar.
Allí se enteró que su mujer había fallecido pero no le explicaron las causas. Enseguida hizo la denuncia.
La acusación por averiguación de causales de muerte quedó radicada en la UFI Nº 7 de los Tribunales de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Nicolás Espejo.
Por otro lado, según sostuvieron sus familiares, hasta el momento, Barrios no tenía en su historial clínico ninguna patología previa, por lo que no era una paciente denominada del “grupo de riesgo”.
En tanto, el fiscal Espejo y la familia de Barrios aguardan tener el resultado del hisopado para confirmar si se había contagiado el COVID-19.
Días atrás, el 26 de mayo, Barrios, a poco de ser asignada para el operativo en Villa Azul, había publicado un largo posteo en Facebook, donde pedía “tomar conciencia” frente al virus.
“¿Se comprende qué es lo que está pasando? Hay un barrio completo aislado, y esto fue de un día para el otro. Si se sigue como estamos no quedamos exentos e que pueda pasar en cualquier lugar. Déjense de romper las pelotas... Nos vamos a cagar infectando todos, algunos porque no tenemos opción, y me refiero a la gente que tiene que poner el pecho porque es su trabajo (seguridad, salud, transporte, etc), y no los pelotudos que van a tomar una coca con los amigos o se juntaron con gente que no es de su grupo familiar, a pelotudear”, reclamaba con crudeza, en un mensaje que sobre el final remarcaba: “Yo no miro noticieros, eh... Yo lo estoy viviendo en persona”.
El resultado del hisopado, según indicaron, estará mañana. Así, si se confirma el resultado positivo, la muerte de Barrios será la segunda por coronavirus de un agente de la Policía Bonaerense. La semana pasada se conoció el deceso por COVID-19 de Eduardo Maximiliano Benítez, un policía que prestaba servicio en La Matanza.
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