“Si cayera Puerto Argentino, que no caerá, recuerden Dunkerke”, le dijo Leopoldo Galtieri a la periodista italiana Oriana Fallaci en medio del conflicto con Gran Bretaña. Desde hacía varios días se combatía en las Islas Malvinas y la mayoría de la sociedad entendía que la Argentina llevaba una buena ventaja sobre las tropas británicas.
El 13 de junio se publicó en los matutinos que Galtieri había conversado telefónicamente con el gobernador Mario Benjamín Menéndez. Los mandos militares del Estado Mayor Conjunto que estaban al tanto de lo que ocurría en el frente de batalla ayudaron a dramatizar los títulos de los matutinos del lunes 14 de junio: “Bombardeo sobre las avanzadas británicas”, tituló Clarín, y en la misma tapa había una foto de Mario Kempes durante el partido de debut del Mundial ’82, que la Argentina (ultimo campeón mundial) perdió frente a Bélgica; “Malvinas: hay consolidación de la defensa y reagrupamiento”, expuso La Prensa y “Nuestras fuerzas combaten con denuedo para contener al invasor”, informó La Nación, y señalaba que “los británicos se sirven en la lucha de miras infrarrojas que les permiten visualizar a los soldados argentinos durante la noche y la niebla. Tales elementos sofisticados, junto con el empleo de visores panorámicos con sistema infrarrojo, constituyen una ventaja técnica a la que se opone el denuedo con que combaten los defensores argentinos en las cercanías de Puerto Argentino”.
“A las 0915 horas del 14 de junio –recordó la Junta Militar –, el contralmirante Edgardo Otero envió al comandante en jefe de la Armada la siguiente comunicación: ‘Voy a destruir archivos y equipos criptográficos’.” “A la misma hora, sigue el relato, se recibió en el Estado Mayor Conjunto el siguiente cable procedente de las Islas Mavinas: ‘Principales posiciones del oeste en Tumble Down-Williams (BIM 5) y Wíreles Ridge (RI 7) en poder enemigo. Se combate cuerpo a cuerpo. Numerosas bajas de artillería y armas de apoyo propias destruidas. Dispositivo en reestructuración empleando el RI 3 y parte del RI 25. Posición precaria. Aprecio no podrá sostenerse más allá del día de hoy’.”
El general Galtieri, el almirante Jorge Anaya y el brigadier Juan García, jefe del Estado Mayor de la FAA (en reemplazo de Basilio Lami Dozo que estaba en el Sur), se mantuvieron juntos gran parte de la jornada. A las 10,55, el general Héctor Iglesias, Secretario General de la Presidencia y el general Mario Benjamín Menéndez se comunicaron telefónicamente. La síntesis que luego Iglesias relató a la Junta Militar fue:
“Esto se acabó. Ya no nos quedan medios. Se combatió duramente hasta las últimas horas. El grupo de artillería ha sido pulverizado. El general Jofré ha logrado recomponer una posición precaria. No sé si podrá aguantar en ella y defenderla más allá de esta noche (subrayado en el documento). Las alternativas que quedan son las siguientes: 1) Aceptar la resolución 502 y retirarnos con nuestras banderas; 2) Aceptar la matanza; 3) Aceptar la posibilidad de una desbandada con tropa agotada y con munición que se acaba. Estoy con el general Jofré. Me informa que han afectado nuestro hospital. No tienen consideración por nada. Todo lo que digo es duro pero debo ser franco. Entiendo que debe ser tomada la resolución en breve lapso para salir con honor. Si necesitan tiempo deben considerar que no tenemos mucho por aquí. Me avisan que los ingleses están a 4 ó 5 cuadras de este lugar.”
