En las últimas horas se supo que dos de las 25 personas infectadas con coronavirus de la residencia salesiana Casa Zatti, ubicada en el barrio porteño de Almagro, fallecieron como consecuencia de la enfermedad en la clínica de San Camilio, donde se encontraban internadas desde hacía unos días.
Según trascendió, los muertos son dos adultos mayores que se habrían contagiado de uno de los empleados de esa sede religiosa: los Padres Roque Cella, de 86 años, e Ismael Castelli, de 81.
Este lugar pertenece al complejo educativo y religioso salesiano que incluye, entre otros establecimientos, a la emblemática parroquia San Carlos, donde en 1936 fue bautizado Jorge Bergoglio, quien actualmente es el Papa Francisco.
La alerta saltó días atrás, cuando la Inspectoría Salesiana “Ceferino Namuncurá”, de Don Bosco Agentina Sur, la cual está a cargo del sacerdote Darío Perera, decidió pedir un hisopado para todo el personal relacionado con la Casa Zatti luego de que un trabajador de este establecimiento diera positivo de COVID-19.
Así fue como las autoridades sanitarias detectaron que en esta sede religiosa había al menos 13 religiosos y otros 12 empleados infectados, aunque en ese momento solamente tres de ellos tenían síntomas compatibles con la enfermedad.
Posteriormente, se confirmó que el número total de casos en el lugar era de 28, de los cuales 22 eran asintomáticos y otros cuatro, oligosintomáticos.
Ni bien tomaron conocimiento de la situación, representantes del equipo de epidemiología del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires indicaron el aislamiento preventivo de todos los trabajadores, y su posterior evaluación permanente a cargo de su obra social.
Además, el 24 de junio pasado, 7 residentes fueron trasladados de acuerdo a su cobertura médica y necesidades de atención, por presentar factores de riesgo, mientras que los restantes permanecen alojados en la institución ya que no presentan síntomas y cuentan con las condiciones para poder cumplir con el aislamiento domiciliario.
Casa Zatti forma parte de un complejo religioso y educativo ubicado en la calle Don Bosco al 4000, que los salesianos tienen en el barrio porteño de Almagro, en el que se encuentra la parroquia San Carlos y el colegio San Francisco de Sales.
Las tareas de hisopados y traslados del personal de esta sede fueron coordinados por las autoridades de la organización religiosa en conjunto con miembros del Gobierno de la Ciudad. A su vez, se decidió la suspensión de todas las actividades dentro del establecimiento por un plazo de los próximos 14 días.
Entre otras tareas, como consecuencia de estos casos se detuvo el reparto y asistencia alimentaria que brindaba esta institución a personas sin hogar.
“A la gente en situación de calle del comedor ya le hemos avisado la decisión y, si bien fue muy doloroso hacerlo, hemos recibido gestos de comprensión y gratitud hacia el trabajo que hacemos por ellos”, aseguró el párroco Fabián Alonso al medio Vida Nueva.
Días atrás, el sacerdote Perera les había pedido a los fieles cercanos a la organización religiosa a rezar por las enfermeras y los empleados “a fin de que podamos transitar esto con serenidad y que ellos puedan recuperarse lo antes posible”.
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