Puede ser que haya sido el jueves 14 de junio de 1928 cuando nacía, en la ciudad de Rosario, Ernesto Che Guevara. Es probable que la fecha verdadera sea el lunes 14 de mayo, y que la modificación haya sido parte de una estrategia para restar los tres meses de embarazo que su mamá tenía al momento de casarse. Un nacimiento sietemesino resultó conveniente para evitar el escándalo en esos tiempos.
El casamiento entre Ernesto Guevara y Celia de la Serna, que recién había terminado la secundaria en el Colegio Sagrado Corazón, fue el 10 de diciembre de 1927, celebrado en la casa de la hermana mayor de la novia. La chica –que había estado a punto de tomar los hábitos– estaba viviendo en la casa de una tía, a raíz de la crisis familiar que había estallado con el noviazgo con Guevara, de 27 años. “Juntos decidimos qué haríamos con nuestras vidas”, recordaría en sus memorias.
Con un dinero que el novio había heredado del padre, compró 200 hectáreas de tierra frente a un miserable muelle de madera al que llamaban Puerto Caraguatay, en Misiones, donde el caserío más cercano era Montecarlo. El matrimonio pasó su luna de miel en tierra misionera.
Vivían en medio de la selva en una casa levantada sobre una loma en un recodo del río Paraná, justo frente a Paraguay. “Yo he cultivado la yerba mate con sistemas científicos en Misiones, con pocos cultivadores pero bien remunerados, sin utilizar ladrones ni asesinos condenados a vivir en aquellos lugares infernales. Pero la verdad es que no obtuve un solo peso de aquella experiencia”, recordaría años más tarde Ernesto Guevara.
Pleno centro de Rosario
Ese junio de 1928 el matrimonio había viajado en barco a Rosario, donde Ernesto cerraría negocios con una empresa para instalar un molino yerbatero. Hicieron coincidir la travesía para que su esposa, en fecha de parto, fuera atendida en una ciudad que contara con las condiciones sanitarias para que diese a luz.
La pareja, con el primogénito en brazos, alquiló unos meses un departamento de 240 metros cuadrados de un segundo piso en Entre Ríos 480, casi esquina Urquiza, en pleno centro de Rosario. Era un edificio de estilo neoclasicista francés, proyectado por el arquitecto Alejandro Bustillo, y había sido construido en 1927 por los hermanos Ferrarese. Tiene cuatro dormitorios amplios, living comedor y escritorio, además de dependencias de servicio. Y conserva, con sus muebles, el cuarto tal cual era en 1928, donde nació el Che. El edificio perteneció por años a una compañía de seguros y el departamento da a la calle Entre Ríos.
La partida de nacimiento dice que ocurrió el 14 de junio a las 3 y cinco de la madrugada, en ese domicilio.
Al mes del alumbramiento, la pareja le avisó la buena nueva a la familia. Dijeron que habían tratado de llegar a Buenos Aires, pero que el trabajo de parto había comenzado a la altura de Rosario. A esa ciudad viajaron presurosas para asistir a la mamá primeriza Ana Isabel Lynch, la madre de Ernesto, y Ercilia, su hermana soltera.
Con Ernesto siendo un bebé de meses, el matrimonio regresó en barco a Misiones. Al no poder concretar el proyecto de instalar un molino yerbatero, que le hubiese permitido manufacturar y empaquetar la yerba y así vender el producto terminado, Guevara vendió todo y la familia se instaló en la ciudad cordobesa de Alta Gracia. Los aires de la sierra serían convenientes para el joven Ernesto y sus problemas de asma, que lo acompañarían durante toda su vida.
Se vende
Un empresario, Francisco Farruggia, que nació en el pueblo de Totoras, compró el departamento en 2002 para preservar la historia de los primeros años del Che Guevara. El inmueble fue visitado por los hijos cubanos del Che y también estuvo Alberto Granado quien, junto al Che, recorrieron varios países de Sudamérica en motocicleta, en 1951.
Hace unos años que Farrugia reside en Brasil y ahora decidió venderlo, luego de un frustrado proyecto cultural sobre la vida del revolucionario, que se originó en largas veladas en el Bar El Cairo. Tal cual le adelantó a Infobae el doctor Atilio Baldoni, apoderado del empresario, el departamento –con una valuación fiscal de 260 mil dólares– está a la venta por 400 mil.
Los pocos meses que el Che Guevara vivió en Rosario fueron suficientes para que fuera declarado en 2014 Ciudadano Ilustre “post mortem” por el municipio local. Ahora el lugar donde vivió sus primeros meses de vida en su ciudad natal busca nuevos dueños para contar nuevas historias.
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