Cuando Iglesias se encontraba informando los términos de su conversación con el gobernador militar de las Malvinas, entró un nuevo llamado de Menéndez que fue tomado por Galtieri. Fue un largo diálogo, que aquí se transcribe en forma textual:
--Menéndez: “[…] Si los ingleses, como yo creo, continúan su ataque como yo creo con los medios que le han puesto en el aire, en el mar y en la tierra durante la noche y con fuego con insistencia, no sé si puedo si se me hace esperar hasta la noche. Por eso le plantée la inquietud al general Iglesias…y me permito hablar con usted para decirle que yo creo como solución más honrosa para Argentina, la solución más honrosa. Pero esto puede ser perder más gente en poco tiempo, que a tener que rendir nuestra bandera. Eso es lo que en este momento le mando todo un juicio de lo que le digo y expreso como Comandante Conjunto de Malvinas”.
--Galtieri: “Usted vive la situación en detalle, cosa que yo desde Plaza de Mayo por más que usted me la pinte no la puedo vivir, hay ciertos sectores de la posición que han sido perforados por el ataque inglés, debe haber agrupamientos propios de Ejército e Infantería de Marina que deben orgánicamente seguir, seguir subsistiendo en la retaguardia de las primeras fracciones inglesas. Creo que debe impulsarse, ellos también están en una situación crítica, tanto como la nuestra y el impulso de la voluntad de combatir, saliendo de los pozos, saliendo de los pozos hacia delante y no hacia atrás, o saliendo de los pozos atacando los flancos de la penetración enemiga aunque sea con pocas fracciones y con algún fuego, puede lograrse detener la penetración inglesa. Emplee todos los medios que tiene del Regimiento 3, del Regimiento 25 y contraataque. Use todos los medios que tiene a su alcance y continúe el combate con toda la intensidad posible, moviendo al personal fuera de los pozos”. (resaltado en el documento).
--Menéndez: “Mi general, realmente debo decirle que entonces no he logrado darle una sensación de lo que hemos vivido durante toda la noche y en la mañana, y desde hace tres días, mi general. Realmente mi general, en estos momentos de lo que queda aquí de artillería, las posibilidades de apoyo aéreo y el rendimiento físico de la gente mi general, el BIM 5 ha contraatacado varias veces durante la noche, tres y cuatro veces y ha sido rechazado. Con el Regimiento 3 de Infantería se desplazó una compañía del 25, esa compañía ha desaparecido. Los elementos del 6 de Infantería que se sacaron para ir adelante también desapareció. Por otra parte, mi general, la tropa no da más, está peleando a brazo partido en las trincheras, yo lo he visto. Mire mi general, lo que Usted me dice esta tropa no lo puede cumplir. Mí general, a esta tropa ya no se la puede exigir más después de lo que han peleado, ya le había dicho a usted la noche pasada, que el día de hoy iba a ser crucial, estamos en la mayoría del día de hoy y se va a cumplir lo que yo expresé. No hemos podido mantener las alturas, no tenemos espacio, no tenemos medios, no contamos con los apoyos que corresponden, y creo mi general que tenemos que acceder a la gran responsabilidad para con los soldados que van a morir combatiendo un combate sin posibilidades, por el término de pocas horas más y que va a costar muchas vidas.
--Galtieri: Tomado conocimiento, general Menéndez, voy a reflexionar sobre lo que usted me ha expresado. Yo doy por terminado, no se si usted tiene algo más que agregarme.
--Menéndez: No tengo más que agregarle mi general, pero quisiera saber si puedo esperar, después de sus reflexiones, que usted me haga llegar algo.
--Galtieri: Le voy a hablar más adelante o más tarde durante las horas de luz del día de hoy, en algún momento le voy a volver a hablar. Suerte.
--Menéndez: “Mi general, le agradezco la última palabra pero realmente en las últimas horas de luz de hoy, lo que no sé ya, qué es lo que va a ser de la Guarnición Malvinas”.
--Galtieri: “Nada más Menéndez, hasta luego.”
Hacia el mediodía, sin que Galtieri haya mantenido otra conversación con el Gobernador Militar de Malvinas para fijar instrucciones, como se había comprometido, indirectamente, a través de García, Menéndez se enteró cuáles deberían ser las condiciones para deponer las armas. La lectura de las mismas señalan un divorcio con la realidad y el clima militar que se vivía en Puerto Argentino y con las instrucciones que traían los británicos desde sus más altos mandos en Londres.
A las 12.45 horas el teniente general Galtieri se comunicó telefónicamente con el general de división Osvaldo García, jefe del Teatro de Operaciones Malvinas. Del diálogo surge que García le relata a Galtieri su conversación de esa mañana con Menéndez y las condiciones y modalidades que exigen los británicos para la rendición argentina.
La respuesta de Galtieri, para ser transmitida a Menéndez era: “1) que no debía firmarse ningún documento; 2) que no se hablara de rendición ni capitulación sino en términos de evacuación y retiro de tropas, incluyendo las de Howard y Bahía Fox; 3) que debía tratar que cada hombre regrese con su uniforme y armamento individual; y 4) que el eventual compromiso debía ser en términos de compromiso de honor.”
A las 19.45 García, comandante del Cuerpo V, lo llamó a Galtieri y le relató algunos momentos de su conversación con Menéndez, en la que le transmitió las condiciones para el cese del fuego argentino que le había impuesto el Presidente de la Nación horas antes. Del relato surge el siguiente diálogo:
-- García: “Ni firme ninguna rendición, y si hubiese rendición los términos deben ser de compromiso de honor”.
-- Menéndez: “¿Qué debo interpretar por ‘no firmar’?”
-- García: “En última instancia se refiere a un compromiso verbal para ambos lados”.
-- Menéndez: “No creo poder dejar de firmar”.
El general García le reiteró las órdenes de Galtieri: que no se hablara ni de rendición ni de capitulación, también que cada hombre regresara con su uniforme y con el armamento individual.
La Junta Militar permaneció reunida hasta la madrugada del 15 de junio, a la espera de las novedades de lo que sucedía en la reunión final entre Mario Benjamín Menéndez y el general británico Jeremy Moore. Según el relato de los comandantes, a las 00.40 se produjo un nuevo contacto telefónico entre Galtieri y García, en el que éste le informó los términos firmados por Menéndez en Puerto Argentino y transmitidos su última conversación con el jefe militar en las Malvinas a las 23.55 horas.
Menéndez me expresó: ‘tengo que proceder a firmar en la forma que le había informado anteriormente, una breve declaración de rendición que incluye la palabra trato honorable que no es incondicional y que estuvo acompañado de un acuerdo de caballeros por el general Moore, para aceptar una serie de aspectos que son los que yo le había adelantado y algún otro más’.”
-- García: “¿Cuándo vamos a conocer el texto de lo firmado? Y el general Menéndez responde que probablemente lo publique el gobierno inglés. Yo le pregunto: ¿Lo podemos conocer ya? Y el general Menéndez me responde que no hay inconvenientes para que yo se lo lea y paso el texto: ‘Yo, el abajo firmante, comandante de todas las fuerzas argentinas de las Islas Falklands me rindo al general Moore como representante del Gobierno de Su Majestad británica. Bajo los términos de esta rendición el personal argentino de las islas debe mantenerse en los puntos que sean designados por el general Moore y deben entregar sus armas, municiones o cualquiera otra arma o equipo según ordene el general Moore. Siguiendo a la rendición, todo el personal de las Fuerzas Argentinas será tratado con honor de acuerdo con las condiciones de la Convención de Ginebra de 1949. Ellos deberán obedecer directivas concernientes a movimientos y también a las instalaciones. Después dice que cuando tiene lugar el acuerdo de rendición…todas otras cuestiones…forman parte de un pacto de caballeros que lo fuimos anotando punto por punto con el general (Jeremy) Moore por separado. Yo creo que me faltan algunas cosas más…si hay necesidad de aclarar algo estoy a su disposición.”
Cuando García terminó de relatar su diálogo telefónico, Galtieri dijo: “Realmente estoy decepcionado, estoy decepcionado con el acuerdo firmado por el general Menéndez donde habla de rendición prácticamente incondicional. Estoy decepcionado como presidente de la Nación y Comandante en Jefe del Ejército, del acuerdo firmado por el general Menéndez como Comandante de las Fuerzas Conjuntas en las Islas Malvinas. No es lo que habíamos conversado desde hoy al mediodía con usted, con el general Menéndez, en los términos que debería acordarse un cese del fuego y evacuación o retiro de las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas”.
-- Galtieri: “General García, yo había conversado con usted y habíamos acordado algunos puntos hoy al mediodía. Yo hablé de los temas que deberían considerarse por el general Menéndez en los acuerdos a tomar con el general Moore. Creo que es bastante incondicional, creo que es una rendición como lo dice el Protocolo, y creo que es casi incondicional del Señor general Menéndez”.
-- García: Bueno señor habrá que interpretarlo. Yo creo que en la parte de las instrucciones que le dimos…nosotros hablamos que no comprometiera a las fuerzas argentinas, es decir que hiciera lo primero…y la otra parte que no comprometiera digamos la política militar y la política argentina, en este sentido esas instrucciones han sido cumplidas”.
-- Galtieri: “Si usted tiene lo que al mediodía me dictó por el teniente coronel (Aníbal Ulíses) Laíño en la mano, cuando dice los términos más importantes de la capitulación son los siguientes: yo le dije que la capitulación no aceptaba esos términos en la introducción y en el punto 2 le decía, no hay ceremonia especial pública de rendición. Le decía que la rendición, esa palabra debía que ser eliminada, no hay ceremonia especial pública. Tampoco habrá nada privado sino solamente la firma de un acta sin presencia de periodistas…Esto es lo fundamental para evitar además de comprometer políticamente al Gobierno Nacional, evitar psicológicamente al público de la Nación Argentina y de Latinoamérica y del Mundo una capitulación, una rendición del Ejército Argentino”.
“Se ha producido un alto el fuego y deben acordarse sus condiciones”, tituló “La Nación” del 15 de junio, e informó que Menéndez y Moore se habían reunido, por invitación del primero, para “hallar una fórmula que detenga las acciones”, y que “no comprometiese el honor de las Fuerzas Armadas”, acotó otra fuente castrense. Horas más tarde se conoció que el gobernador militar argentino, a las 23.59, había firmado el acta de rendición, de la que tachó la palabra “incondicional”: “Yo, el abajo firmante, comandante de las fuerzas argentinas de aire, mar y tierra, en las Islas Malvinas, M.B. M. (Mario Benjamín Menéndez), me rindo ante el general de brigada, J. J. Moore, C. B. O. B. E., M. C., como representante del gobierno de Su Majestad británica”.
El mismo martes 15, a las 22 horas, Galtieri se dirigió al país: “El combate de Puerto Argentino ha finalizado…los que cayeron están vivos para siempre, pelearon contra la incomprensión, el menosprecio y la soberbia. Enfrentaron con más coraje que armamento la abrumadora superioridad de una potencia apoyada por la tecnología militar de los Estados Unidos de Norteamérica, sorprendentemente enemigos de la Argentina y su pueblo […] No habrá paz definitiva si se vuelve al status colonial”.
Mientras, en los alrededores de la Casa Rosada se iba juntando gente, sorprendida por la derrota que no preveían, para protestar contra la rendición. Muchos concurrieron porque se dijo que Galtieri iba a hablar públicamente desde el balcón de la Casa Rosada, e iba a hacer importantes anuncios. Así se afirmó mientras se emitía el partido desde España de Hungría contra El Salvador y la televisión sobreimprimía esta leyenda: “Se invita a la población a concurrir a las 19 horas a la Plaza de Mayo, para observar al señor Presidente, quien se asomará a uno de los balcones, en un momento trascendente para el país.” A las 17.30 una unidad móvil de ATC se estableció en el lugar, mientras un millar de personas ya comenzaban a realizar cánticos desfavorables al gobierno. Más tarde se agregaron los empleados públicos que salían de sus oficinas. Luego llegaron activistas. A las 18.40 avanzó la Policía Federal para dispersar al público que gritaba: “la Junta Militar la vergüenza nacional” y “rendición es traición”. Finalmente, la muchedumbre fue violentamente reprimida y las adyacencias de Plaza de Mayo fueron escenario de batallas campales entre manifestantes y policías. La Avenida de Mayo quedó desvastada por los destrozos e incendios. “Nadie podía pensar ayer que era lo mismo convocar a una concentración el 10 de abril que el 15 de junio” […] “Parecía que quienes tuvieron la idea de convocar a la gente vivían en el limbo”, dijo un funcionario del gobierno que no se identificó para Clarín. Para peor la tarde había sido una de las más frías del año. Según los asesores de Galtieri (en especial el contralmirante Benito Moya), siguiendo el ejemplo del líder egipcio Gamal Abdel Nasser, tras su derrota en 1967 con los israelíes, pensaba llamar a un gobierno de “unidad nacional” y no reconocer la derrota.
“Las Fuerzas Armadas no merecen este destino [...] el país no merece este gobierno [...] el gobierno debe irse ya, debe cesar la usurpación del poder y hoy mismo se debe poner en marcha un período de transición civil hacia la democracia”, fue la sentencia de Raúl Ricardo Alfonsín.
La última encuesta. La desorientación. Las respuestas de una sociedad engañada.
Entre los días domingo 13 y 14 de junio, el Instituto Gallup realizó otro sondeo referido al conflicto de Malvinas. El 75% de la encuesta se realizó durante el domingo, y 25% restante durante el lunes. El tamaño muestral fue de 952 casos" (de ciudadanos mayores de 18 años). La encuesta entregada al Palacio San Martín, el 15 de junio de 1982, demostraba crudamente el estado de ignorancia y desorientación en que se hallaba gran parte de la ciudadanía porteña. En resumen:
• Como usted sabe es inminente el ataque británico a Puerto Argentino. Usted cree que en esa batalla:
1. Triunfará la Argentina 79%
2. Triunfará Gran Bretaña 4%
3. NS/NC 17%
• El conflicto puede presentar alternativas diferentes, una de ellas es que la Argentina salga victoriosa. Otra más pesimista sería que Gran Bretaña lograra tomar Puerto Argentino. Si esto último ocurriera, ¿piensa usted que la Argentina debe recurrir a la ayuda de otros países extendiendo el conflicto, debe continuar luchando con sus propios recursos o debe intentar una solución pacífica?
1. Recurrir a la ayuda de otros países y continuar la guerra hasta sus últimas consecuencias 41%
2. Debe continuar luchando con sus propios recursos, sin ayuda externa 22%
3. El conflicto armado debe finalizar con esta batalla y deben comenzar las negociaciones 31%
4. NS/NC 6%
• Suponiendo que el conflicto se extendiera y Rusia ofreciera su ayuda, ¿considera usted que la Argentina debe o no aceptar dicha ayuda?
1. Sí 53%
2. No 30%
3. NS/NC 17%
• ¿Y cuál cree usted que es la política que debería adoptar el Gobierno Argentino en cuanto a las relaciones con los Estados Unidos?
1. Ruptura total de dichas relaciones 34%
2. Intentar un cambio en la posición de EE.UU. para que revierta su actitud 47%
3. Otras contestaciones 11%
4. NS/NC 8%
• En cuanto a los efectos de este conflicto en la política nacional, ¿qué cree usted que ocurrirá?
1. El gobierno seguirá como hasta ahora 17%
2. El gobierno llamará a elecciones, pero gobernará con el apoyo de un gran movimiento de civiles 27%
3. Actuarán los partidos políticos y habrá elecciones 41%
4. NS/NC 15%
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